VALENCIA. La presión de la comisiones falleras y las dudas en torno al documento que Junta Central Fallera (JCF) hizo firmar a las candidatas a fallera mayor ha resultado en un final que desde el propio seno del organismo no habían planificado: la publicación de un documento que hace semanas, defendían, era privado y correspondía al funcionamiento interno del ente. Las 'Normas de protocolo y actuación para las falleras mayores de Valencia y sus cortes de honor' han levantado una polvareda desde que se conociera que por primera vez las participantes han tenido que firmarlo, un texto que da recomendaciones en su comunicación a través de redes sociales y que, entre otras cosas, da el poder al acompañante de ola fallera de obligarla a cambiarse de ropa en caso de que el primero considere que la indumentaria de ésta es “indecorosa”.
El documento ya causó un revuelo el pasado mes de septiembre cuando el gobierno municipal decidió ampliar las ‘recomendaciones’ a las más de 70 preseleccionadas, un texto que después sería explicado a las 13 elegidas en una reunión destinada expresamente a la explicación y posterior firma del mismo, en la que estuvieron presentes José Martínez Tormo, secretario general de JCF; Mercedes de la Guía, encargada de las relaciones públicas, y Montserrat Català, delegada de relación con los medios de comunicación. El ambiente enrarecido con respecto a estas normas, tal y como explicaron algunas de las participantes a Cultur Plaza el pasado mes de octubre, continuó al ver que ninguna recibió copia de lo allí firmado.
“Los responsables de la JCF hicieron firmar a las candidatas, elegidas en los actos del pasado mes de julio, un documento con una serie de condiciones y no recibieron copia ni las señoritas, mayores de edad, ni tampoco los padres de las menores. De la misma forma, al poco de salir elegidas las cortes de honor, mayor e infantil, en la Fonteta de San Luis también se les hizo rubricar otra documentación de la que tampoco han tenido copia”, denunció la concejal del grupo municipal C’s, Amparo Picó. Finalmente JCF se comprometió a facilitar una copia a las cortes de honor, no así a las 72 preseleccionadas, un documento que, si bien, se basa en uno ya existente creado por el Partido Popular, aunque en este caso era usado como elemento informativo y no se hacía firmar a las candidatas. Precisamente Fuset defendió ayer que este protocolo llevaba "décadas oculto en los cajones", un texto “desfasado” que prometen actualizar para adaptarlo a la realidad de la mujer del siglo XXI.
Aunque ahora se plantea el debate, tanto el presidente como el secretario general de JCF defendieron que la finalidad de haber continuado haciendo uso del texto y afianzarlo con la firma del mismo respondía a una intención de “proteger” a las candidatas. “El objetivo primordial es protegerlas”, afirmaba el concejal de Compromís el pasado 14 de octubre, palabra que también utilizaba Gimeno para justificar la existencia del protocolo. “No nos hemos encontrado con nadie que no quiera firmarlo, ni les hemos forzado. Es como un contrato de trabajo, aceptas o no. Al final son pautas de comportamiento […] Hay una diferencia entre que te las cuenten y tenerlas por escrito. Queríamos conseguir que las comprendieran y entendieran, garantizar su atención”, afirmaba entonces Martínez Tormo.
El runrún en torno a la normativa no dejó indiferente a las comisiones falleras. Ya en octubre se convirtió en una de las patatas calientes de la asamblea de presidentes, siendo el presidente de la comisión Isabel la Católica-Cirilo Amorós, Rafael Ferrando, quien desveló alguno de los puntos todavía desconocidos para la mayoría y pidió explicaciones a la cúpula de JCF. “No nos gusta hablar de ropa no apropiada, eso lo utilizamos únicamente como medida de protección hacia la chica”, indicó el secretario general de JCF ante las preguntas de Ferrando. De nuevo, la palabra protección. Ya entonces el concejal de Cultura Festiva anunció la futura creación de una comisión con el objetivo de actualizar el documento.
De igual manera, en torno a cuarenta comisiones han firmado un documento para que sea tratado en la próxima asamblea de presidentes en el que demandan la inmediata invalidación de los documentos firmados por las candidatas a falleras mayores, "siendo sustituidos por unas normas consensuadas y aprobadas por la Asamblea General de Presidentes de Falla, a propuesta del Pleno de la Junta Central Fallera, con la previa conformidad jurídica de los organismos competentes, para ser finalmente trasladadas, para su ratificación, al Consejo Rector de la Junta Central Fallera".
Si el ambiente en el colectivo fallero era tenso, la implosión llegó con el rechazo de la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, al texto. La compañera de partido de Fuset, preguntada ayer en la rueda de prensa del Consell, dejaba más que clara su postura al respecto, considerando que la normativa "no se adecua a las políticas públicas de igualdad", un documento que será estudiado por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas para trasladar a las consideraciones que consideren al respecto de unas reglas que que establecen "marcos de dominación y más allá de justificación de lo que no es justificable".
"Es una norma incompatible con los tiempos que corren, con una democracia que debe garantizar la relación igualitaria entre hombres y mujeres. Que se juzgue la vestimenta de las mujeres y no de los hombres no parece de este siglo", aseveró Oltra con respecto al punto de la normativa que da el poder al acompañante de las chicas de obligar a la fallera a cambiarse de ropa en caso de considerar que es "indecorosa" para el papel que representa. "Esa frase pone los pelos de punta", añadió la vicepresidenta que aprovechó para invitar "a todo el mundo" a los actos organizados por el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, también a los redactores del documento de la JCF.
Las duras críticas de Oltra no pasaron inadvertidas por el concejal de Cultura Festiva y presidente de JCF. Si bien desde el organismo se defendía hace semanas que el texto supone una "protección" para la corte, ayer Fuset afirmaba en declaraciones recogidas por Europa Press que es "positivo" que se haya creado esta "polémica" ya que hay partes del texto que están "absolutamente desfasadas" y que la comisión debe "revisar". Así las cosas, el edil aclaró que se ha decidido finalmente colgar las 'Normas de protocolo y actuación para las falleras mayores de Valencia y sus cortes de honor' en la página web la JCF para "sacarlo a la luz" y abrir este debate sobre una revisión que no puede decidirse de forma "unilateral".
"Quiero que sea el mundo fallero el que tome sus propias decisiones sobre un documento que tiene partes en las que no puedo estar de acuerdo", recalcó. Con respecto a los aspectos más polémicos, como evitar las transparencias y escotes "excesivos", el edil dijo que venían heredados del anterior equipo, puntos que nunca antes habían sido debatidos a pesar de que "hay aspectos que deben ser sometidos a una profunda revisión", unos cambios que no han llegado a efectuarse en el documento de 2016-2017, primero que ha de ser firmado por las candidatas. El texto no solo ha sido criticado por Oltra, también la concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Valencia, Isa Lozano, ha criticado unas normas que tilda de "paternalistas y antiguas" y que "condicionan la libertad de la mujer".
La presión mediática llevó a Junta Central Fallera a comunicar ayer mismo la "suspensión los puntos referidos a la indumentaria de particular referida a los actos oficiales" hasta que se revise la normativa. De esta forma, también anunciaron que esperan que los cambios se ejecuten de la manera "más inmediata posible", con lo que la junta directiva abordará en la asamblea del próximo martes 22 la composición de esta comisión para la redacción ágil de un nuevo documento que contará con la colaboración de los servicios de Igualdad del Ayuntamiento de Valencia y que "desde el máximo consenso del mundo fallero suponga una visión contemporánea y coherente con el valor de la mujer a la fiesta". Habrá que esperar a la creación de la comisión y revisión del texto para saber si la normativa viaja al presente.