La solución de menú único con una tarta casera como colofón para cualquier día entre semana
VALENCIA. Al jefe le gusta tanto que le sorprendan como que no le llamen jefe. Le encanta no reconocer el nombre del sitio donde cada semana como por algo menos de 12,90. Si reconoce el nombre, "mal asunto". Si el presupuesto apura su límite, frunce el ceño (vía emoticono de WhatsApp). Hay que pisar la calle. Hay que hacer más bares. Hay tener más intuición y no dejarse llevar por la presión de los eventos, aunque compartamos la sana costumbre de pasar por alto la mención crítica a cualquier sitio que nos invita a su mesa.
Cuento todo esto porque esta semana el jefe va a estar contento. Porque el encuentro de La Fundadora fue pura intuición. Porque sé que no reconoce el nombre ni su emplazamiento y porque no sólo me he alejado (por lo bajini) de mi límite presupuestario, sino que hasta la comida de ambos cuando me deje volver a pagar nos cabe bajo el límite de gasto. Los dos por debajo de 12,90, para comer como en casa, aunque si hablamos del trocito de tarta que nos guiñan en el postre, seamos sinceros, para comer mucho mejor que en casa.
La Fundadora es el proyecto de Nieves. Me cuenta que, tras 17 años en la hostelería, "con esto de la crisis", no es que percibiera que no había trabajo, sino algo más importante, fundamental: "lo que percibía es que no se valoraba lo que estaba haciendo. Que los puestos de trabajo no iban a valorar lo que podíamos hacer". Y si no te dejan hacerlo, pues lo haces tú por tu cuenta. Por eso, en una calle del barrio chino que bulle entre Bailén y San Vicente, entre la Estació del Nord y Sant Agustí, puso en marcha este cálido salón de té.
Aunque la clientela es habitual en el desayuno, el almuerzo y la merienda, a mediodía Nieves y Belma sirven un plato único, como en casa, casero, como las tartas, pero sin pretensiones. Esta semana ha habido pollo al horno con ensalada de pasta y verduras, han servido lasaña de carne y otro día arroz el horno. El plato, al ritmo del mercado y el análisis de mercado de los habituales, la bebida, el café y un piquín de alguna de las tartas para picar a la clientela (siéntense), 5 euros. De hecho, si en vez del trocitín que nos ofrecen para alguna de las sublimes y habituales red velvet, cheesecake, tarta de zanahoria, de chocolate o de manzana, nuestro presupuesto, con una porción que más bien es para compartir, se elevaría hasta los 8,5 euros.
Las tartas son la joya de la corona y, de hecho, Nieves comenta que las que piden por encargo son junto a los desayunos y almuerzos el verdadero activo económico para el negocio. "El menú, casi casi, es un reclamo para la clientela del barrio". No cuesta creerlo, porque con la comida casera y el menú completo, es escueto el margen de resistencia de este salón de te dulcemente decorado. De hecho, de cara al invierno su salón interior se presta de maravilla para recluirse a mitad de jornada en la necesidad de comer como en casa y liberarse hacia el exceso de su repostería.
Aunque no es su fuerte, quizá por la combinación de mimo y precio, "el menú ha empezado a notarse en la zona. Empieza a venir cada vez más gente". Algún parroquiano habitual advierte que, ya que el menú tiene plato único, a menudo son interesantes las tortillas de Nieves, con algún ingrediente o mezcla peculiar. Es importante asomarse a la barra, también para ver alguna de las tartas (es que no podemos dejar de decirlo) del día. La de oreo, el tiramisú... y los sábados, de 9 a 14 horas, una porción de alguna de ellas, con zumo, café y un principal salado por tan solo 6 euros. El jefe va a estar bien contento.
FICHA TÉCNICA
Nombre: La Fundadora
Zona: Centro-Arrancapins
Teléfono de reservas: 962 062 043
Precio: menú único, 5 euros con bebida y café. Con una porción completa de tarta, 8,5 euros. Y los sábados, el brunch.
Dónde está: Calle Bailén 44, esquina con Calle Ermita 25.
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