VALÈNCIA. Este domingo se celebra la 89 ceremonia de los Oscar. Al calor de su torrente de información relacionado con la entrega de sus premios, un reciente estudio muestra que los costes de producción de los filmes ganadores a Mejor Película, nunca han sido tan bajos como ahora.
Los presupuestos de las películas ganadoras de dicha categoría cayeron en picado desde el estreno de Titanic en 1997, la película más cara ganadora de un Oscar, cuyo coste alcanzó los 300 millones de dólares si se tiene en cuenta la inflación. En los últimos ocho años, los costes de producción de los largometrajes que obtuvieron la estatuilla fueron de 21,6 millones de dólares, similar a la cantidad empleada en producir Rebeca (1940), ¡Qué verde era mi valle! (1941) y La Señora Miniver (1942) durante la Segunda Guerra Mundial.
De hecho, tan solo hay dos periodos en la historia de los Oscar en los que las productoras han invertido cifras superiores los 125 millones de dólares. El primero empieza con la producción de Ben-Hur en 1959 y 131.8 millones de dólares de presupuesto, sigue con Lawrence of Arabia (1962) con 120 millones de dólares actuales y termina con My Fair Lady (1964), una superproducción que costaría 132 millones de dólares si se rodase hoy. El segundo periodo, comienza en 1994 con Forest Gump y concluye con el lanzamiento de Infiltrados en 2006 pasando por Braveheart (1995), Titanic (1997), Gladiator (2000) y El Señor de los Anillos: el retorno del rey (2003), todas con más de 100 millones de dólares de presupuesto.
Los dos periodos de grandes gastos del sector cinematográfico coinciden con dos grandes etapas de crecimiento económico a nivel mundial, el fin de la Segunda Guerra Mundial y la época de prosperidad que comienza en los años 90, con el fin de la Guerra Fría y culmina con la crisis de 2007. Si tenemos en cuenta los presupuestos de las películas ganadoras del Oscar a la Mejor Película, la industria del cine no se vio afectada por la crisis de las punto com, ya que hay películas exceden los 100 millones de dólares al inicio del nuevo siglo.
Según este estudio elaborado por Cuponation.es, un presupuesto elevado no incrementa las posibilidades de alzarse con el Oscar a Mejor Película. En los últimos nueve años, la Academia no ha concedido el galardón a la película con mayor presupuesto.
Si tenemos en cuenta el resultado de los años más recientes, una película de presupuesto medio tiene más probabilidades de ganar un Oscar. En esta edición, según las cifras de este estudio, La La Land: ciudad de las estrellas con una producción de 30 millones de dólares, Figuras Ocultas con 25 millones y Fences con 24, serían las mejores candidatas para alzarse con el premio. Arrival, se aleja de los bajos presupuestos pero se queda cerca de Argo, que ganó su estatuilla hace 4 ediciones con un presupuesto de 47 millones de dólares.