Con obras procedentes de casi 40 colecciones públicas y privadas, el montaje de La edad dichosa. La infancia en la pintura de Sorolla se está desarrollando estos días para la inauguración de la exposición el próximo jueves 14 de julio
VALÈNCIA. Fundación Bancaja inaugurará el próximo jueves 14 de julio la exposición La edad dichosa. La infancia en la pintura de Sorolla, realizada con la colaboración del Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla, que ofrece la primera revisión sistemática de la representación de la niñez en la pintura del artista valenciano, habiendo sido una temática constante en toda su trayectoria y haberle proporcionado los mayores reconocimientos de su carrera.
El proceso de montaje se está desarrollando estos días en la sede de la Fundación Bancaja en València tras la recepción y desembalaje de las obras procedentes de casi 40 colecciones públicas y privadas de toda España como el Museo Sorolla, la Fundación Museo Sorolla, el Museo del Prado, la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo de Bellas Artes de Asturias, el Ayuntamiento de València, la Colección Esther Koplowitz, la Universidad Complutense de Madrid, la Colección Fundación Santander, la Fundación Rodríguez Acosta, entre otras, y a las que se suman piezas de la colección de la Fundación Bancaja.
La exposición que se presenta en València cuenta con un total de 86 obras, de las que parte de ellas se exhibieron en el Museo Sorolla de Madrid este mismo año, y que llega ahora a València de forma ampliada. La labor de investigación previa ha permitido reunir pinturas que abordan los cuadros más conocidos del pintor, las famosas escenas a orillas del Mediterráneo, pero que también presenta por primera vez al público algunos cuadros de colección particular totalmente inéditos.
Comisariada por las conservadoras del Museo Sorolla, Sonia Martínez Requena y Covadonga Pitarch Angulo, con la colaboración de Blanca Pons-Sorolla en la selección y ampliación de obras realizada para València, la muestra se inicia en el núcleo de la intimidad familiar donde las maternidades acaparan todo el protagonismo; pasa por la representación magistral de los propios hijos del pintor, abriéndose luego al ámbito infantil del estatus social. La exposición abarca todo un mundo de faenas infantiles, que no solo pasan por las esperadas del juego, el divertimento o el estudio de los niños de las clases más pudientes, sino también por el trabajo infantil o el desamparo de los pequeños de las clases más populares, sin eludir el reverso de la dicha, la enfermedad o la mortalidad infantil. Y finaliza, en la que quizás es la faceta más representativa de Sorolla: la alegría del agua y disfrute de los niños en las playas valencianas.
El Año Sorolla clausura sus actividades en València con una gran exposición en Fundación Bancaja en la que la emoción une el trazo del pintor y el relato de Manuel Vicent