De Sánchez-Cutillas a Carlos Pérez: personajes culturales que merecen una calle en València

VALÈNCIA. El pasado viernes la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de València propuso hacer un hueco en las “vías públicas” a la pintora alicantina Juana Francés y al poeta fallero Anfós Ramon i Garcia. Para Francés la Associació Cultural Grup d’Acció Valencianista (GAV) pide una calle llena de adoquines y con su nombre en una plaqueta azul. Una calle para conmemorar la trayectoria de una de las fundadoras de El Paso y para una pionera del arte en un sector aún dominado por los hombres en su época. La alicantina, que llegó a exponer en el Guggenheim de Nueva York o la Tate Gallery de Londres fue también una de las creadoras que se atrevió a trabajar con arte figurativo en la década de los 50 -en la España franquista- y ahora podrá contar con su letrero dentro del callejero valenciano, más concretamente en el barrio de Les Tendetes. 

Desde l’Associació d’Escriptors en Llengua Valenciana (AELLVA) piden una plaza para Ramon i Garcia, un “poeta festivo y fallero” que fue referente en el mundo de las Fallas dejando su huella en más de 900 llibrets. Este poeta fallero estuvo escribiendo obra desde el año 1957 hasta su muerte en el año 2014, entre esos años recibió más de 300 premios de numerosas instituciones -académicas, literarias y populares- por sus textos que escribía de forma autodidacta. La plaza con su nombre, en la que puede que alguno se siente a escribir en un banco, estará -como no puede ser de otra manera- en el barrio de Ciutat Fallera.

Tras estos dos nuevos huecos en el callejero valenciano surge una nueva pregunta.. ¿A qué personajes culturales les sigue faltando una calle? Preguntados por Culturplaza varios agentes culturales valencianos imaginan a quien dedicarían una calle si tuvieran la opción, un pequeño cachito de la vía pública valenciana para homenajear algunos perfiles culturales que han supuesto una parte clave en la historia de la ciudad y que ahora merecen su reconocimiento… siempre y cuando el ciudadano sea curioso y mire hacia arriba.

Rosa Santos, galerista

“Le dedicaría una calle a Carmen Alborch. Para mi siempre fue un referente, una mujer apasionada por la cultura y amante del arte contemporáneo, además de una gran feminista. Fue luchadora, una activista que consiguió llegar, desde muy joven, a ocupar cargos de poder que en aquellos años estaban en manos de los hombres. Fue esa mujer moderna de los ochenta a la que imitar, un gran referente para las jovencitas de aquella época, y que actualmente la seguimos recordando”.

Paco Zarzoso, dramaturgo

“La primera persona que me ha venido a la cabeza ha sido "La Blanquita ". Quizá porque para estar en el callejero es importante haber callejeado y ella lo hizo mucho en el barrio del Carmen. Además, murió pobre de solemnidad y merece un homenaje. Por otro lado, no sé si existe una calle o plaza que se llame “El abrazo”, una vez vi que en una aldea muy pequeña de la montaña Palestina había una plaza que se llamaba así y entonces pensé: ¿Y si en todos los pueblos y ciudades del mundo hubiera un lugar llamado el abrazo? Donde todas las personas pudieran quedar para reencontrarse después de las disputas, quizá habría menos guerras, menos violencia… Menos rencillas y más encuentros de verdad".

Paloma Galiana, gestora cultural y bailarina

"Nombraría una calle en Valencia en honor a Laura Gallego por su capacidad para inspirar la creatividad de los jóvenes lectores a través de sus apasionantes obras literarias. Sus libros reflejan valores como la imaginación y la inventiva. Como bailarina, sus historias me transportan a mundos mágicos e influyen en mis coreografías y en la búsqueda de movimientos personales. Asignar su nombre a una calle valenciana sería un tributo a la imaginación que trasciende las páginas de sus libros y un recordatorio para los jóvenes talentos, que con esfuerzo y dedicación pueden alcanzar grandes logros en la Comunitat Valenciana".

Miguel Calatayud, artista

“Yo le dedicaría una calle a mi amigo Carlos Pérez, fue gestor en varios museos como el MuVIM y el IVAM y estuvo también trabajando en Madrid. Faltó hace unos años y creo que merecería una calle, además él siempre vivió en la finca roja de València y se me ocurre que podría estar por esa zona. Se definió siempre por un amor a las vanguardias y al papel, era un gran gestor cultural y un hombre con un conocimiento por el arte muy contemporáneo y que merece mi aprecio personal”. 

Purificació Mascarell, escriptora

“Sens dubte, el nom de tres escriptores en valencià que encara no tenen carrer a la ciutat de València i que són fonamentals per a entendre la literatura del segle XX en la nostra llengua: Carmelina Sánchez-Cutillas, Maria Ibars i Matilde Llòria. Tres dones fortes, valentes i compromeses amb la cultura pròpia, amb obres d’altíssima qualitat literària. En general de les tres diria que incloure-les és la millor manera de trencar amb el cànon patriarcal de la literatura (una qüestió que m’interessa molt), convertir-les més encara en referents de le noves escriptores en valencià i també una forma d’apropar-les al poble ras, al que elles sempre es van sentir molt unides”.

Javier Hedrosa, bailarín

“No es valenciana pero le dedicaría una calle a Samantha Hudson porque es la única “mamarracha” que le faltaría a la Ruta del Bakalao si estuviera vigente. Aunque no sea valenciana siento que tiene un espíritu mediterráneo con el que podría ser perfectamente de la ciudad. Mi propuesta es el Carrer Samantha Hudson”. 

Cabe destacar que tanto Juana Francés como Anfós Ramon i Garcia nacieron en el año 1924 por lo que este año se celebra el centenario de su nacimiento. Esta (no tan) fortuita casualidad puede ser uno de los motivos para celebrar su vida entre las calles de València, aunque con suerte para los perfiles de esta lista no sea necesario esperar dos lustros.