Diez acontecimientos que marcaron la agenda política valenciana de 2024

VALÈNCIA. El año que termina ha dejado una serie de acontecimientos políticos que han marcado la agenda de la Comunitat Valenciana ya sea por su carácter propiamente local o por las consecuencias autonómicas que han tenido situaciones nacionales.

El 2024 ha estado marcado primordialmente por la Dana, pero también por procesos orgánicos importantes que han alumbrado o consolidado a determinados dirigentes políticos, algún proceso electoral, rupturas de pactos de gobierno o sentencias de importantes causas judiciales. Estos son los diez acontecimientos políticos más relevantes del año para Valencia Plaza.

1. - Dana. El pasado 29 de octubre tuvo lugar una de las peores catástrofes de la historia más reciente de la Comunitat Valenciana. Una dana descomunal arrasó más de 80 municipios de la provincia de Valencia, dejó 223 víctimas mortales, tres desaparecidos e innumerables daños materiales que se cifran en miles de millones de euros. Un escenario que costará años revertir y cuyas consecuencias económicas pasarán factura los próximos ejercicios, tal y como avanzó el presidente de la CEV, Salvador Navarro, en una entrevista concedida a este diario. A nivel político, la legislatura también ha dado un giro y se ha producido un reequilibrio de fuerzas donde la derecha, sin duda, es la más afectada, con el PP tratando de recomponerse y en estado de shock, mientras Vox trata de marcar puntualmente distancia con quienes fueran sus socios. 

2.- Carlos Mazón ficha a Gan Pampols para la recuperación. Como consecuencia de aquella dana y de la cuestionada gestión del gobierno valenciano, el president de la Generalitat decidió sustituir a dos de sus conselleras, Salomé Pradas y Nuria Montes, y remodelar su ejecutivo para armar uno nuevo dedicado íntegramente a la recuperación de los municipios afectados. Un cometido al que dio rango de vicepresidencia segunda y cuyo cometido encargó al teniente general del Ejército de Tierra, Francisco José Gan Pampols. 

3. - Prórroga de Presupuestos 2024. La catástrofe se produjo apenas dos días antes de que el Consell presentara las cuentas de 2025, lo que obligó al gobierno valenciano a cancelar toda previsión y ponerse manos a la obra a diseñar unos nuevos presupuestos de la Generalitat que dieran respuesta a la recuperación de las zonas devastadas: colegios, industrias, comercios, vehículos, viviendas y un largo etcétera quedaron arrasados. Así, el nuevo escenario provocado por la Dana obligó al Consell a aplazar las cuentas. El ejecutivo aprobó, por primera vez después de 35 años, el decreto de prórroga de los Presupuestos de la Generalitat de 2025, una situación que no se producía desde 1989.

4. - Vox sale del Consell. El presidente de Vox, Santiago Abascal, comunicó en pleno mes de julio la ruptura de todos los gobiernos autonómicos que conformaban con el Partido Popular, incluyendo el valenciano. La decisión conllevó la salida de los tres consellers voxistas de la Generalitat cuando apenas se había cumplido el primer año de legislatura. La salida dejó un Consell monocolor y un escenario de incertidumbre para el PP de Carlos Mazón en lo que restaba de legislatura, pues su partido no goza de una mayoría parlamentaria suficiente como para sacar adelante determinadas cuestiones en solitario, sin el apoyo de alguna de las formaciones de la oposición. 

5. - La derecha toma el control de À Punt y Antifraude. El pasado mes de marzo, PP y Vox presentaron una batería de reformas legislativas que afectaban a distintos organismos. Entre ellos, la radiotelevisión pública valenciana y la Agencia de Lucha Contra el Fraude y la Corrupción. Las propuestas modificaban un aspecto clave: las mayorías para elegir tanto al Consejo Rector que debería proponer un candidato a la presidencia de À Punt, como al director de Antifraude, de manera que no necesitaran a la oposición. En julio, populares y voxistas designaron a Eduardo Beut como sucesor de Joan Llinares al frente de la Agencia, y, hace apenas unas semanas lograron nombrar al 100% del Consejo de Administración de la cadena después de que Compromís y PSPV se desmarcaran y decidieran no registrar ningún candidato al considerar que su participación era un mero paripé del PP para 'dar voz' y espacio a la oposición, dado que la mayoría la seguiría ostentando la derecha. También renegaron del momento elegido para hacerlo, tras la Dana de octubre, si bien el partido que gobiernan lo justificó en la imprevisible salida de Alfred Costa de la dirección general. 

