'ESPERANDO A GODOY'

El homenaje al último propietario de l'Albufera reúne al sector arrocero

29/07/2016 - 

VALENCIA. Los concejales Roger Planes, Consol Castillo y Sergi Campillo han asistido a la recreación que el grupo teatral Sense Nom ha ofrecido a los asistentes. Los invitados han sido citados en un punto de encuentro sin saber lo que les esperaba en el espacio del Saler. Un camino que se adentraba a través de los pinos y las dunas en el que eran sorprendidos por los actores que recreaban el estilo de vida de la época. Una vez recibidos en la Casa de la Albufera, les esperaba una representación de los protagonistas del siglo XVIII maridado con ritmos de Chimo Bayo y Benny Hill. Para finalizar el homenaje, la D.O Arroz de Valencia -representada por su presidente Ricardo Circar- ha invitado a los presentes a una degustación de arroces tradicionales.

Con esta acción, la D.O Arroz de Valencia pone en alza la figura de Manuel Godoy, un personaje que ha influido en la historia del paraje más representativo y valioso de la Comunidad Valenciana. Manuel Godoy fue el último propietario real de La Albufera, declarada oficialmente parque natural en 1946. Carlos IV nombró en 1802 a Godoy con el título de Ducado de Sueca y de la Albufera, concediéndole los derechos de pesca en el lago correspondiente, así como la propiedad de agua, riegos y plena jurisdicción sobre la villa. En el año 1865, el lago pasó a ser propiedad del Estado, dando por finalizados más de seis siglos de propiedad real. En este tiempo, Manuel Godoy preservó el coto de caza y la Albufera como paraje natural.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arroz de Valencia representa y defiende la cultura del arroz con más de 1200 años de historia. Con este acto, pretende poner en valor la figura de Godoy y, por ende, la multifuncionalidad del cultivo. La marjal es un espacio en el que tradicionalmente han convivido diversas actividades económicas como la pesca, la caza y el cultivo del arroz. En concreto, gracias a que muchos parajes emblemáticos fueran declarados cotos de caza, convertidos hoy en día en parques naturales, y así fueran preservados de la roturación de las tierras.

A su vez se encarga de certificar las variedades del arroz identificados con un sello de calidad propio que garantiza que un cultivo exclusivo de estas variedades locales en un medio natural adecuado, con un sistema de riego que favorece la maduración homogénea del grano alcanzando la más elevada calidad industrial y culinaria.