VALÈNCIA. De "cine fantástico y de terror" a "underground, clandestino y experimental". Catacumba Film Festival se abre a nuevas narrativas cinematográficas en lo que será la 15º edición del festival, que se celebra del 31 de octubre al 5 de noviembre entre el cine Capitolio de Godella y los Aragó Cinema.
El aumento de actuaciones musicales es otra de las novedades de la programación: el telón de Catacumba se abre el martes 31 de octubre (22 horas) con un baile de disfraces y el concierto de Las víctimas civiles y cerrará el domingo 5 de noviembre (20 horas) con el cine-concierto del grupo de jazz Naima poniendo banda sonora en directo a la obra maestra del cine mudo ruso El hombre de la cámara (Dziga Vertov, 1929). Entre medias, una amplia programación: 50 proyecciones que representan la cinematografía de 20 países, Líbano, Irán, Túnez, Alemania, Puerto Rico o Australia entre ellos. 28 cortometrajes que optan a los premios del festival, cuyas estatuillas –los Fetos de Oro y la Muñeca Rota– han sido diseñadas en esta edición por la artista Laura Salguero. Dos matinés gastromusicales, con Aullido Atómico (sábado 4 de noviembre) y Canta Canalla (domingo 5 de noviembre), que servirá como postre musical a la proyección de la película infantil La tortuga roja, del director holandés Michaël Dudok de Wit y coproducida por el Studio Ghibli. "Buscamos una programación variada, abierta a nuevos formatos y dirigida a amplios públicos", afirma Sergi Inclán, codirector del Catacumba Film Festival junto a Javier Llorens.
También tendrá lugar el ya tradicional concurso internacional de gritos, con la asistencia del director y crítico de cine Jordi Costa que presentará su largometraje La lava en los labios, obra creada bajo el modelo de producción conocido como #LittleSecretFilm; la proyección de La montaña sagrada de Alejandro Jodorowsky; y el coloquio La muerte del cine, con la participación del director de Cinema Jove Carlos Madrid, el editor de la revista Verlanga Rafa Rodríguez, la programadora de los Aragó Cinema Amparo Gómez y el investigador cinematográfico Santi Barrachina.
El festival también hace hueco al cine de animación, con la sección Lo que mola es el stop motion coordinada por el director Pablo Llorens, y a la cinematografía autóctona, con la proyección de seis trabajos de directores valencianos con obras como la nominada a los premios Goya, Un lugar de Iván Fernández de Córdoba. La revista de arte y pensamiento Bostezo también tendrá su momento, con la presentación del documental Little history of Paco’s Bar y el perforecital de David Barberá.
En la 15ª edición del Catacumba Film Festival encontraremos pues propuestas fílmicas que pretenden "ahondar en los márgenes del cine". El terrorismo, la prostitución, las migraciones, la soledad, el amor, el sexo, la muerte y la marginalidad. Obras como la canadiense Oh What a Wonderful Feeling de François Jaros, que entre cielos estrellados y camiones opacos, atrapó al jurado del Festival de Gijón y se paseó por la Semana de la Crítica de Cannes; la paranoia frente al terrorismo –una de las temáticas coyunturales de esta edición– representada en State of Emergency del alemán Tarek Roehlinger; The Knife Salesman que llega desde Australia tras su travesía por el Festival de Venecia. Comedias, dramas e incluso policiacos musicales que danzan al son de la homosexualidad como en Hard Way-The Action Musical.