6. - El PP tocado judicialmente: condena a Zaplana. La Audiencia Provincial de Valencia condenó 10 años y cinco meses de prisión al expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo Eduardo Zaplana por los delitos de prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales. La Sala le impuso, además, 17 años y 10 meses de inhabilitación para empleo y cargo público, otros tres para el ejercicio de su profesión y multas por un importe superior a los 25 millones de euros. A pesar de haber logrado esquivar otras causas judiciales, como el caso Naseiro, IVEX o el caso Terra Mítica, no pudo salir indemne del caso Erial, que investigaba una presunta trama creada para el cobro de comisiones derivadas de la concesión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV), realizadas en 1997 durante la gestión del exjefe del Consell, y del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana, puesto en marcha en 2003. La investigación se inició en 2015 y fue conocida en 2018, cuando el expresidente valenciano fue detenido y encarcelado. Casi una década después, la Audiencia condenó al expresidente. 

7. -Diana Morant, secretaria general del PSPV. La derrota electoral del 28 de mayo del año pasado y la decisión de Ximo Puig de no optar a revalidar el cargo de secretario general de los socialistas valencianos desenvocaron en la convocatoria de un congreso extraordinario del PSPV. Una cita que tuvo lugar en marzo y en la que resultó electa la ministra de Ciencia, Diana Morant, al no tener rival -los otros aspirantes, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa, acordaran retirar sus precandidaturas a cambio de integrarse en la futura dirección- y que la situaba como líder del principal partido de la oposición.

8. -Elecciones europeas: adiós a Marzà y Sandra Gómez. Las elecciones europeas del 9 de junio otorgaron la victoria en España al Partido Popular, con 22 escaños, seguido del PSOE, con 20 eurodiputados. Mientras tanto, candidaturas como la de Sumar, se quedaron con tres representantes, lo que le permitió a Vicent Marzà conseguir escaño y devolvió a Compromís al escenario europeo. El castellonense tomó así el testigo de Jordi Sebastià, que tras cinco años en el Europarlamento, no consiguió revalidar en las pasadas elecciones de 2019. Así, tal como venían prediciendo las encuestas electorales en las últimas semanas, el Europarlamento contará con cinco voces de raíz valenciana. Desde el popular Esteban González-Pons hasta las socialistas Leire Pajín o Sandra Gómez, el propio exconseller de Educación o el desconocido 'número dos' del partido de Alvise, Diego Solier, con Se acabó la fiesta.

9. - Adiós a los clásicos: Ribó se retira. El exalcalde de València y reconocido dirigente valencianista, Joan Ribó, tomó la decisión de abandonar el cargo como concejal del Ayuntamiento de València el pasado mes de febrero. Una salida que, en realidad, era previsible después de la derrota electoral de los últimos comicios locales. Los resultados abrieron la puerta a que el líder de Compromís tomara la decisión de retirarse de la primera línea política y diera paso a la renovación del liderazgo de la coalición valencianista en el Cap i Casal tras ocho años al frente del Ejecutivo local y otros tantos haciendo oposición a Rita Barberá. 

10. - Amparo Piquer, coordinadora de Més Compromís. El congreso de Més (antiguo Bloc) permitió a Piquer revalidar su liderazgo al frente del partido mayoritario de la coalición Compromís. Ahora bien, del porcentaje de apoyo que obtuvo la actual dirigente para situarse al frente de la formación (un 53%) se pudieron extraer dos conclusiones: la primera, que existe una división a la interna significativa, pues el respaldo a las otras dos candidaturas críticas fueron significativas; la segunda, que el cónclave no terminó de servir para resolver el problema de liderazgos de cara al futuro que sufre la formación y, en conjunto, la coalición.