VALENCIA.
Cuando Luis Salom, ese terribla* tuitero, me escribió que atendía a sus infatigables incursiones en la red social desde la piscina, me pareció increíble que en ese estado de placidez se fuera a perder el concierto de Gloria Gaynor, así que me pidió a vuelapluma que le contara si conseguí un autógrafo de la diva de la canción mientras él descansaba.
Como no soy tan amante de las firmas como Luis y sí poco mitómano, me bastó saber que la cantante número uno en las listas de finales de los setenta jamás se había sentido tan honrada como en el recibimiento que le dispensó el Colegio Público Luis Vives. Allí tenían que haber estado, a mi juicio pues la cantante expresa el gran sentir de todos en cuestiones de supervivencia, todas las fuerzas vivas de la ciudad: el Cardenal Antonio Cañizares, las aspirantes a Falleras Mayores, Joan Ribó, la asociación Gent&Pol con el infatigable Ernesto Gómez, el abnegado Joan Calabuig, la alegre Isabel Bonig o en su defecto la gestora que se hace cargo de su partido a nivel local. Pero tampoco fue necesario: el Deconstructing Gloria fue una divertida implicación de las iniciativas de la escuela pública en la vida social de la ciudad y la alegría de la visita se quedará para siempre en el espíritu de los escolares.
Por cierto que no creo que Silvia Jato confundiera Valencia con un pueblo durante la retransmisión de este acto en las mañanas de TVE: sencillamente, la actual pareja sentimental de nuestro llorado ex Presidente de la Comunidad, Alberto Fabra, supondría, viendo las imágenes en su monitor, que un colegio tan agradable como el Luis Vives se encontraría en un bucólico entorno campestre y no en el infierno de una capital. Y por otra parte, ¿qué hacen medios nacionalistas como La Veu indignándose por que Valencia sea tratada como un pueblo? ¿Acaso Valencia es menos pueblo que los demás? Reivindico nuestra pueblerinidad siempre presente por mucho asfalto que se eche para taparla. Asfalto del que habrá que hablar en otra ocasión, por cierto. ¡Ay! que aquí le tiran a todo lo que se mueve. Como en cualquier pueblo, claro.
Alarmados mis jefes por la cantidad de lectores que está arrastrando esta sección, debo a mi legión de seguidores una explicación sobre por qué uso el humor y no la mala baba para hablar sobre nuestra vida social. Y eso que mucha gente es incapaz de distinguir el humor del sarcasmo.
El caso es que hay estados del alma que conmueven apenas se dan a conocer; hay alegrías y tristezas con las cuales se simpatiza; pasiones y vicios que provocan el asombro, el horror o la piedad. Todo esto es serio y, a veces, hasta trágico. Pero allí donde el prójimo deja de conmovernos comienza la comedia con la rigidez contra la vida social. Me explico: es cómico todo personaje que sigue automáticamente su camino, sin cuidarse de ponerse en contacto con sus semejantes, sin amoldarse al medio ambiente. Y por esta razón se cierne sobre cada uno de nosotros la perspectiva de una minúscula humillación que no por ser levísima deja de ser temida. Esa es la misión del humor. La risa, algo vergonzoso para quien la motiva, es una especie de broma social pesada pero didáctica. Los personajes de la vida real, de esos que pueblan las coloreadas revistas de las peluquerías, no nos distraerían si no fuésemos capaces de verlos como un espectáculo visto desde lo alto de un palco. Hay escenas de la vida real tan cercanas a la alta comedia que podrían pasar al teatro y provocar carcajadas sin cambiarles una sola palabra. El “humor” es un líquido: tiene que entrar por algún orificio, penetrar dentro de ti y hacerte convulsionar el mal rollo hacia fuera varias veces, como una medicina, provocando estornudos saludables como la risa.
