El gestor británico de control aéreo, NATS, ha informado de que el fallo afecta al procesamiento automático de los vuelos, por los que los datos de los mismos han tenido que ser introducidos manualmente, ralentizando el proceso.
Por ello, aunque el espacio aéreo ha permanecido abierto en todo momento, el tráfico se ha restringido lo máximo posible para garantizar la seguridad aérea.
En un comunicado, han lamentado el incidente y han recordado a los pasajeros que se pongan en contacto con sus aerolíneas para informarse sobre los cambios de su vuelo.
Pasadas las 15.00 horas, hora británica, han informado de que el problema por fin había sido resuelto y que estaban trabajando junto a las aerolíneas para diluir el colapso "con la mayor eficacia posible".
Según publica Bloomberg, este lunes había programados más de 3.000 llegadas y salidas en los aeropuertos británicos, según han extraído de Cirium, coincidiendo además con un festivo en el país y con la operación retorno de las vacaciones de agosto.
Debido a la magnitud del asunto, con miles de vuelos afectados, devolver la estabilidad al tránsito aéreo en Reino Unido podría demorarse algunos días.
Diferentes aerolíneas, como Ryanair o British Airways, ya han advertido a sus pasajeros de que sus operativas sufrirán cambios y cancelaciones al menos a lo largo de hoy.