La película sigue los pasos del escritor y sus más célebres personajes literarios por la capital francesa
VALENCIA. “Yo digo que París es una mujer; y es un poco la mujer de mi vida”, dejó dicho Cortázar. Y efectivamente, la capital francesa fue una amante eterna, presente en casi todos sus relatos, entrevistas y novelas, incluyendo la celebérrima Rayuela. Ya solo la relación amorosa entre los personajes de Horacio Oliveira y la Maga podría dar lugar a una ruta propia, que cruzaría el boulevard Saint Germain hasta el Quai Conti, pasaría por el Pont des Arts, se adentraría en una de las librerías de la rue Verneuil…
No hay mejor manera de adentrarse en el universo iconográfico cortazariano que siguiendo los pasos del escritor por el París y el Buenos Aires de hoy en día. Perdiéndose por el laberinto de sus calles con una de sus novelas en la mano. En París caminaríamos por la misma galería Vivienne, con sus suelos de mosaico y sus elegantes arcadas, que sirvió de escenario para el relato “El otro cielo”; pasaríamos por el pretil del Sena, una de las localizaciones de “El perseguidor” donde se producían los encuentros dialécticos entre el saxofonista Johnny Carter (personaje inspirado en Charlie Parker) y el crítico de música Bruno; nos sentaríamos en una de las mesas del restaurante Polidor, en pleno Barrio Latino, donde arranca la novela 62. Modelo para Armar (local frecuentado por otros autores como Boris Vian, y donde se celebraban las reuniones patafísicas que tanto gustaban a Cortázar).
Esta ruta literaria –que de hecho ya propone la Casa Cervantes de París- no olvidaría lugares de interés biográfico como la casa de la place du Général Beuret, que compartió con su primera mujer, Aurora Bernárdez, o la de la rue Martel, donde el novelista vivió con su segunda esposa, Carol Dunlop; el café Old Navy, en cuyas mesas escribía Cortázar frecuentemente, o el cementerio de Montparnasse, donde descansan sus restos junto a los de Sartre, Baudelaire y Samuel Beckett.
Todos estos lugares componen el contexto esencial de un nuevo documental en cuyo montaje trabaja en estos momentos el cineasta independiente Guillermo Alcalá-Santaella, quien ya adaptó el cuento del escritor argentino Continuidad de los parque en un cortometraje que fue incluido en el último Sundance Channel Short Competition. Acompañado en calidad de asesor por el escritor y profesor de la Universidad del CEU San Pablo Miguel Herráez, así como por el fotógrafo Carlos Martínez, el realizador valenciano viajó a París el pasado mes de junio para rodar frenéticamente durante apenas cinco días. Durante la visita aprovechó para entrevistar al pintor argentino Julio Silva, amigo íntimo del novelista y a Philippe Prouff, cineasta francés responsable de una adaptación de La isla a mediodía incluida en la programación del festival La Cabina 2015.
"Lo que más me ha llamado la atención es descubrir a través de amigos como Silva que Cortázar era un hombre enormemente humilde y sencillo, que no quería darse cuenta del lugar que ocupaba en el mundo de la literatura", explica Alcalá-Santaella.
La supervisión de Miguel Herráez, gran conocedor de la obra de Cortázar, ha sido crucial en este proyecto autoproducido, que verá la luz durante el primer trimestre de 2017. Este profesor universitario tiene en su haber una ya larga serie de investigaciones acerca del autor de Rayuela, de entre las que destacan su libro Julio Cortázar, una biografía revisada y Dos ciudades en Julio Cortázar, además de su reciente Diario de París con 26 notas a pie, en el que recorre la mayoría de los escenarios cortazarianos de esta ciudad mágica, que el novelista describió acertadamente como “un corazón que late todo el tiempo”.