Este disimulado auto-bombo me da pie para hablar de los premios de teatro Carri que se celebraron el pasado martes en el West Ruzafa. Son sin duda el tipo de homenaje del que deberían aprender añejas ediciones de galardones culturales, como los Premios Turia, que si bien han renovado a sus presentadores por otros con más chispa, siguen faltos de ritmo, humor y auto-crítica, la antesala de la Pityriasis Furfuracea.
Organizados y presentados por Juli Disla, Toni Agustí y Carlos Amador, los actores, amigos y socios del bar El Abrazo de La China, el año pasado tuvieron serios problemas con la temperatura del local debido a la afluencia de público y estuvieron a punto de morir todos ahogados en sus propios efluvios. De modo que esta vez se trasladaron al vecino Karaoke Al Alba, con aire acondicionado, el que fuera antaño el Cabaret La Bohème regentado ahora por el mítico Chimo Medina que lleva el negocio en un satisfactorio “apañaete” porque está la cosa muy dura en verano.
En esta edición -donde reinó el sano recochineo hacia el compañerismo de una profesión en la que somos pocos pero unidos, capaces_ de ceder la subvención al más necesitado- los anti-premios, que no fueron dados por el Frente de Juventudes de la Administración Pública, fueron los siguientes:
Para el Premio Carri 2016 al MEJOR DIRECTOR PROVISIONAL HASTA QUE SE CONVOQUE EL CONCURSO PUBLICO, O SI ESO YA VEREMOS se postulaban Juanvi Martínez Luciano por Sagunt a Escena; Manel Chaqués por Culturarts Teatre i Dansa; José Alberto Fuentes por Centre Escalante; Rafa Jordán por Teatre El Musical. El premio fue para Juanvi Martínez Luciano.
En el Premio al MILLOR ARREGLAPARRÒQUIES 2016 fue a parar para el único candidato, Ximo Solano, President del Sindicat d'Actors i Actrius Professionals Valencians, que no pudo recogerlo personalmente, algo muy lógico en este caso porque no estaba presente.
En el Premio Carri MEJOR VOMITADA EN FACEBOOK competían Javier Sahuquillo por su post a propósito del estreno de La hostalera, Xavo Giménez por su post tras no ganar el Premio Max, y Santiago Ribelles por su post sobre política cultural, festivales urbanos y otros aspectos, siendo éste último el ganador, quien cantó “Yo soy rebelde” de Jeannette.
Como la cuestión es no parecer que has muerto en el mundo teatral se entregó el Premio Carri, A VER QUÉ ME INVENTO PARA MOVER EL COTARRO Y TENER UN POCO DE PROTAGONISMO al que optaban, AVETID por Tercera Setmana, Proyecto Inestable por IETM y Gabi Ochoa por Creador.es quien ganó el premio y se cantó “Amiga” de Pablo Abraira. El Premio Carri, MIEDO ME DA QUE ANUNCIEN "HAMLET" PARA LA TEMPORADA QUE VIENE fue para el Teatro Flumen.
Con gran alegría recibió Eva Zapico su premio como única nominada al premio Carri NO HACE FALTA QUE ENSEÑES LAS TETAS EN TODOS LOS ESPECTÁCULOS, cantando con tal emoción que casi se le salen las emociones fuera del cuerpo.
El Premio Carri MEJOR FESTIVAL URBANO DE ARTES ESCÉNICAS QUE MÁS COHESIONA A LA SOCIEDAD Y MEJOR Y MÁS IMPLANTACIÓN TIENE EN LOS BARRIOS MUCHO MÁS QUE OTROS FESTIVALES URBANOS, MUCHO MÁS, DONDE VA A PARAR se lo disputaban Cabanyal Íntim, Russafa Escènica y Tercera Setmana. Lo recibió Jerónimo Cornelles de Russafa Escénica.
