VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ha rechazado facilitar información sobre el número de entradas vendidas e invitaciones del ciclo Conciertos de Viveros 2024, un evento financiado con dinero público que forma parte de la Gran Fira de Juliol. La negativa persiste a pesar de que el Síndic de Greuges ha emitido una resolución exigiéndoselo, por lo que el ente acusa al consistorio de no cumplir con las recomendaciones de transparencia exigidas por la institución.
Según el documento consultado por este diario, el Ayuntamiento argumenta que la información solicitada afecta a empresas privadas contratadas para la gestión del evento —las promotoras—, y que solo podría divulgarse con su consentimiento explícito. En su respuesta, el consistorio afirmó que las cifras relativas al aforo, las entradas vendidas, los precios, y las entradas obsequiadas no forman parte de la información estipulada como pública en los contratos: "sin el consentimiento explícito (solicitado en su día) de las referidas empresas, esta Administración Pública no puede ni debe hacer cesión de la información que se solicita", afirma la concejalía liderada por Mónica Gil.
El Síndic ha rechazado este argumento, afirmando que la obligación de transparencia no se limita a lo contenido en el expediente de contratación. En su resolución del 10 de octubre de 2024, recuerda que la Ley de Transparencia y Buen Gobierno de la Comunidad Valenciana establece que los datos relacionados con eventos públicos financiados con fondos municipales deben estar disponibles para el escrutinio ciudadano. Además, destaca que la información ofrecida por el Ayuntamiento en respuesta a las solicitudes previas del Síndic ha sido parcial y presentada de forma agregada, dificultando el acceso a los datos completos.
Cabe recordar que aunque la gestión de la venta de entradas depende de las promotoras, los Conciertos de Viveros es un evento financiado por el Ayuntamiento, que costea toda la estructura con fondos propios y luego cede el espacio a cada empresa organizadora para que venda las entradas y recoja el dinero de las barras a su riesgo y beneficio.
La actitud del gobierno local ha generado críticas desde la oposición. Pere Fuset, concejal de Compromís y antiguo responsable del ciclo de Conciertos de Viveros, opina que “es muy preocupante que el gobierno de Catalá prefiera ser señalado públicamente como institución opaca por el Síndic de Greuges que reconocer la realidad de las cifras y evidenciar que han mentido sobre ellas”, declaró.
Fuset también cuestiona la gestión del ciclo bajo el actual equipo de gobierno, señalando una supuesta bajada notable en la asistencia del ciclo en 2024: “Satisfacer la petición del Síndic era tan fácil como informar de cuántas entradas se vendieron y regalaron de unos conciertos de Vivers organizados con dinero público y en los que el concierto suspendido de Bertín Osborne no ha sido el único pinchazo”, afirmó. “El sectarismo, la censura al valenciano y los vetos a la diversidad musical le han pasado factura a un ciclo de conciertos en decadencia”, concluye.
El Síndic de Greuges también cuestiona la falta de acción del Ayuntamiento para asegurar el acceso a la información solicitada. En su informe, destaca que el consistorio no ha tomado las medidas necesarias para cumplir con sus recomendaciones ni ha justificado por qué los datos requeridos podrían considerarse confidenciales. Según la resolución, la administración debería ejercer un control efectivo sobre los ingresos generados por las entradas, ya que el evento está organizado por el propio Ayuntamiento.
Además, el Síndic subraya que las obligaciones de transparencia de una administración que no pueden ser delegadas ni limitadas por acuerdos privados: “En ningún caso podemos asumir que los datos de aforo registrado y venta de entradas en un acto organizado por el propio Ayuntamiento de Valencia sean materia de restricción por parte de las empresas contratadas”.
En su resolución anterior, fechada el 10 de octubre de 2024, el Síndic pidió al consistorio proporcionar una tabla con los datos exactos sobre el aforo registrado, las entradas vendidas, los precios y las entradas obsequiadas para cada concierto, que es a lo que se ha negado el Ayuntamiento finalmente.
