CASTELLÓ. Vilafamés es un pueblo que lleva la cultura por bandera. Gracias al MACVAC, su museo, tiene una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes de España y, desde mitad del siglo XX, se ha erigido como lugar de residencia de una gran cantidad de artistas de renombre. El último de ellos, Claudio Reinero.
El andaluz, natural de Huelva, se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y tras ello ha recorrido lugares como Salamanca, Granada, Madrid o Berlín en busca de obtener la mejor formación posible. Tras ello, llegó a la pequeña localidad del interior de Castellón en busca de un sitio donde asentarse, donde formar una vida junto a su pareja, y en medio de la misma quedó cautivado por el carisma y la alegoría artística del pueblo.
"Los habitantes de Vilafamés están muy concienciados con que este es un pueblo que cuenta con un legado artístico importante. Aquí, la gente tiene un buen entender del arte y tiene en cuenta factores que en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia no se tienen. Te hablo de vivir el día a día con los propios artistas, tomarte un café con ellos, saludarlos en el supermercado o hablar de cosas cotidianas. Al final, esto enriquece tanto a la propia persona como al artista y en su obra se acaba viendo reflejado", cuenta Reinero.
El paso por Vilafamés de artistas de la talla de Uisó Alemany, Gabriel Cantalapiedra, Joaquín Michavila o José Palanca ha contribuido sin lugar a duda a ello. Han dejado un poso y un legado, "no solo de obras físicas, sino también de idea y de energía", destaca el andaluz, quien tras asentarse en la localidad abrió allí su propio estudio de arte.
Reinero tiene un estilo particular. Combina el arte clásico con el contemporáneo y, a nivel visual, cataloga sus obras dentro del "informalismo". Dentro de este género, hay un grupo que le ha inspirado por encima de todos y que ha calado en él "tanto a nivel visual como de ejecución". Este no es otro que el grupo El Paso, quien tiene expuesta una gran colección en el MACVAC de Vilafamés.
El artista acostumbra a realizar retratos. Pero no retratos cualquiera, huye de los "plásticos y fotográficos" para adentrarse en el "retrato interior, más psicológico, más mental". A la hora de crearlos, el andaluz se dedica a "jugar con lo abstracto" para llevar la sensibilidad que adquiere de las personas "a la figuración". Reinero tiende a escenificar personas, aunque en ocasiones hace lo propio con mascotas. En definitiva, está al servicio de lo que el cliente le demande.
En sus obras, el de Huelva también utiliza los colores, las texturas y las líneas para transmitir sensaciones y estados de ánimo. Todo, como explica, en función de factores estandarizados que se usan para leer los cuadros: "Leemos de izquierda a derecha, de arriba a abajo, y los artistas sabemos donde poner un elemento para que genere más tensión, más armonía o más equilibrio. Con los colores pasa lo mismo. Sabemos que el amarillo puede generar psicológicamente un estado de alerta o nerviosismo, mientras que el verde o el azul de calma o tranquilidad. Jugando con todo eso y con la expresión de la línea, del punto o de la mancha busco más o menos lo que yo quiero".
Reinero puede invertir en realizar sus retratos desde cuatro o cinco horas hasta meses. Él mismo cataloga su tiempo de trabajo como "muy subjetivo", pues hay obras que "lo mismo en tres, cuatro o cinco horas" las tiene listas, mientras otras le "cuestan meses" y las "va haciendo por etapas". Aunque, también tiene claro cual es la clave de un buen retrato, y no es otra que "pasar más horas observando y sin pintar que pintando, porque de esta forma saldrá una obra reflexionada, muy meditada y pensada".
Ahora, el andaluz tiene proyectos en marcha en Portugal, Burgos y la zona de Asturias, aunque lo más importante que tiene entre manos es adecuar su estudio en Vilafamés para la visita de la gente. "Lo estoy arreglando bien y quiero hacerlo un estudio abierto, para que cualquier persona que entre por la puerta pueda entrar sin ningún problema y, así, que puedan ver, tocar, hablar conmigo y comprar si quieren", especifica. Reinero está muy agradecido a la población por la acogida que le ha brindado, y qué mejor forma de demostrarlo que compartir su arte con todos los vecinos de la localidad.