Casar considera que la institución ha sido maltratada por todas las administraciones y lamenta su "escasa visibilidad"
VALENCIA (EFE). El director provisional del Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia, José Ignacio Casar Pinazo, apuesta por que este espacio museístico, la segunda pinacoteca más importante de España, se dirija hacia un modelo de mayor autonomía, similar al del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).
Casar Pinazo, arquitecto de profesión y hasta su nombramiento, a principios de septiembre, jefe del servicio de Promoción Cultural de la Generalitat, defendió en una entrevista con la Agencia EFE que ese no es un modelo "novedoso ni extraño", pues lo comparten también el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y el Patronato del Misteri d'Elx.
En su opinión, un elevado rango de autonomía permitiría gestionar mejor las decisiones del museo, si bien esta reflexión "está abierta", ya que la decisión final pasa por un acuerdo con el Ministerio de Cultura y con el propio patronato del museo.
Tras su primer mes en el cargo, en sustitución de Paz Olmos, Casar Pinazo reflexiona sobre la situación del museo -que abrió sus puertas en 1839 y alberga en la actualidad 2.500 obras-, que según lamentó "ha estado muy abandonado por la propia Generalitat".
El presupuesto que el Consell destinaba hasta ahora al museo estaba "diluido" dentro de las cuentas de la dirección general de Cultura y Patrimonio, sin existir una dotación concreta que sí tenían otros organismos culturales como el IVAM, el Patronato del Misteri d'Elx o el Consorci de Museos.
Aseguró que esta situación se va a "revertir" y que los presupuestos de la Conselleria de Cultura para 2016 incluirán un epígrafe para el Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia, un cambio "muy importante".
Según explicó, el museo adolece de una "escasa visibilidad" social, y sostiene que el proceso de obras de rehabilitación que está realizando el Ministerio definirá el modelo funcional y arquitectónico del edificio, anexo a los Jardines del Real."
Casar Pinazo, bisnieto del pintor valenciano Ignacio Pinazo, ve en la provisionalidad de su cargo un "acicate para hacer las cosas bien, pero también con celeridad", y aseguró que aceptó el puesto porque con el cambio en el gobierno de la Generalitat consideró que era el momento de "dar el callo" e implicarse.
Asume como retos "intentar que el museo vuelva a tener visibilidad y reconocimiento público", pero también "un equipo", y volver a contar con la gente y los técnicos de la casa, que "de la mano del abandono, de no contar con ellos", optaban por "encerrarse en su despacho".
De hecho, una de las primeras reuniones que mantuvo tras su nombramiento fue con los trabajadores del museo, a quienes trasladó su intención de "contar con ellos", porque defiende que "esta institución puede funcionar si toda la gente que se deja aquí la piel está de acuerdo en que funcione".
Consideró también necesario "retomar" la relación institucional con el Ministerio, titular del museo aunque la gestión depende de la Generalitat, y convocar el pleno del patronato, "que no se reúne desde 2005".
En cuanto a sus prioridades, pasan por resolver los problemas de seguridad, la protección contra incendios y la intrusión, y "velar por optimizar el gasto".
Sobre el futuro modelo del museo, que no se ha repensado desde hace 30 años, sostuvo que debe conllevar también replantear "cómo se transmite el conocimiento" de sus fondos, y defiende, entre otras propuestas, la instalación de interfaces, incrementar la presencia en las redes sociales y mejorar la escasa presencia de la escultura en las salas.
El Museo alberga 2.500 obras entre piezas arqueológicas, dibujos y grabados, tablas góticas, esculturas y obras de maestros valencianos como Juan de Juanes o José de Ribera y de otros artistas como Velázquez, Goya, Rembrandt, El Bosco, El Greco y Joaquín Sorolla.