Durante los cuatro días se pueden ver cinco largometrajes y cien cortometrajes, con entrada gratuita a todas las proyecciones
VALÈNCIA (EP). El Cinema Internacional de Merda (CIM) de Sueca (València) arranca este jueves, 26 de septiembre, con el estreno de Harvey Johnson, un largometraje valenciano de acción de bajo presupuesto, junto a otras cuatro películas y cien cortometrajes de serie B, gore y trash.
Durante los últimos ocho años, cientos de aficionados a este tipo de cine han "peregrinado" a Sueca para disfrutar de un festival "unánimemente reconocido por crítica y público como el más imbécil del panorama mundial", destaca la organización en un comunicado. El certamen ha multiplicado su presupuesto y ha ganado popularidad "año tras año".
De hecho, junto al Horrorvision de Barcelona, el B Retina de Cornellà, el Bai de Fest de Roses y el Fangofest de Amposta, es uno de los festivales más importantes de su especialidad.
Las proyecciones del CIM Sueca son "una fiesta en sí mismas", ya que los asistentes interaccionan libremente gritando o aplaudiendo, normalmente coincidiendo con las salpicaduras de sangre, las amputaciones de miembros o las vísceras que se muestran en la pantalla. El público también es "absoluto protagonista" a la hora de dar los premios: todas las películas se someten a estricta votación popular para decidir los galardones, tanto a las mejores como las peores producciones.
El CIM 2019 arranca con Harvey Johnson, una película valenciana de
acción, aventura y katanas. El viernes 27 destaca la proyección de Forgotten Scares, un documental sobre el cine de culto belga,"gran desconocido en España". El "plato fuerte" llegará con el estreno de Mutant Blast, el sábado 28 a las 18 horas, cuando el ganador del primer CIM Sueca, el portugués Fernando Alle, presentará su primer largometraje coproducido por la mítica Troma Films.
Las sesiones golfas del viernes y sábado, donde "la fiesta y el sufrimiento se prolongan hasta la madrugada", son de las más esperadas por los fans más curtidos, que a menudo pugnan entre ellos por "el dudoso honor de permanecer en el sillón hasta el final".
