VALENCIA. El pasado lunes 7 de diciembre se celebró el único debate público capaz de reunir a las cuatro voces que, según los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), acogerán la mayor parte de representantes en las próximas Cortes Generales del Estado de España. En la dinámica, auspiciada por el grupo de comunicación Atresmedia y autodeclarada decisiva, ni las preguntas de los moderadores ni las inquietudes electorales de los cuatro líderes políticos reservaron un solo segundo a la Cultura.
El candidato a la presidencia del Gobierno por el Partido Popular en 2010 y a la postre presidente, Mariano Rajoy, puso sobre la mesa en mayo de aquel año dos ideas centrales sobre las que se concretó su programa para las industrias creativas, que en cifras de la Unesco publicadas este mismo mes suponen el 3% del PIB Mundial (entre el 3,5 y el 4% del PIB en España). Esos dos proyectos, incluidos a su propuesta en el programa electoral elegido por mayoría absoluta por los españoles en las elecciones de noviembre de 2011, ambicionaban crear "un gran pacto nacional por la Cultura" y "una ley de mecenazgo". Ninguno de los dos se ha concretado y ni siquiera se ha alcanzado una aproximación a los mismos, con la batalla por una reducción del IVA para los productos culturales y la personificación de esta decisión en el ex ministro del ramo José Ignacio Wert como bancal para la inacción.
Por contra, sí se ha puesto en marcha una determinante Ley de Propiedad Intelectual. Aprobada con los votos en exclusiva del PP, la atención sobre la norma la acaparó la Asociación de Editores de Diarios (AEDE) que logró expulsar el servicio News de Google bajo su presión al Gobierno, pese a que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia o las asociaciones de internautas argumentaran su oposición a tal extremo. La norma inició un despliegue de posibilidades para la persecución de la piratería y aumento la transparencia en las entidades de gestión de derechos (Sociedad General de Autores y Editores, por ejemplo) para establecer un control teóricamente superior sobre sus motivos de tarificación.
Más allá de los proyectos legislativos frustrados y los alcanzados, ninguna industria se ha permitido una caída de 27,7% de bajada en su consumo durante la crisis. En ese lustro que va del aciago 2008 al 2013 (el último dato del que se tienen cifras consolidadas al respecto), cada español ha pasado de gastarse 372 euros anuales en cultura a 265. O lo que es lo mismo, de los 17.000 millones de euros consumidos en estos bienes en 2008 a los 12.000 del penúltimo ejercicio, pese a que la contracción en la masa de mercantiles no se corresponda con esta resta: de las 112.643 del primer año a las 108.546 del segundo, todos ellos datos recogidos en el II Informe sobre el Estado de la Cultura en España de la Fundación Alternativas.
El PP no modificará el tipo de IVA cultural en la próxima legislatura si gana
El Partido Popular tenía la posibilidad de distinguirse ante el resto de competidores cuantificando en euros sus 27 ideas para una 'Cultura de Vanguardia'. Sin embargo, no lo ha hecho. Su enumeración es, como la del resto de partidos, gratuita en tanto en cuanto desconocemos los recursos necesarios que comprende y de los que se dispone para hacer a lo largo de la próxima legislatura. Una condición extensible al resto de partidos que, sobre esta base, no escatiman en proponer leyes, pactos, 'grandes acuerdos', planes y un sinfín de nuevas estructuras para contentar en algún caso a casi cualquier disciplina artística.
Pero en el PP, entre esos 27 epígrafes, destaca la promoción de un Plan de Mecenazgo Cultural. Es decir, la degradación de lo que se impulsó como una ley en el pasado programa electoral pero que, suponemos que desde la experiencia frustrada de la intentona en los últimos cuatro años, se rebaja a la calidad de plan. Entre un amplio número de vaguedades que bien podrían aparecer en cualquier programa electoral presentado en democracia y a cualquier administración, ya fuera estatal, autonómica o local, aparece impulsar la cultura a niños y jóvenes (punto 5), la política integral para la protección del patrimonio (punto 8), el apoyo decidido (sic) al Instituto Cervantes (punto 10) o el apoyo institucional (sic) a editores y libreros (punto 18).
