VALENCIA. 82.951 imágenes realizadas por 5.775 fotógrafos de 128 países distintos. De este grueso ha salido una de las selecciones imperdibles para entender, descubrir y condensar ese qué tan importante. Qué está pasando. La exposición del World Press Photo 16 (WPP 16), los 'Óscar' del fotoperiodismo, calienta motores para una nueva edición en la que trae de nuevo a Valencia las mejores imágenes de ámbito internacional. Aunque el eje central de la muestra es la crisis de los refugiados, lo cierto es que por estar más presente no quiere decir que sea la única temática premiada en la convocatoria. De hecho, los dos únicos representantes españoles del WPP 16 se suman a ese otro discurso que también pisará con fuerza la sede de la fundación Chirivella Soriano. Son los fotoperiodistas Sebastián Liste y Gabriel Ochoa de Olza quienes presentan dos historias bien distintas: de unas favelas en blanco y negro a la colorida fiesta de La Maya.
La tradicional celebración con la que la localidad de Colmenar Viejo (Madrid) da la bienvenida a la primavera tras el frío invierno ha conquistado tanto a Ochoa de Olza como, a través de su mirada, a un WPP que también tiene espacio para el folclore nacional, imágenes que han rodado por medio mundo. Un nuevo qué. El festejo gira en torno a las niñas y las flores, siendo la ‘maya’ una niña vestida con enaguas y camisa blanca, mantón de Manila y varios complementos –collares, abalorios y flores- que permanece sentada en un altar que previamente han preparado sus madres y abuelas con flores, sábanas y una colcha de telón. Tal es el atractivo de la celebración que llevó al Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid a acordar el 17 de noviembre de 2005 a declarar la fiesta de Interés Turístico.
Con un especial interés por la etnografía, el fotoperiodista Gabriel Ochoa de Olza (Pamplona, 1978) trabaja desde 2009 en la agencia Associated Press y, entre otros, ha recibido galardones como Pictures of the Year International, The Photographers Giving Back Award y el National Headliner Awards. Para el World Press Photo 2016 presenta una colección de postales en las que muestra a distintas ‘mayas’ en su correspondiente altar, con el rostro serio, como pide la tradición, unas imágenes por las que el pamplonés ha recibido el segundo premio en la categoría ‘Gente’. Folclore y explosión de color en unas 'ofrendas' floridas cuya descubrimiento por parte del comité de selección del World Press Photo las ha llevado a ser publicadas, entre otros medios, por The Guardian.
Bien distinto es el trabajo de Sebastián Liste, una serie por la que se le ha otorgado el tercer premio en la categoría ‘Vida cotidiana’. El fotógrafo, que viene entre España y Brasil, busca tejer sus imágenes con sus interés por la sociología, colecciones de fotografías con un fuerte componente urbano que le han valido entre otro los premios Sony WPO, POYi, Px3, NPPA y Lucie Awards, mientras que alagunos de sus trabajos han aparecido en publicaciones como The Sunday Times Magazine, PDN, Time y FotoVisur.
Encargado por The New York Times, el proyecto buscar poner imagen a unos enfrentamientos con la policía que, explican, son tan habituales que rara vez se informa de ellos en la prensa. Para ello Liste retrata desde el Complexo do Alemão unos ataques que se han convertido en una verdadera lacra, pues, según Amnistía Internacional, alrededor de 2.000 personas mueren cada año por la policía brasileña. La otra cara de la moneda es Papo Reto, desde donde se sitúa el español, un grupo de activistas que, frente a esta situación, trabajan por visibilizar y dar cobertura a la realidad de un Brasil olvidado.
Organizada por Doctornopo y la misma Fundación Chirivella Soriano con el apoyo de Fundación Banco Sabadell, el World Press Photo 2016 aterrizará en Valencia el próximo 11 de febrero y se podrá ver durante un mes, una muestra que lleva por lema 'Podrías ser tú' y que se pone en marcha con la colaboración de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Si bien una buena selección de las imágenes que se verán tratan esta cuestión, entre ellas la ganadora como foto del año firmada por Warren Richardson, la exposición vendrá acompañada de distintas actividades que forzarán la reflexión sobre uno de los qués impepinables, siendo algunos refugiados quienes relaten en primera persona su experiencia.