Aparecen en Alfauir los cuerpos del gran poeta Pere March, Joana Escorna e Isabel Martorell, que además era hermana de Joanot Martorell, autor del Tirant lo Blanch
VALENCIA. Una investigación arqueológica ha dado con el hallazgo histórico los cuerpos de las esposas de Ausiàs March (Isabel Martorell y Joana Escorna) y su padre, el también poeta Pere March, en la iglesia del Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba. El descubrimiento constituye un antes y un después en el estudio del más grande poeta en valenciano y de su familia y supone un importante hallazgo para el mundo de las letras valencianas, no solo por tratarse de familia March, sino también por haberse encontrado el enterramiento de la hermana de Joanot Martorell, autor de Tirant lo Blanch, obra maestra de la literatura valenciana.
A finales del año 2015 se inician trabajos de mejora y rehabilitación de la Iglesia Mayor del Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, ubicado en Alfauir, a unos 8 kilómetros de Gandia. Los trabajos arqueológicos desarrollados hasta bien entrado 2016 en el subsuelo del citado edificio estaban motivados por las obras de rehabilitación y mejora de la Iglesia Mayor. La familia propietaria del Monasterio decidió poner en marcha, simultáneamente a las obras, los trabajos arqueológicos de búsqueda de la cripta de la familia March, cuyo coste ha sido íntegramente sufragado por la familia Trenor. En total se han realizado trabajos de excavación en tres criptas de la iglesia del Monasterio: en la nave central, en el trasagrario y bajo la capilla del coro.
Gracias a estas excavaciones también se ha podido clarificar la ubicación de la llamada Capilla Ducal reservada en su día a la dinastía del Duque de Gandia. Aunque no ha sido indagada en estos trabajos, únicamente centrados en la capilla de los March, en su origen se hallaban en esta capilla los enterramientos de la esposa de Alfons el Vell, I duque de Gandia y fundador del Monasterio, Doña Violante Díaz de Arenós, así como de su hijo, Alfons El Jove, II duque de Gandía y de otros miembros de la casa real de Aragón.
Esta capilla podría ser objeto de futuros trabajos arqueológicos en la iglesia del Monasterio y dar lugar a nuevos hallazgos. El domingo 27 de noviembre a las 11:30 horas en el Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba se realizará una conferencia en donde se expondrán todos los resultados delas indagaciones arqueológicas, arquitectónicas e históricas dentro de la II Trobada de Professorat de Valencià organizada por el Ajuntament de Gandia y el Institut Municipal d’Arxius i Biblioteques de Gandia (IMAB), cuyo título es: Presentació dels treballs de investigació amb motiu dels enterraments situats en el Monasteri: la cripta del llinatge de la família March. Los ponentes de la conferencia serán: José Manuel Barrera Puigdollers, director del equipo de investigación; Marcos Miquel Feucht, médico forense y patólogo; Manuela Raga Rubio, arqueóloga y Pascual Merita Trenor, representante de la familia Trenor.
La investigación ha certificado, según comunica la propia familia Trenor a través de un comunicado, la existencia de una capilla y su consiguiente cripta de la familia March desde 1394 en el Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba. "Es un dato incontestable en virtud de la información extraída del manuscrito 368 de la obra del padre Fray Francisco Castillo, Historia general de nuestro Real Monasterio de San Jerónimo de Gandía, escrita en1757; de Sigüenza; de Carlos Sarthou; Cean Bermúdez; y Chiner Gimeno, que acumula en su obra los principales datos extraídos de todas las bibliografías precedentes". Las referencias testamentarias de Pere March, Elionor Ripoll, el rey Fernando autorizando su traslado y el propio Ausiàs March en sus últimas voluntades.
Se ha confirmado la localización precisa que identifica esta Capilla de la dinastía March con la de la Virgen del Rosario, comporta diversas lecturas: la Consellería de Cultura realizó trabajos de indagación arqueológica entre 1999 y 2004 en el suelo de la nave y capillas adyacentes, sin encontrar resto alguno, pero no indagó en los espacios bajo coro, donde se ha localizado, por estar tabicados estos espacios. La lógica simbólica derivada de la posición de los espacios de reclinatorios encontrados y su referencia diagonal con la capilla ducal. No visibles con anterioridad al estar ocultos. La reconstrucción del mapa de capillas iluminadas por el pintor renacentista fray Nicolás Borras y la lógica simbólica de las imágenes que representa, (siguiendo a Sarthou y Cean, únicos visitadores antes de la desamortización del monasterio). Y en ello, la presencia de San Vicente Ferrer contemporáneo de Pere March.
Además, se certifica el hallazgo de los dos capiteles del siglo XV en este espacio, del tiempo de la actuación de Biulaygua, es decir, posteriores a los enterramientos, que representan motivos relacionados metafóricamente con la dinastía March. La alegoría representada solo sería posible pasado un tiempo desde la defunción de Ausiàs March, cuando ya hubiese adquirido notoriedad literaria, cultural y social. Y su relevancia derivaría de que los demás capiteles han sido transformados parcialmente en el XVIII, respetando exclusivamente estos dos.
Los bezantes o marcos de oro marcados levemente sobre la superficie del escudo que porta la Dama del capitel. La inscripción lateral que deja ver las letras M A R. Por otro lado, la identificación tan precisa de los restos encontrados con los previstos, deriva de los siguientes datos: coincidencia del número de cuerpos encontrados con los posibles, según la reconstrucción del árbol genealógico realizado. Coincidencia de sexo y su número con la relación de posibles hallazgos. Coincidencia clínica de los dos cuerpos más característicos (las dos esposas de Ausiàs March), con los datos bibliográficos recogidos.
Hay, además, coincidencia de patrones fisiológicos y patológicos "con los relatos de vida individual y bibliográfica de cada sujeto asignado".
Apoya esta lectura el ajuar encontrado; la botonadura podría estar en relación con la vestimenta de Isabel Martorell, en el rito funerario practicado entonces. Los hilos de oro estarían en relación con las transcripciones de las últimas voluntades de Ausiàs March, respecto de colocar sobre su difunta esposa Joana Escorna un manto con sus blasones bordados en oro. Corrobora esta hipótesis el alfiler del cráneo de Joana, dado que se le puso dicho manto cinco años después de su fallecimiento. Aunque no se han realizado todavía ensayos clínicos mitocondriales, "sí podemos deducir un patrón de patología común, relacionada con la solidificación del sacro y las patologías que se arrastran congénitamente en los descendientes de Pere March". El comunicado añade que se puede "adivinar otro patrón, derivado de los datos del árbol genealógico, como fue la presencia de un antecedente sordomudo, declarado incapaz como fue un primo de Pere March, nuestro poeta fundador de la cripta".
Todas estas conclusiones están pendientes de la "confirmación científica a través de estudios de ADN o el análisis mitocondrial". Está previsto la realización de un estudio genético de los diferentes individuos, pero aún no se ha procedido a la extracción de material óseo para la obtención de ADN mitocondrial.