Al Premio Carri, MEJOR TIO VANIA VALENCIANO se presentaron Tío Vania, de Bramant Teatre, Vània de Moma Teatre, Tío Vania de L'Om-Imprebís, Tío Vania de Teatro de la Resistencia y lo ganó, en la variedad está el gusto, Pinoxxio de Ananda Dansa, subió a recogerlo Rafa Ridaura.
Y el premio más esperado fue el Premio Carri al MEJOR ACTOR HOMOSEXUAL EN UN PERSONAJE HETEROSEXUAL. Aunque está a la orden del día la visibilidad y salir de los clichés, pero no queremos sacar a nadie del armario, nombraremos como en las páginas de sucesos que los numerosos postulantes fueron: Ferran G. por El sopar dels idiotes; Nelo G. por Tartuf; Jose M. por La hostalera; José D. por Alicia en Wonderland; Juli D. por El hombre menguante; Carlos A. por A España no la va a conocer ni la madre que la parió; Bruno T. por La hostalera; Carles M. por Crazy Class; Víctor L. por Mecbeth; Manolo O. por Mecbeth; Pep L. por Iceberg; Rafa C. por Vània y Jerónimo C. por Tío Vania. El ganador fue Sergio Caballero, por La Gata, aunque lo recogió Toni Misó de La Cena de Los Idiotas (me siento confuso en este momento porque creo que no pertenece al colectivo de buscadores de Pikachus) quien después de agradecer el premio “a El Titi y a estos tres hijos de puta” cantó “¿A quién le importa?” mientras los tres presentadores pedían por favor al respetable que no sacaran el popper que este era un acto serio, como las Fallas. Quien quiera conocer los nombres y apellidos de todos los nominados sólo tiene que consultar los carteles y de paso ver la obra para comprobar que la homosexualidad del actor no impregna al personaje, la sala ni los locales adyacentes. Para la próxima edición se prevé el premio ESA MAMADA NO SIRVE PARA NADA, que esperamos todos con emoción, ya no sólo en los Carri, sino en todo el panorama comunitario.
Disfrutaron del espectáculo gente del mundillo como María Ángeles Fayos, del siempre relevante teatro Olympia, el director artístico de Sagunt a Escena, Juanvi Martínez Luciano, Silvia Clavel Alvarado de Promoción de Fer Cultura con Sagunt a Escena -que me dijo que está yendo muy bien esta temporada- y del Festival d´Estiu, Manel Chaqués, subdirector de Teatro y Danza del Institut Valencià de Cultura, Sara Rey el actor Josep Manel Casany, Ángela La Diva, Joan Carles Garés, Ana Gimeno, Esther Melo y Pedro Giménez de la Sala Off, las actrices Lola Moltó y Maite Gil , Minerva del Toro, de la Asociación de Empresas de Teatro y Circo, Manuel Cuadrado, profesor que colabora con el Olympia para el Festival la Tercera Setmana, o Mayte Ibáñez, de Mostra Viva -AVCA. No pudo acudir en esta ocasión Abel Guarinos, director de Cultur Arts, porque su jornada acaba habitualmente a las diez de la noche y aún tiene que tomar un tren para volver a casa, pero prometió que vendría a la próxima edición sin falta.
La semana pasada se dio por fin a conocer el cartel del Festival Internacional de Mediometrajes de Valencia La Cabina y prometí contar quién estuvo allí. Era la primera vez que que se hacía una fiesta de presentación del cartel de Jorge Lawerta y estuvo en el escenario con un foco hasta que se dio la vuelta y apareció la imagen de José Luis López-Vázquez en la película homónima con el festival. El espacio elegido fue La Fábrica de Hielo que está en pleno auge ahora mismo y hubo mucho público en ese espacio ideal y bastante veraniego. Se proyectó el mediometraje "Livestream" que, pese a ser de 2010 está muy de actualidad, que arrancó los aplausos de los espectadores al finalizar. La fiesta acabó con el residente del antiguo Le Club, H4L 9000 que hizo que algunos de los presentes se lanzaran a bailar algunos temas cuando ya se habían bebido unas cuantas cervezas. Al acto acudieron Norma Ribelles, Jefa de Estudios de la Escuela Oficial de Idiomas; Francisco Molina, del MuVIM; Roberto Jaramillo, concejal de Valencia en Comú; Eduardo Guillot, Crítico de cine y música; Cristina Chumillas y Lucía Vilar, responsables de la galería Pepita Lumier; Ada Díez y Lu Sanz, del proyecto sonográfico para ilustradoras y señoritas con bandas Hits With Tits; Magda Ruíz, Jefa de Prensa del Centre Cultural La Nau; Maria José Mora, gestora cultural y bailarina; Laura Pérez, crítica de cine; Antonio Llorens, crítico de cine, dice él; Violeta Garín, especialista en estrategias de comunicación e innovación y Sandra Sancho y Claudia Alfonso, del colectivo Lavisible.
