Los Pedrones tiene 250 habitantes y un bar, el de Juani, que hace un gazpacho manchego que te dan ganas de empadronarte en la pedanía requenense
El bar de Los Pedrones es un bar de carretera en el mejor sentido de la palabra. Con el telediario encendido mientras se come, su barra de bar de los 80 y su alicatado de los 60, su San Pancracio y sus enormes bocadillos de embutido para aguantar el invierno de la comarca. Aquí cuando aprieta, aprieta bien. No venden casetes, pero sí CDs trasnochados a 5,95 €. Y pipas y chucherías, porque el bar de esta pequeña localidad es donde ocurre todo. Es el ágora donde los parroquianos se juntan para hablar de la caza, el tiempo o las viñas. Y también se come, claro.
Juani no me quiere decir su edad, pero sí que lleva aquí toda la vida, desde que se casó. No es muy expresiva, pero me advierte que el gazpacho que está cocinando y que estoy a punto de probar "no es como lo hacen aquí en Requena, sino en Ayora". Me explica la receta, pero sin revelarme por qué está tan bueno. "Se sofríe el conejo, el pollo campero y el hígado del conejo. Se echan los revollones y el tomate y le añado el agua. Tiene que hervir. Yo lo dejo toda la mañana hirviendo, hasta que la carne se deshaga. Pico un diente de ajo y más hígado antes de poner la torta y le tiro las especias". ¿Qué especias?, le pregunto. "Pues las del gazpacho". Pues eso.