VALÈNCIA (EP). El Museo L'Iber de València invita a seguir los pasos de uno de los mayores aventureros de la historia con la exposición 'Marco Polo: Un viaje a los confines del mundo'. La muestra, integrada por más de 600 piezas, llega al museo de los soldaditos de plomo con el objetivo de dar a conocer las civilizaciones que atravesó Marco Polo, después de una gran tarea de adquisición y restauración. Y lo hace mediante piezas de marcas como Alymer y Mundiart de Burjassot, que representan "el buen hacer de los artesanos valencianos y de nuestro sector juguetero". Junto a ellas, también se exhiben otras de factura española como Andrea Miniaturas, De Tara o Beneito, así como de talleres internacionales con marcas tan antiguas como la alemana Heyde o Berliner Zinnfiguren, la japonesa Miniature Park, la italiana Emi, las británicas New Hope Design, Elite Miniatures, Victoria's Empire o la rusa Niena.
Para configurar la muestra se ha procedido a seguir "un elaborado plan de documentación, restauración y escenificación de las piezas en su conjunto", destacan los responsables de la actividad. La selección cuenta con cerca de 650 piezas. En su mayoría se trata de miniaturas históricas algunas pintadas por artistas de reconocido prestigio como Juan Manuel Moreno o Jesús Roig o realizadas por Maisa Serrano: soldados venecianos, cruzados, elefantes indios, geishas japonesas, guerreros mongoles, lanceros de Ceilán, arqueros chinos, camelleros árabes y bailarinas orientales. Se pueden encontrar asimismo barcos en miniatura: naves españolas y un junco chino sobre un mar tormentoso o una góndola veneciana en sus canales. Textiles turcos y chinos antiguos junto a telas persas con miniaturas pintadas decoran esta muestra. El programa de actividades creadas con motivo de la exposición 'Marco Polo: un viaje a los confines de la tierra', se ha realizado en colaboración con AIUTA (Association Internationale des Universités du Troisième Âge) y consta de un ciclo de conferencias, viajes culturales, talleres didácticos, club de lectura y mesas redondas.
En una exposición temporal sobre la historia de los Estados Unidos con casi 1.400 piezas fabricadas entre los años 50 y 80