Destacan, quizá, la creación de un Estatuto del Creador (punto 16), la puesta en marcha de una Ley de Economía Creativa llamada a facilitar "su acceso a la financiación" (punto 17) y una cita al apoyo al sector de la animación digital (punto 25), "donde nuestro país ya ocupa una posición destacada" (alcanzada previamente a los mimos sectoriales ahora ofrecidos)". Casi con sorna, sobresale de forma negativa el epígrafe 19 en el que, como aportación, el PP propone mantener "el tipo súper reducido del 4% a los libros y revistas". Un punto en el que destaca que el Gobierno no se compromete a tocar el IVA en toda la siguiente legislatura.
El PSOE 'tocará' el IVA cultural de forma inmediata e impulsará capital riesgo y nido a través del ICO
Excluido el programa del PP, al peso (es decir, por número de hojas), el PSOE presenta el programa cultural más corto. Claro que cantidad no tiene por qué ser sinónimo de calidad y en sus primeras hojas, el ideario para la Cultura que defiende Pedro Sánchez hace un brillante análisis de situación. Pese a ello, no esquiva las vaguedades del tipo "incrementar de forma sostenida la dotación de Cultura en los Presupuestos Generales
del Estado" (por supuesto, sin porcentuar o cuantificar), "promover un Acuerdo Social y Político por la Cultura, que haga de la misma una prioridad política" (reunión frente a la acción) o asegurar que "como estado miembro de la UE impulsaremos una política europea para la cultura y las industrias de la creatividad europeas" (sic).
No obstante, destaca una apuesta decidida por la creación de algunas leyes primordiales: la Ley de Mecenazgo con bonificaciones a la exportación, por ejemplo; la Ley sobre el Derecho de Acceso a la Cultura en colaboración con autonomías y ayuntamientos; la Ley Orgánica de reconocimiento de la pluralidad lingüística de España o las reformas de la Ley de Patrimonio Histórico para dotarla de músculo, vinculándola a otra serie de normativas paralelas, y de la ya citada Ley de Propiedad Intelectual.
Además, proponen que el ICO sirva para generar capital riesgo y capital nido para la Cultura, enfocará a la igualdad de género como premisa de desarrollo dentro de los sectores y 'tocará' el IVA del 21 al 10% de forma "inmediata".
Programa completo de Cultura del PSOE
La Ley de Mecenazgo y unas reformas a fondo de RTVE y el Cervantes, destacados en el programa cultural de Ciudadanos
Está llamada a ser la formación que tenga la llave de La Moncloa, y aunque su programa cultural no escatima en los meandros habituales en los que acaban sedimentándose el resto de partidos, el de Ciudadanos es un programa para Cultura con algunos rasgos propios. De hecho, destaca su especial hincapié en la creación de un sector audiovisual en España competitivo. Se hace referencia expresa e implícita a las posibilidades que el cine y el audiovisual generan como marca para el país, además de entender que es una industria transversal en a apoyar con recursos propios y destacados. De hecho, esta especial sensibilidad lleva a que el número de propuestas estén muy por encima del resto de disciplinas; mientas que la música o la danza se resumen en un párrafo sin la menor concreción normativa o creativa, al audiovisual se le provee de un plan especial para la animación, la potenciación de una España film friendly dentro de Europa para la producción, la potenciación entre jóvenes del cine, la promoción exterior ya citada o una renovación de pies a cabeza para Radiotelevisión Española.
De hecho, se le dedica un espacio extenso en el programa a ese futuro para RTVE, entendiéndolo como vehículo transversal y fundamental para la Cultura. Así, se marca un modelo que pasa por "garantizar un servicio público de calidad", ser "referente de la producción audiovisual", "ser la ventana al mundo de la sociedad española", "ser la voz del español y las lenguas cooficiales" y coordinarse con las autonómicas para mejorar su viabilidad. Para ello, lo imprescindible: cambiar los objetivos del proyecto por "mérito y ejemplaridad". Además de establecer un código deontológico, C's hace una aportación propia inédita: crear un concurso internacional para el cargo público de presidente y dejar a un lado las votaciones por parte de los grupos representados en Las Cortes, reformar las tres leyes que le influyen directamente y 'talar' el número de directores y subdirectores.
