VALENCIA. El crowdfunding, a veces, hace milagros. Los trabajos de consolidación estructural de los muros del antiguo convento de San Guillermo ya se han iniciado gracias a la aportación de vecinos y colaboradores anónimos que no han querido permitir que desaparezca la construcción.
Las obras llegan un siglo después que se desmantelara para utilizar sus sillares y piedras en la construcción de la central hidroeléctrica, una infraestructura que hacia 1914 suponía una gran novedad y avance para la comarca. Fue en aquel año cuando el antiguo convento franciscano quedó desmembrado y olvidado, en ruinas.
La participación social ha sido clave para frenar el deterioro, una iniciativa que bajo el nombre 'Apadrina un sillar' ha logrado los fondos suficientes como para ejecutar esta sobras de urgencia. La campaña fue puesta en marcha en 2011, consistiendo en la adquisición de forma simbólica de un sillar de los que su portada principal todavía conserva, con el objetivo de ayudar a financiar su recuperación. Tras varias campañas realizadas mediante jornadas de voluntariado por parte de los vecinos y veraneantes de la zona, donde se han unido muros, apeado la portada principal o protegido las coronaciones de los muros, ha llegado su intervención más notable.
Los trabajos que se están ejecutando ahora sirven para estabilizar la estructura que no llegó a demolerse y que ha sobrevivido en pie un siglo entero. La campaña 'Apadrina un sillar' ha sido impulsada por la Asociación cultural Castielfabib, proyecto que ha contado con la colaboración del ayuntamiento de la localidad y con la ayuda técnica de las empresas ARAE Patrimonio y Restauración y CAVEA Patrimonio Cultural.
Apuntalamientos mediante intervenciones reversibles, consolidaciones de esquinas inestables y colmatación en lugares con infiltraciones de agua hacen de esta intervención un ejemplo que prácticamente sigue las teorías de John Ruskin en restauración, donde con “muletas” o simples gestos de apeo se garantiza la estabilidad de la ruina, según define el presidente de la Asociación Cultural Castielfabib y arquitecto, Álvaro Vázquez-Esparza.
Además, se están programando las jornadas de participación y voluntariado para este verano 2016 donde se contarán con actividades de difusión del patrimonio para los más pequeños y con charlas informativas sobre las intervenciones acometidas hasta la fecha, así como un foro abierto para propuestas de futuros usos de dicho espacio histórico.
Los Arcos de Alpuente es considerado Yacimiento Arqueológico y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Monumento
