Alberto Haller, anteriormente propietario de la Librería Berlín, es el responsable de este nuevo sello con vocación universalista que empieza su andadura con 'Magia cruda. Una biografía de Sylvia Plath'
VALÈNCIA. Las estadísticas dicen que leemos poco, muy poco. Y también, que la natalidad editorial es alta en este país, misteriosamente fértil en lo que a nacimiento de sellos y publicación de libros se refiere. En ganas de escribir -y publicar-, eso sí, al igual que en donación de órganos, es difícil ganarnos. En leer y comprar lo que se edita, ya tal. Como podemos comprobar, en muchas ocasiones la estadística es una ciencia desconcertante, tanto como el comportamiento humano. En cualquier caso, la realidad es la que es, y hay que trabajar con ella. Por eso nada ha impedido a Alberto Haller, hasta hace un tiempo librero y propietario de Librería Berlín -en la zona de Aragón de la ciudad de Valencia-, dar vida a una nueva propuesta editorial: Barlin Libros, que en su manifiesto fundacional se declara un sello con vocación universalista y línea en castellano que quiere participar de la ola de modernización que recorre la capital del Turia.
¿Preocupa a un nuevo editor valenciano el panorama que reflejan las estadísticas mencionadas anteriormente? “Los terrenos del libro en general, se mire desde el prisma que se mire -escritores, libreros, editores-, son terrenos no aptos para cardíacos. Eso es cierto. Pero los que creemos en el valor de la cultura, sabemos que es algo muy necesario. ¿Si se lee lo suficiente? Los índices de lectura son muy bajos, eso es cierto. Pero los lectores de verdad son fieles al papel y a todo lo que transmite. Nadie se mete en algo así para hacerse rico; eso sería ingenuo. Pero es posible vivir de ello si se hace bien y, puesto que no se hace por dinero, ‘hay algo más’. Quienes transitamos estos caminos creemos en el poder transformador de la cultura y el ocio, como las dos caras de una misma moneda. Y participar de ‘esa fe’ tiene un valor mucho más alto que el meramente material”, asegura Haller.
Barlin Libros dividirá su producción en dos colecciones: Barlin Paisaje, que se encargará de ahondar en las profundidades del ser humano social a través de textos de humanidades y ciencias sociales sin restricciones o dogmas, y Barlin Recóndita, que busca explorar la faceta más íntima del ser humano, mediante el estudio de personajes relevantes, interesantes, únicos, pioneros. Un catálogo multidisciplinar basado en el concepto Academia Pop, que el propio Haller se encarga de definir: “es un concepto que acuñamos como una especie de declaración de intenciones. Hacemos no ficción / ensayo, y dentro de esto se refiere a que nuestros libros cuentan con la rigurosidad propia de un estudio académico, pero por su lenguaje y su estética -algo muy importante para nosotros-, son títulos accesibles a un público general, no solo el académico. ‘Academia’ por rigurosidad, y ‘pop’ por su vocación generalista”.
En su declaración de intenciones, Barlin Libros se define también como una editorial cuyo eslogan es “pensamiento al margen”, pero a qué margen se refieren, ¿al margen más allá de lo convencional o al margen de etiquetas? “Al margen de etiquetas más bien. El término no ficción es muy amplio, y lo hemos elegido para definirnos porque dentro del ámbito del ensayo, nos gustaría publicar cualquier cosa que nos interese sin cerrarnos puertas. No queremos circunscribirnos a un apartado muy reducido del conocimiento como sería decir, por ejemplo, ‘editorial de historia’. No. Editamos historia, pero también biografías, memorias, sociología, periodismo, antropología, ilustrado… Es una manera de ser plurales en cuanto a temáticas. El conocimiento es un todo y así queremos ser nosotros”.
Respecto al peso que tendrá el talento local en el catálogo de Barlin, que desde el principio destaca su vinculación con la ciudad que la ve nacer, su responsable apunta lo siguiente: “Hemos comenzado nuestra andadura con dos autores anglosajones, sí. Pero el mensaje y valor de sus obras son de carácter universalista. Para después de verano, sin embargo, estamos preparando ya dos títulos de autores valencianos, aunque en ambos casos también de carácter universal. No queremos ser localistas en exclusiva en cuanto a nuestro ámbito de actuación, pero desde luego vamos a mirar muchísimo hacia la que es nuestra tierra, pues en Valencia hay mucha gente de talento inconmensurable. Nos gustaría participar de la difusión de ese talento, faltaría más. Como dice el lema: 'piensa global, actúa local’. Así de sencillo”.
Estos dos anglosajones son Paul Alexander, autor de Magia cruda. Una biografía de Sylvia Plath, primer título de Barlin publicado en marzo, y Mark Mazower, autor de La Europa negra: “conocí a Sylvia Plath hace muchos años gracias a una amiga. Leí La campana de cristal y me cautivó. Quise saber más sobre su vida y obra y vi que solo había una traducción de una biografía suya en castellano, de hace además bastantes años. Leí varias biografías no traducidas al castellano de ella, y la de Paul Alexander fue la que más me gustó. […] En cuanto a La Europa negra, lo conocía ligeramente de mi etapa de estudiante aquí en Valencia, pero cuando fui a Holanda a estudiar un máster, ese libro era un manual indispensable. Eso me llevó a pensar: ¿cómo es posible que un libro tan bueno, referente en países de nuestro entorno, lleve más de una década descatalogado en España?”.
En esta primera etapa de la editorial, el talento valenciano lo pondrán la ilustradora Ana Penyas con Estamos todos bien, un libro ilustrado que ha ganado recientemente el premio internacional FNAC Salamandra Graphic, y a continuación, el periodista valenciano Juan Oleaque con la recuperación y traducción de En éxtasis, estudio sociológico pionero en abordar el fenómeno de la Ruta del Bakalao. Ahora que empieza la Feria del Libro de Valencia, tenemos la oportunidad de dar un empujón a esta valiente iniciativa a la que no acobardan ni los índices de lectura ni las cifras de ventas. “Somos pequeños pero tenemos las cosas claras”, afirma Haller. Fijémonos en Barlin cuando paseemos entre los expositores.