VALÈNCIA. La decisión de la gestora de la Librería Dadá, Inma Pérez, de abandonar el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) tendrá más consecuencias de las esperadas inicialmente en el museo. Tras la salida prematura del negocio, que se instaló en el centro dirigido por José Miguel G. Cortés hace dos años, muchos podrían haber pensado que su lugar sería ocupado por otro espacio similar, sin embargo no será así. Efectivamente, después de Dadá no vendrá otra librería. Ha sido el propio museo el que ha tomado la decisión de no sacar un nuevo concurso teniendo en cuenta las razones económicas esgrimidas por su hasta ahora gestora para continuar en el mismo. Las dificultades para hacer viable el proyecto han llevado al IVAM a renunciar a contar con este servicio, tal y como han confirmado desde el propio museo.
La decisión, lógicamente, tendrá consecuencias directas en la distribución de los catálogos que el museo edita de manera regular de acuerdo con el calendario expositivo. De esta forma, el IVAM pasará de vender los volúmenes en la tienda del museo a hacerlo a través de sus canales de venta online, con la posibilidad de que también se haga en la propia recepción del museo. Este movimiento, en cualquier caso, no quiere decir que el espacio hasta ahora ocupado por la librería Dadá vaya a quedar clausurado, sino que se convertirá en una sala multidisciplinar, un espacio abierto a talleres o distintas actividades que próximamente definirá su programación. Una cosa está clara en el museo: la sala no quedará cerrada y sin uso.
Esta no es la primera vez que el museo valenciano redefine uno de sus espacios, empezando por el restaurante La Sucursal. Tras años de colaboración, su traslado al Veles e Vents dejó al IVAM sin el restaurante y con una sala por redefinir. Como en el caso de la librería, en esta ocasión también se apostó por cambiar el rumbo del lugar. El espacio ocupado hasta ese momento por La Sucursal pasó a convertirse en una sala multidisciplinar bajo el nombre IVAMlab, un espacio "abierto a acciones de diálogo y confrontación de ideas de diferentes colectivos", comunicaron desde el museo en 2016, cuando fue inaugurado. Con una capacidad para aproximadamente 100 personas, la sala está situada en la parte superior de la cafetería y tiene entrada independiente, un espacio por el que en sus casi dos años de vida ha pasado Moisés Mañas, para presentar su proyecto Parlamento1#; José Maldonado y su trabajo Doble Y/O Nada o un ciclo de conferencias de la mano del arquitecto David Estal.
Fue la pasada semana cuando se conoció la intención de Dadá de cerrar las puertas de su librería en el IVAM apenas dos años después de abrir las puertas del establecimiento, siendo el contrato de cuatro años. “Dadà tiene una larga experiencia en museos, ya que regenta desde hace años la librería del MuVIM. Es además reconocida por su trabajo en la difusión de fanzines y otros textos autoeditados", informaban desde el museo una vez se seleccionó la propuesta. Efectivamente, la marca no era una desconocida para el público, siendo una pieza clave en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat, donde continúa operando con éxito. Sin embargo, la ubicación de la tienda en el IVAM -sin acceso desde el exterior y con poca visibilidad con respecto a su hermana en el MuVIM- o el horario de apertura, entre otras cuestiones, han llevado a un cierre prematuro que deja al museo huérfano de librería.
Lo cierto es que el panorama de las tiendas en los museos valencianos no siempre ha sido positivo. Dos años después de cerrar la anterior, era en 2014 cuando el Museu de Belles Arts de València daba una nueva oportunidad a un establecimiento de este tipo, inaugurado por la entonces consellera de Cultura MªJosé Catalá. El proyecto, sin embargo, se alargó poco en el tiempo y actualmente permanece cerrada. Peor suerte corrió el proyecto de tienda de merchandising para el Palau de les Arts. Fue en 2016 cuando el coliseo inició un procedimiento para la instalación, montaje y explotación de una tienda, un proceso del que nunca más se supo. Mejor suerte podría correr el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV), que entre sus planes próximos tiene abrir en el Centre del Carme una tienda donde se comercializaran “además de publicaciones propias de las actividades realizadas por los centros consorciados, productos especializados y merchandising que será resultado de la colaboración con creadores valencianos como diseñadores, artistas o ilustradores”.