mancha y honestidad

De la abstracción a la cotidianidad: Idaira del Castillo despliega sus telas en Gabinete de Dibujos

26/01/2025 - 

VALÈNCIA. Un suspiro, un rato de descanso, un perro y las vistas que se esconden tras el cristal de un gran ventanal. Entre todos estos elementos descansa la cotidianidad que se percibe en un ambiente en el que está todo tranquilo y esperando a ser capturado. 

Empleando las telas como si fueran papel fotográfico la artista canaria Idaira del Castillo explora las acciones que le rodean entre telas en la muestra Musa paradisiaca y Felis Silvestris Catus que se puede disfrutar en la galería valenciana Gabinete de Dibujos hasta el próximo 28 de marzo. En esta muestra la artista reflexiona sobre las imágenes que se envía con sus amigas y familiares a través de WhatsApp y repasa algunos viajes -tanto físicos como emocionales- con quienes le rodean, que de alguna forma “conforman su tribu”.

Trabajando entre acrílicos, rotuladores y ceras -siempre sobre el textil- consigue arropar las historias que le rodean y que conforman su día a día: “Cuento las vivencias que voy teniendo y las historias de cotidianidad que nos rodean. Empleo a mis amigas como musas y viajo por sus espacios. De alguna manera les doto de una narrativa que surge de forma natural sobre lo que les va pasando”. 

Sirviéndose del archivo de quienes le rodean y empleando sus espacios como inspiración consigue generar una exposición en la que el visitante se convierte en el gran observador de la cotidianidad que pasa de lo privado al lugar compartido: “Me gusta observar y situar estos espacios en una misma escena. Navegando entre distintos colores y por diferentes etapas llego a capturar cada vez una escena que se transforma en el lienzo”.

Tal y como destaca Omar-Pascual Castillo en el texto de sala la artista consigue “enfrentarse a la imagen para destruirla y convertirla en pura esencia cromática y en línea rota, infantilizada, juguetona y burlesca” mientras retrata a sus colegas estudiantes, sus amigas y amigos y también lo vegetal y “semisalvaje” que va tomando forma poco a poco en sus cuadros. Con obras que crea “de forma intuitiva” consigue que sea la propia tela la que le pida lo que quiere que se dibuje sobre ella: “Veo las imágenes que me interesan e intento sacar diferentes materiales. Los colores que uso salen de forma natural y muchas veces dialogo con la tela para dar vida a mis ideas de una manera u otra”.

Entre Galicia y Tenerife -y pasando por otras ciudades- la artista se inspira en piezas como las del ilustrador infantil suizo Étienne Delessert y los paisajes de Rousseau mientras se apoya también en imágenes más cotidianas como las de los envoltorios de los chicles de cuando era pequeña: “Me gustan las líneas que no terminan de rellenarse como las de las pegatinas de los chicles que tenían colores muy chillones y estaban como inacabadas. Me interesa el diálogo que hay entre los colores y las líneas sencillas”. Algo también como lo que sucede en las ilustraciones japonesas antiguas que funcionan como “una mancha plana industrial”. 

Dejando que los colores, las manchas y las líneas den sentido a su obra del Castillo consigue generar en Gabinete de Dibujos su propio espacio, una selva visual en la que caben plantas, animales y amigos. Un espacio en el que el visitante puede formar parte de la cotidianidad compartida de la artista con todos los que le rodean. 

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