VALÈNCIA. El mayor o menor desgaste que se sufre en cualquier gobierno es indiscutible. A lo largo de los cuatro años que dura una legislatura, siempre hay cargos que por motivos personales o laborales deciden apartarse -o son invitados a ello- de sus puestos para regresar a sus profesiones de origen, buscar otras salidas en la empresa privada o, simplemente, descansar del estrés que provoca, al contrario de lo que muchos piensan, la Administración pública.
El actual mandato no ha sido nada fácil para los gobernantes, con una pandemia mundial que ha causado decenas de miles de muertos en España y una crisis económica que trastocó todos los planes de gestión, a lo que hubo que sumar posteriormente la invasión de Rusia sobre Ucrania, que ha ocasionado problemas de suministro energético y unas consecuencias inflacionistas que siguen sufriendo en Europa.
Podría suponerse que el desgaste de alguno de estos factores ha contribuido al abandono de la primera línea política de varios de los altos cargos que participaron en la negociación y firma del Pacte del Botànic II, acaecida el 12 de junio en el Castillo de Santa Bárbara de Alicante. Aunque lo cierto es que no es así. De las 19 personas (16 negociadores y los tres firmantes) que aparecen en la foto de familia inmortalizada aquel día, sólo 7 permanecen en la primera línea política y la gran mayoría por otras causas. Si bien no todos los implicados en el acuerdo figuraron en la instantánea, resulta llamativa la alta cantidad de bajas entre los protagonistas, hasta el punto de ser objeto de comentario y calificación de "foto maldita" entre algunos dirigentes del Botànic.
El recorrido uno a uno de los protagonistas de izquierda a derecha evidencia las variopintas causas de las distintas salidas. Dos de los primeros abandonos, concretamente en las navidades de 2019, fueron los del secretario autonómico de Transparencia, Ignacio Blanco, y el de Aurora Mora, la jefa de Gabinete de la consellera Rosa Pérez. Los dos habían formado parte del equipo negociador de Esquerra Unida para el Botànic II y, tras su salida, han permanecido alejados de la primera línea política.
Poco antes, en noviembre de 2019, aunque ya lo había anunciado antes, el secretario general de Podem, Antonio Estañ, que había formado parte del equipo negociador, dimitió de su cargo orgánico y se apartó de la política para centrarse en opositar; mientras que su compañera de partido, también en la foto, Àngela Ballester, quien ocupó el cargo de directora general de la Vicepresidencia a posteriori, fue cesada en abril de 2020 por cuestiones internas de partido. Tampoco permaneció en la primera política otra de las dirigentes de Podem que participó en el proceso, Fabiola Meco, quien ya había renunciado a volver a ser diputada al no presentarse a las primarias, rechazó ser secretaria autonómica en el Botànic II al conseguir una plaza de ayudante doctor en la Universitat de València.
Por su parte, otro de los dirigentes, en este caso histórico, cuya presencia ha ido desapareciendo en la legislatura es el socialista Ciprià Císcar, uno de los negociadores clave en el proceso. En mayo de 2019 había terminado su periplo en el Congreso sin que repitiera en las listas; si bien el líder del PSPV, Ximo Puig, le encargó presidir la Fundación María Cambrils, entidad heredera de Societat i Progrés. No obstante, en el congreso del partido de noviembre del pasado año se traspasó ese cargo a la exdiputada Juana Serna.
Otras dos personas que aparecen en la foto decidieron salir del foco político durante la legislatura. En este caso, los portavoces parlamentarios de PSPV y de Compromís, Manolo Mata y Fran Ferri. El primero, renunció en mayo del año pasado a su cargo como síndic y como vicesecretario general del Partido Socialista para regresar a la abogacía, en buena parte por la polémica generada por figurar entre sus defendidos uno de los principales acusados del caso Azud, Jaime Febrer, pero también por el desgaste tras siete años como muñidor de acuerdos del Botànic en Les Corts. El segundo, apenas unos meses antes, había dicho adiós también a sus cargos para regresar a su carrera profesional como ingeniero en una importante empresa del sector del automóvil.
Entre los que aparecen sonrientes en la instantánea pero ya no se encuentran en el Botànic II se encuentran, además, dos de los firmantes. La ahora exvicepresidenta primera, Mónica Oltra, quien dimitió en junio del año pasado al ser investigada por la gestión de su conselleria en el caso de los abusos de su exmarido sobre una menor tutelada; y el exvicepresidente segundo, Rubén Martínez Dalmau, quien dijo adiós en el ecuador de la legislatura para regresar a la docencia universitaria.
Por otro lado, hay dos dirigentes que, aunque siguen en activo, han perdido posiciones en cuanto a influencia política a lo largo de la legislatura. Uno es el exjefe de Gabinete de Mónica Oltra, Miquel Real, que con la marcha de la máxima referente de Compromís ha continuado en la conselleria aunque como asesor. Por otro lado, el histórico Pasqual Mollà, cofundador de Iniciativa -segunda 'pata' en importancia de Compromís-, se ha visto discutido internamente por el sector de la nueva vicepresidenta, Aitana Mas, quien además cesó del cargo meses atrás a su hija, la consellera Mireia Mollà, lo que ha contribuido a alimentar la tensión en las primarias de la coalición.
No obstante, no todos han sufrido la 'maldición' de la imagen tomada en el Castillo de Alicante en junio de 2019. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, es el firmante que sigue pilotando el pacto desde el Palau. Además, tres dirigentes socialistas siguen en la pomada: el secretario de Organización del PSPV, José Muñoz; la portavoz adjunta en Les Corts, Carmen Martínez; y la actualmente secretaria autonómica de Cooperación, Toñi Serna.
De la misma manera, sigue en su cargo la secretaria general de Més (revalidó su puesto el año pasado) y coportavoz de Compromís, Àgueda Micó; de la misma manera que continúa activo Natxo Serra en este caso como coportavoz de VerdsEquo. También permanece en su puesto en Les Corts como portavoz adjunta Mònica Álvaro, quien además será número de tres de la coalición por Castellón tras las últimas primarias, con lo mantiene buenas posibilidades de seguir como parlamentaria la próximas legislatura.