VALÈNCIA. Nuria Enguita ya es directora del IVAM. La que fuera hasta hace unos días la máxima responsable de Bombas Gens llega a un museo que se convertirá en su nueva casa. Y no lo hace sola. Su llegada ha provocado una inusual fotografía, al menos en la 'nueva normalidad', de la mano de la secretaria autonómica de Cultura y Deportes, Raquel Tamarit, y el conseller de Educación, Cultura y Deportes, Vicent Marzà. Y es que han pasado no pocos meses de la última visita, al menos en el ámbito público, del conseller al museo, una distancia marcada desde antes de verano y que convirtió el de ayer en un encuentro excepcional.
Hace meses que el conseller de Cultura no pisa un IVAM que ha estado en el ojo del huracán, una presencia de los representantes políticos que ha quedado limitada a las reuniones del Consejo Rector para el desarrollo del concurso de dirección o, recientemente, una rueda de prensa guiada por Tamarit ante la indisposición del anterior director del centro, José Miguel G. Cortés. Por este motivo tampoco hubo foto de ‘familia’, una imagen incómoda para unos y otros que se ha logrado evitar durante estos últimos meses de transición.
La polémica salida de Cortés, anunciada en mayo con acusaciones de "control político" de por medio y hasta la dimisión en bloque del Consejo Asesor, evidenció una falta de sintonía que no hizo más que empeorar conforme pasaban las semanas, un ambiente caldeado en el seno del museo que tenía una fecha clave: 23 de septiembre. Con el fin de contrato de Cortés y la llegada de Enguita no solo comienza una nueva etapa artística en el museo sino también un borrón y cuenta nueva en su relación con conselleria.
Sobre el proceso de selección, el conseller lo calificó de “positivo” a pesar de que solo interesó a dos candidatos, un proceso que, explicó Marzà, tiene su punto fuerte en el modo. “Lo que hay que valorar es la forma de funcionar”, incidió Marzà durante la presentación, un discurso más encorsetado que el de Tamarit hace unos días, quien confesó: “Me habría gustado que hubiera más competencia”. Por su parte, preguntada por la polémica transición, Enguita optó por el silencio. “No voy a hablar del pasado”, zanjó.
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