Para finalizar quiero pedir disculpas por haber nombrado hace dos crónicas al maravilloso pintor gandiense del realismo mágico y mucho más, Alex Alemany, como “el pintor de las cadenas”. Una dama educadísima me ha sacado de mi error y si a este amabilísimo caballero se le pueden dar muchos calificativos, nada justifica considerar eslabones, argollas o anillas como algo que le defina. El error viene que cuando era yo niño pasaba por delante de una galería que ha estado exponiendo su obra durante lustros a intervalos regulares y en mi imaginación me había compuesto mi propio icono. Pero uno se da cuenta que cada cuadro de este autor posee una característica que, si se examina atentamente, es reveladora, no sólo de su estructura lógica, sino de sus proyección hacia lo suprarracional, lo pitagórico, lo místico.
Si bien no hay cadenas, en sus pinturas podemos encontrar, por ejemplo, una estantería dividida en siete casilleros irregulares donde se guarda una vieja jaula en la que brilla una estrella; dos máscaras a punto de besarse con los ojos vendados, ella con una gasa blanca, él roja; una mano de mármol que sostiene una rosa; un pan de hogaza abierto a la mitad con unas uvas negras; un tarro de cristal tapado con un paño que guarda a un hombre en cuclillas con aire de lógica preocupación; una sopera con un mar dentro y un fanal con algo análogo a unas nubes entre las que aparece un arco iris; una compleja maquinaria de tuercas de bronce con émbolos, pistones, manómetros, contadores, tubos, manecillas, palancas y botones que parece dar como producto final unas rosas rojas; una mujer desnuda como caída de un cuadro después de que alguien haya abandonado los hilos de marioneta con los que la manejaba; una mujer casi desnuda, excepto por un velo que le tapa la rabadilla, tocando la superficie de un espejo que se expande en ondas acuáticas; el retrato de una fallera; varios autorretratos a través de un reflejo. Una mujer rubia flotando sobre un piso de mármol blanco y negro que sostiene sobre sus hombros una paloma blanca mientras a sus pies dos palomas cortejan y, al fondo, un unicornio parece buscar algo.
Comprenderán que con tal cantidad de imprevisibles imágenes haya colado yo las de unas manos emergiendo de unos lienzos luchando por deshacerse de unas cadenas de cristal. A la edad en que conocí la pintura de Alemany también creía que con quien se había casado Rita Hayworth era con el Dalai Lama y no con el hijo del Aga Khan, el de los caballos, pero no me negarán que la Historia hubiera tomado otros derroteros si se hubiera cumplido mi imaginación de unir para siempre lo más tangible de Hollywood con la mística.
(*Terribla: Es el adjetivo, en castellano, que le dedicó Marta Ferrusola a Sergio Pazos cuando éste le preguntó por sus negocios hace quince años: “¡Usted es un repórter terribla!” y que utilizo en caso de que algo sea cómicamente terrible.)
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No existe en Madrid una conversación de la que no se puede entresacar alguna sabiduría, porque si bien el madrileño opina, rara vez te sentencia