VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València empieza el camino para la organización de los Conciertos de Viveros de 2025. Hace apenas unos días ha publicado en la Plataforma de Contratación una licitación para el montaje del escenario de la próxima edición, aumentando el presupuesto base un 25% respecto al año anterior, con el objetivo de atraer ofertas y evitar que el concurso quede desierto como ha ocurrido este año. La nueva propuesta contempla un presupuesto de 324.074,3 euros, frente a los 258.819 euros licitados inicialmente en 2024.
Los plazos también cambian. Este año ninguna empresa presentó oferta durante el plazo de licitación ordinaria, lo que obligó al consistorio a recurrir a un contrato de emergencia, adjudicado finalmente a la empresa Sagarmanta por un importe de 321.049 euros, un 24% por encima del presupuesto inicial. El motivo principal es que el presupuesto no se ajustaba al mercado (desde la pandemia ha aumentado significativamente sus precios) y ninguna empresa quiso presentarse. En 2022 problemas similares obligaron al Ayuntamiento a contratar de urgencia escenarios para otros eventos de la Gran Fira de Juliol, en un contexto que afectó a múltiples festivales en toda España debido a la alta demanda de infraestructura técnica.
El expediente fue aprobado en una sesión ordinaria de la Junta de Gobierno Local el pasado 15 de noviembre. Según el acuerdo, el contrato se formalizará antes del 16 de junio de 2025 y tendrá posibilidad de prórroga para el año siguiente. De esta manera, el Ayuntamiento se cura en salud, esperando que la dotación permita licitar el contrato a la primera.
La infraestructura del escenario es el gran contrato público de los Conciertos de Viveros, un evento que combina la gestión pública y privada. Mientras el Ayuntamiento asume los costes del montaje y la organización logística, las promotoras se encargan de la programación artística y recogen los ingresos de taquilla. El espacio cuenta con capacidad para 5.000 personas e incluye áreas gastronómicas, zonas accesibles para personas con movilidad reducida, aparcamientos para bicicletas y césped artificial.
Los Conciertos de Viveros empiezan así el recorrido de la organización de su próxima edición tras un año lleno de polémicas por el cambio de rumbo en el cartel, que decide discrecionalmente la Concejalía de Fiestas y Tradiciones, liderada por Mónica Gil. El gran revuelo mediático fue el concierto de Bertín Osborne, que apenas vendió un 10% de entradas y acabó cancelándose, alegando consecuencias físicas de la covid-19.