Hoy es 3 de octubre
XÀBIA. El Museo Arqueológico Nacional (MAN) esconde en una de sus salas un bello ajuar del siglo IV anterior a nuestra era. Se trata de un tesoro compuesto por collares, una diadema y pulseras, piezas de oro y plata que fueron halladas en Xàbia en 1904.
Este conjunto de alajas de la época íbera acabó en Madrid y por fortuna no se fue a tierras galas, como cuenta el arqueólogo de Xàbia, Ximo Bolufer. El experto precisa que era octubre de ese año cuando los trabajadores de la “acaudalada” familia Torres Orduña preparaban unas tierras para el cultivo.
“Era una familia con muchos terrenos en Xàbia, otras localidades de la Marina Alta e incluso otras comarcas de Alicante”. Es más, añade, que su poder trascendía más allá de lo previsible a una familia adinerada, ya que estaban vinculados a los diferentes partidos que se alternaban en el poder, liberales y conservadores.
“Estaban limpiando el terreno y removiendo la tierra para sanearla y sacar raíces viejas, por ejemplo, y prepararlas para nuevos cultivos. Excavaban algo más de medio metro y uno de los hombres dio con una jarra”.
El primero en ser avisado fue el capataz o jefe de la cuadrilla y después los dueños de los terrenos. La parcela en cuestión esta en Xàbia, pero muy cerca del límite con Benitatxell. Al abrir la jarra se hallaron las piezas que dejaron boquiabiertos a todos: Una diadema, tres collares, una fíbula con cadena, un brazalete de oro y varios brazaletes de plata.
Bolufer explica que a partir de ese momento se abrió un intenso debate sobre dónde debían ir las piezas. La familia donó uno de los collares a la Purísima Xiqueta, patrona de Benissa, pero el resto estuvo a punto de ser vendido a expertos franceses “que ya valoraban la importancia del arte y de la historia íbera”.
Finalmente, “la mediación del historiador Roc Chabás fue clave para evitar que este tesoro saliera de España”. Inicialmente se intentó que el ajuar se quedara en Valencia, pero no fue posible: “Compró el tesoro el Museo Arqueológico Nacional y desde entonces está en Madrid. Así eran las cosas en esos momentos”.
Este tesoro, en principio, habría sido escondido bajo tierra en algún momento de conflicto, cuenta el arqueólogo. Al parecer no hay constancia de asentamiento íbero en esas tierras.
El Tesoro de Javea está en el céntrico edificio de Madrid ubicado entre el paseo de Recoletos, Armada Española y una de las millas verdes de la capital, la calle Serrano, donde tienen sus locales firmas como García Madrid, Versace o Carolina Herrera.
El ajuar se puede visitar en en la Sección Protohistoria, Poblaciones Ibéricas, de la primera planta de este edificio que fue construido en 1867, por expreso deseo de Isabel Segunda para reunir, como ya se hacía en toda Europa, todos los descubrimientos que dieran testimonio del pasado de cada reino.
Los Arcos de Alpuente es considerado Yacimiento Arqueológico y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Monumento