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La Diputació entierra Sona la Dipu mientras se mantiene la incógnita en torno a Sonora

21/01/2024 - 

VALÈNCIA. Fue en 2018 cuando se celebró la última edición de Sona la Dipu. El certamen musical se convirtió antaño en una de las principales marcas culturales de la Diputació de València, un proyecto para el que la corporación destinaba cada año un goloso presupuesto, que ascendió a 800.000 euros. Con la anterior corporación vivió su última reformulación, que, sin embargo, acabó siendo su fin, despidiéndose por la puerta de atrás ante las acusaciones de impagos y los problemas de organización. Pese a unas primeras promesas de recuperar el proyecto o, incluso, de ser transferido a la Generalitat Valenciana, la marca ha acabado en un cajón, un proyecto que quedó herido de muerte hace ya un lustro y que el actual equipo de gobierno rechaza revivir. 

“No me he planteado volver a poner en marcha Sona la Dipu, entre otras cosas porque creo que al final terminó con inspecciones de trabajo y demás… la fórmula no era la adecuada y yo, como alcalde, lo sufrí”. Así de tajante de muestra el diputado de Cultura, Francisco Teruel, preguntado por este diario por la posibilidad de que la nueva corporación provincial recupere la marca. Su final ya está claro: ni unos ni otros la quieren. Y es que si bien en 2017 se anunció una “nueva” etapa para el proyecto, su final estuvo fue de todo menos dulce. Los problemas de organización; los retrasos, que en su día se achacaron a los cambios en la Diputación en el marco de la ‘Operación Alquería’, o la acusación de impagos fue la fotografía que dejó en su despedida. De hecho, una quincena de bandas se organizaron bajo la plataforma ‘Debe la Dipu’ para denunciar impagos por un total de 80.000 euros. La marca quedó herida de muerte. 

Sonora, obligado a la reformulación

En este contexto, sobrevolaba entonces la posibilidad de transferir el certamen a la Conselleria de Cultura para diseñar un proyecto autonómico, de hecho se llegó a anunciar que la Generalitat organizaría la edición de 2020, una transferencia que también se fijó para la Institució Alfons el Magnànim y que finalmente ha quedado descartada por el nuevo equipo de gobierno. El final del certamen también coincidió con el impulso del proyecto Sonora, un ciclo de conciertos desarrollado por el Institut Valencià de Cultura (IVC) que en cierta medida se presentó como heredero de Sona la Dipu, aunque la realidad es que ha terminado siendo un proyecto totalmente diferenciado.

Sonora acabó definiéndose como una gira de grupos valencianos ganadores o nominados a los premios Carles Santos, un ciclo que se diseñó con el objetivo de “desestacionalizar” la oferta musical y dar un escaparate a los músicos galardonados. Actualmente, de hecho, se está celebrando su nueva edición con un programa que ha repartido conciertos por Castelló de la Plana, Geldo, Alacant o Guardamar del Segura. Todavía quedan varios recitales por celebrarse, entre los que se encuentran los de Xavi Sarrià, Marala o Clara Andrés. 

El proyecto, en cualquier caso, tiene ahora un signo de interrogación a su lado. Vinculado directamente a los premios Carles Santos, el ciclo queda ahora en duda tras la decisión de la nueva Conselleria de Cultura de eliminar los premios -que se fusionarán en una sola gala con otras disciplinas- y el inminente cambio de caras en las direcciones adjuntas del IVC, tras el cese de Marga Landete, encargada del área de Música y Cultura Popular e impulsora del proyecto. Fue la propia Landete quien, durante una entrevista para Culturplaza en 2022, reflexionó sobre el hecho de que finalmente Sonora no se hubiera convertido en el relevo de Sona la Dipu, a pesar de que un primer momento parecía que sí iban a estar conectados. 

“Sonora es un ciclo, no es un concurso. Yo no sé hasta qué punto poner a competir los músicos... Tampoco nadie ha echado de menos Sona La Dipu […] Yo también he hablado con grupos que tocaron en el FIB gracias a Sona La Dipu y dicen que esto no tiene ninguna consecuencia más allá del gusto del momento […] Los 800.000 euros se podrían aprovechar para alguna cosa que tenga impacto real y no para pagarle el bolo a una estrella como Marta Sánchez al alcalde de turno. El impacto de ese programa era mínimo”. Con todo, lo que está claro es que Sona la Dipu es historia, ahora queda por aclarar cuál será el futuro de un Sonora que, sí o sí, está obligado a repensarse. 

Las marcas de la Dipu

Si bien está descartado que Sona la Dipu vuelva a ocupar un espacio en el sistema de proyectos de la Diputació de València, sí se mantendrán aquellas marcas que fueron impulsadas durante la pasada legislatura. Así, Les Arts Volant, el ‘camión’ de la ópera que lleva representaciones a distintos municipios seguirá desarrollándose. También se mantendrá el festival de música y literatura Salitre. De hecho, tal y como ha desvelado la diputada Rocío Gil, fue la propia corporación actual la que se encargó de diseñar el programa de la pasada edición apenas unas semanas antes de su celebración. Entre las novedades destaca el Bibliobús que llegará a los pueblos más pequeños o la apuesta por la descentralización con proyectos como ‘Música en Construcció’ o la ampliación de las giras del Teatre Escalante.

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