Además de promover la Ley de Mecenazgo y el Estatuto del Creador (como el PP), de perfilar el INAEM y sus funciones o de un plan específico para el fomento de la lectura, se aborda un "plan para el Cervantes" y "cambios en la gestión". "El Instituto ha de profesionalizarse al máximo y dotarse de un mecanismo de gestión transparente y evaluable", resume en uno de sus puntos C's. Parece -a tenor del programa- que la 'formación naranja' tiene un especial interés por sanear la institución internacional, especialmente ante el "desafío de la penetración en Estados Unidos" del español.
Programa de Cultura completo de Ciudadanos
Podemos: un cambio de modelo radical hacia la comunicación
El casi medio centenar de folios que ocupa el programa de Cultura de Podemos apenas deja flecos sueltos; es decir, disciplina o sensibilidad artística de la que no hayan recogido su estado y hecho una propuesta específica para su mejora. Cuesta profundamente encontrarlo y, aunque se anticipan cambios como el del IVA (al tipo reducido), es cierto que lo más destacable es un cambio "transversal" del modelo cultural en el Estado.
Tanto es así que la intención es la de crear un Ministerio de Cultura y Comunicación, vinculando estas dos vertientes. La idea es tan vasta que aplica leyes de nuevo cuño para casi cualquier ámbito (Ley del Cine, la Ley de Artes Escénicas, la Ley de la Música, Ley General de la Comunicación Audiovisual, Ley de Mecenazgo y Patrocinio, Ley de la Lectura y Ley de Patrimonio Cultural... y hasta una Ley de las Enseñanzas Artísticas Superiores). No obstante, algunas de ellas, como la de mecenazgo, se encuentran exhaustivamente detalladas en la propuesta y así podemos saber que la intención programática es que "el 18% de los impuestos derivados de transmisiones culturales entre particulares o
sociedades se reinvierta en la cultura a través de un fondo" o que incluye que "aportaciones voluntarias de particulares y de empresas que optarán con ello a
desgravaciones fiscales variables que se establecerán en las correspondientes modificaciones de la Ley de IRPF y del IS", por ejemplo.
El documento es tan amplio que prácticamente recoge todo lo expuesto en los tres anteriores: la creación del Estatuto del Artista, la nueva Ley de Propiedad Intelectual, el plan para la internacionalización de lo producido en España o la incursión de la igualdad como motor dinamizador (como el PSOE). Las artes escénicas, las visuales, las audiovisuales, el libro y la lectura, la música, el patrimonio y los videojuegos tienen al menos una decena de medidas concretas y planes para su activación.
No obstante, la vinculación que de todos esos desarrollos se hace con la comunicación como eje estratégico y con el papel de internet como punto fundamental, hacen de este programa un escandallo elaborado de ideas, ambicioso en lo legislativo, pero con menos cabos sueltos entre todas las sensibilidades a satisfacer a partir del programa de Cultura.
Programa de Cultura completo de Podemos
Compromís también tiene una especial atención por el audiovisual
La candidatura de #ÉsElMoment que aúna a Podemos y Compromís en la Comunitat Valenciana contará con el vasto ideario de la formación estatal, pero también tiene sus propias ideas a partir de la coalición política valenciana. Así pues, el audiovisual vuelve a ser nuevamente el más mimado por el programa de Cultura de #ÉsElMoment. Con referencias constantes al valor de las televisiones autonómicas, se considera también un motor para la lengua propia de los valencianos y se menciona el caso de éxito y referencia de Estados Unidos con respecto a otras industrias y a su impacto social en el mundo.
Como cabía esperar, el programa parte de asuntos locales que lo hacen destacar. Propone un IVA superreducido para la cultura del 4%, una Ley de Mecenazgo y un código de buenas prácticas como el resto, pero por ejemplo reclama la "restitución en Valencia de los Archivos de Salamanca y las obras expoliadas" de los valencianos, quiero un cambio de modelo en el Cervantes para que incluya al resto de lenguas del Estado (y se llame centro de Culturas Hispánicas) o potenciar las fiestas y tradiciones populares.