VALÈNCIA. La Conselleria de Economía, la de Hacienda y el Ayuntamiento continúan sin ponerse de acuerdo sobre lo que quieren hacer con Feria Valencia. La reestructuración del recinto ferial, señalada por el Consell del Botànic como icono de la "ruina en diferido" heredada del PP que prometió resolver, sigue siendo una asignatura pendiente. Tres años y medio después de que que las dos instituciones implicadas y la dirección del recinto se comprometieran con una hoja de ruta para garantizar su viabilidad, las discrepancias entre PSPV, desde la Conselleria de Hacienda, y Compromís, desde la de Economía, han impedido dar ni siquiera el primer paso: la asunción de la millonaria deuda de Feria Valencia por parte del recinto ferial.
Al contrario, lejos de cualquier avance, la situación actual de Feria Valencia, descabezada y sin tener definida la personalidad jurídica que tendrá en el futuro, se parece más a la de un paso atrás. Natxo Costa, exdirector general de Economía que conserva las competencias sobre la institución desde su nuevo cargo de subsecretario de la administración tutelante de Feria, anunció este martes una "nueva hoja de ruta" que pasa por adelantar la disolución de la actual Feria Muestrario Internacional sin definir si la nueva entidad que habrá que crear para asumir el personal y la gestión será una fundación, un consorcio entre administraciones o una fundación pública.
Según explicó Costa, el Consell ha tenido que cambiar el orden de la hoja de ruta ante la imposibilidad de llevar a cabo el decreto de asunción de deuda por parte de la Generalitat –aprobado por Les Corts a principios de este año– sin que se produzca antes la liquidación de Feria Valencia como titular de parte de esa deuda.
El motivo, según justificó, es la negativa de los titulares de los bonos que en su momento emitió la entidad ferial para financiar parte de la ampliación a aceptar de manera voluntaria la subrogación de su posición por parte de la Generalitat. La alternativa es forzar a los bonistas a asumir la subrogación por una "causa forzosa", como es la desaparición del emisor de la deuda, en este caso Feria Valencia.
Ello obliga a la Conselleria de Economía, tal y como él mismo reconoció, a definir con urgencia qué porcentaje de participación tendrá el socio o socios privados que se van a buscar para que participen en la gestión de Feria Valencia en régimen de colaboración público-privada. De lo contrario, sin una justificación clara para la extinción precipitada de Feria Muestrario Internacional, los bonistas dispondrían de un resquicio legal para oponerse y mantener su posición actual, que les permite percibir un interés elevado por una emisión avalada por la Generalitat.
Pese al tiempo transcurrido y al informe encargado a una consultora externa para decidirse por un modelo, Costa aún sigue definiendo con las direcciones generales de Financiación y Patrimonio –dependientes de la Conselleria de Hacienda– el encaje legal del futuro ente. Ello supone el enésimo bandazo del Consell de un proceso entorpecido también por la negativa del Ayuntamiento de València, propietaria del solar y de los edificios, a plantear alternativas que permitan a la Generalitat resarcirse por hacerse cargo de la deuda.
La Conselleria de Economía analiza diversas fórmulas jurídicas para la nueva entidad que se creará para explotar el recinto. El punto de partida son los diferentes escenarios planteados en un informe encargado a una consultora externa (AMRInternational), en poder de la Conselleria de Economía desde el pasado mes de febrero pero que no fue presentado al comité ejecutivo de Feria Valencia hasta este martes. Según el departamento que encabeza Rafael Climent, ese trabajo aún no se había presentado porque la asunción de la deuda todavía estaba pendiente.
Sin embargo, este informe, por el que Feria Valencia ha abonado 180.000 libras, no llega a una única conclusión sobre qué modelo le conviene adoptar a la institución ferial. La comisión para el seguimiento de la hoja de ruta original, en la que están representados el Ayuntamiento, la Generalitat y los actuales gestores de Feria Valencia, no se reunía desde principios de año. Sin embargo, una vez presentado el informe técnico de AMR, sus integrantes se reunirán de nuevo en pocos días para avanzar en la elección de uno de los escenarios que plantea.
Costa, que hizo público un resumen ejecutivo de un informe elaborado con carácter confidencial porque incluye datos sensibles sobre la actividad de Feria Valencia respecto a sus competidores, explicó que el trabajo concluye que, a mayor participación en el capital del futuro ente del socio tecnológico, mayor es el riesgo de que su estrategia no esté alineada con los intereses de la economía local.
Ese planteamiento coincide con el que siempre ha defendido Compromís desde la Conselleria de Economía sobre la conveniencia de garantizar el control público sobre el recinto, pero choca con la voluntad de la Conselleria de Hacienda de ir a una mercantil de mayoría privada, sometida al derecho mercantil y con mecanismos de contratación más ágiles que los propios del sector público.
El volantazo en el plan de rescate de Feria Valencia se anuncia apenas una semana después de que el todavía presidente del comité ejecutivo, el empresario José Vicente González, desvelase su decisión de no optar a su reelección en diciembre, momento en el que expira su mandato.
La Conselleria de Economía, que era poco partidaria de su continuidad, tenía preparado un plan B que ha fracasado. Su alternativa, con el beneplácito de las organizaciones empresariales, pasaba por situar al empresario Vicente Lafuente a sucederle en el cargo tal, pero el plan se fue al traste cuando el presidente de Femeval se autodescartó horas después de la despedida de González.
En su decisión habría pesado precisamente la indefinición del Consell sobre el modelo que adoptará Feria Valencia y, en concreto, sobre las funciones ejecutivas que tendría reservadas como presidente del comité ejecutivo, sin estar tampoco definida la posible retribución económica por asumir más dedicación y competencias.
Así las cosas, aunque la Conselleria de Economía sostiene que aún maneja varios candidatos, la posibilidad de que el cargo quede vacante gana enteros. Al respecto, Costa explicó este martes que la opción está contemplada en los actuales estatutos de Feria Valencia y que las funciones que ahora ejerce González se repartirían entre las dos vicepresidencias del patronato –ocupadas por el propio Costa y por José Vicente Morata como presidente de la Cámara de Comercio– y el comité ejecutivo del recinto ferial.
Para reforzar su posición, el exdirector general de Comercio recordó que los propios empresarios, tanto desde la Cámara como desde la patronal autonómica CEV, han instado al Consell a aclararse primero con su propuesta modelo para pensar luego en un posible presidente o presidenta.
La nueva hoja de ruta supone alterar el orden de las fases previstas en el plan original. Hasta ahora, el Protocolo de Intenciones que aceptaron las administraciones y Feria Valencia implicaba el rescate de la concesión municipal por parte del Ayuntamiento, propietario del terreno y los edificios, y la cesión de la misma a la Generalitat Valenciana mediante una concesión demanial gratuita por 75 años.
A partir de ahí, la Generalitat asumiría la gestión ferial mediante una sociedad en régimen de colaboración público-privada y de la mano de uno o varios socios tecnológicos escogidos mediante un proceso de diálogo competitivo con especialistas del sector.
Era entonces, tras la cesión de la actividad al operador resultante del proceso, cuando se procedería a la disolución del actual Patronato de Feria Valencia, con la garantía de mantener la gestión en el periodo transitorio.