VALÈNCIA (EP). Fausto y su reflexión sobre el precio a pagar por nuestros deseos llega al Teatro Principal en una versión en castellano y en la que se adapta la escenografía a este auditorio, aunque con "alguna sorpresa" respecto a la representación en valenciano que pudo verse en el Rialto en diciembre de 2018. Del 31 de enero al 9 de febrero, esta reposición del clásico de Goethe afronta el reto que supone cambiar el espacio y pasar de un formato mediano a uno grande, que permite una nueva visión de la escenografía y la iluminación, que fueron reconocidas en los Premios de las Artes Escénicas de la Generalitat 2019.
La dirección y escenografía está firmada por Jaume Policarpo, mientras que Enric Benavent, Empar Canet, Rosanna Espinós, Vicent Domingo, María Caballero y Jorge Valle ponen rostro al elenco encargado de dar vida a una obra que desciende hasta el lado más oscuro de la mente humana. Fausto dialoga con nuestro presente y conecta con la aspiración que tiene cualquier persona de hacer realidad sus deseos y el precio que uno está dispuesto a pagar. Vender el alma a cambio de la juventud eterna y disfrutar de los placeres mundanos o acceder al conocimiento ilimitado están en juego en este mito fundamental de la cultura occidental.
Su director ha explicado en la presentación ante los medios que después de la buena acogida que tuvo la producción en el Rialto ahora tienen sobre sí el reto de "atraer a más público" en este auditorio "símbolo" del teatro valenciano. Las dimensiones han obligado a ampliar la escenografía para que encaje bien y "mantuviera la magnificiencia y la grandiosidad" que requiere una historia como esta que tanto apuesta por el espacio de la imaginación.
Aunque esta reposición se muda de escenario y pasa al castellano no hay modificación en el contenido de la obra. Hay pequeños cambios en algunas escenas, correcciones y "algunas sorpresas". Más allá de lo fácilmente perceptible, ha afirmado el director, hay otro cambio: "Cuando dejas una obra reposar un año, todos los actores hacen un ejercicio de asimilación e interiorización. Ahora, cuando cojan conciencia ante el público saldrá una obra "más completa, madura y profunda".
Enric Benavent, que da vida al doctor Fausto, ha agregado que "hay papeles que son muy grandes porque tienen muchas escenas y otros porque abarcan muchísimo; y Fausto es uno de los que más". "En él está todo, es como la enciclopedia británica", ha agregado. Ha asegurado que es el personaje más complejo intelectualmente que ha representado en toda su carrera y ha apuntado que Goethe habría tenido ahora "muchas dificultades" para plantear su historia de amor en la actualidad, ante su carácter "políticamente incorrecto".
Empar Canet, que da vida a Mefistófeles, ha subrayado que el mundo onírico creado en este 'Fausto' es "fantástico" y ha valorado especialmente que sea una actriz la que en este caso "lleva la acción" y el ritmo de la obra. Por su parte, Rosanna Espinós es una de las encargadas de dar forma al universo fantástico a través de marionetas a tamaño real, los personajes de ese mundo que se le enseña al protagonista. Esas marionetas.
El director adjunto de Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura (IVC), Roberto García, ha señalado que había dos alicientes para recuperar este espectáculo: pasar del Rialto al Principal con lo que supone a nivel de puesta en escena y el cambio de lengua. "Para muchos espectadores puede ser un estímulo volver a verla o verla por primera vez", ha apuntado. Además, ha indicado que en el IVC se plantean hacer el viaje inverso y llevar obras del Principal al Rialto haciendo versiones más similares a un 'unplugged'.
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