CASTELLÓ. Madrid ha abierto sus puertas este mes de agosto al museo de arte contemporáneo de Vilafamés y hasta el próximo 1 de septiembre está siendo protagonista de excepción de la muestra 'El objeto cultural'. Se trata de una exposición individual en la que se pueden ver cerca de medio centenar de obras de arte procedentes del MACVAC en uno de los enclaves culturales que más visitantes tiene por estas fechas: el Centro Cultural Casa de Vacas del parque Retiro. Hasta allí se han trasladado piezas de Matisse, Appel, Genovés, Millares, Baselitz, Jacobson, Eva Lootz, Carmen Calvo, Ouka Lele, Grete Stern, Germaine Krull, Chillida, Tapies, Equipo Crónica, Miró o Picasso, gracias a una invitación que llegó a última hora y que tanto el gestor del museo, Joan Feliu, como el comisario de la exhibición, Nicolás Llorens, no dudaron en atender aun a costa de dejar de lado las vacaciones tanto ellos como del resto de técnicos y personal que han colaborado en esta cita.
Tal y como explica Feliu, pese a lo tarde que les realizaron la propuesta no dudaron en aceptarla "porque por el Retiro en estas fechas pueden llegar a pasar hasta 60.000 personas. El centro cultural es gratuito y está delante del embarcadero del parque. Nicolás se puso en contacto enseguida con la directora de Casa de Vacas, Lola Chamero, y plantemos la exposición. En ese momento es cuando decidimos que lo ideal era llevar una muestra de lo que es nuestro museo. Hemos llevado obra variada que va desde la fotografía a la pintura pasando por el grabado. Eso sí, no hemos incluido ninguna pieza de escultura".
Además, de trasladar las piezas del MACVAC, la intención de Feliu y de Llorens es que el espectador pueda reflexionar respecto a aquello que está viendo. "El espectador es quien decide que el objeto que está viendo tiene para él un significado cultural. Por eso nos interesaba que lo que sacáramos de Vilafamés fuera una representación variada de técnicas y de estilos", ha señalado.
El espacio de Casa de Vacas, con salas de dimensiones grandes, ha permitido que se haya podido trasladar piezas que habitualmente no salen del museo de arte contemporáneo por sus grandes dimensiones. "La muestra es muy vistosa y muy chula para el espectador, y para nosotros una gran oportunidad. No podíamos desaprovechar esta ocasión de promocionar Vilafamés y su museo en Madrid", ha añadido Feliu. En este sentido, el gestor reconoce que a los responsables del MACVAC les gusta preparar las exhibiciones con tiempo, al menos, con un año de antelación, para así repensarlas, reflexionarlas o preparar textos críticos, pero entienden que no se podía rechazar esta invitación pese a lo precipitado que era todo.
Por su parte, Nicolás Llorens ha señalado con respecto al fondo y la filosofía que envuelve a esta muestra "como la aparición de los primeros movimientos vanguardistas introdujo nuevas formas de expresión y conceptos que desafiaban las convenciones establecidas del arte y, con ello, se propició un nuevo posicionamiento del espectador. Este cambio implica que el observador ya no es un mero receptor pasivo, sino un participante activo en el proceso de creación y comprensión del significado de la obra de arte. De esta manera la obra de arte se convierte así en un objeto cultural dinámico, no solo por reflejar el contexto de su época, sino también por su capacidad de transformarlo". En este sentido, 'El objeto cultural' pone de manifiesto la interacción activa entre el arte y el observador y las reflexiones que esa interacción provoca.
Pero si la exposición en Casa de Vacas es una ocasión singular para Vilafamés y su museo, la ausencia de este medio centenar de piezas en el centro que lleva el nombre de Vicente Aguilera Cerní abre otra puerta no menos extraordinaria en Castellón. Y es que el MACVAC está estas semanas de agosto muy cambiado a como se encuentra habitualmente. "Para la gente de aquí o para los turistas de la provincia también es una ocasión única venir en estas fechas porque hay unas 40 piezas nuevas que se pueden ver. Son obras que forman parte de nuestros fondos, pero que no se exhiben por cuestiones de espacio. Ahora cobran protagonismo, por lo que también invitamos a vecinos y visitantes a que vengan a Vilafamés", ha indicado Feliu, quien añade que la muestra permanente, ahora alterada, es en sí una exposición temporal, puesto que a partir de septiembre todo volverá a cambiar. Eso sí, no se recuperará la obra tal y como estaba hasta ahora. "Una de nuestras señas como gestores del centro es lo mucho que movemos la obra expuesta. Por tanto, cuando recuperemos las piezas de Madrid, algunas descansarán durante unos meses y otras las reubicaremos. Aprovecharemos la ocasión para poder exhibir algunas obras que hemos incorporado a nuestro catálogo", ha matizado Feliu. Como no podía ser de otra manera, Baselitz, Picasso o Tapies volverán a las paredes del museo de Vilafamés: "Son demasiado importantes para nosotros".