CRITERIOS DE TRABAJO

La Generalitat afina la legislación 'ad hoc' para los festivales de música

23/08/2016 - 

VALENCIA. La Generalitat sigue firme en su apuesta por acolchar legislativamente la pujanza económica de los grandes festivales de música. Así lo avanzó el Ejecutivo en la presentación de la marca paraguas (para su promoción internacional) Mediterranew Musix. Aquel punto de partida sirvió también para generar un encuentro entre los responsables de estos eventos de iniciativa privada y la institución autonómica. Una mesa de trabajo sin precedentes que sirvió para que los gestores públicos "escucharan" las necesidades de estos, como apuntó Filippo Giunta, responsable del Rototom Sunsplash, en este mismo diario.

El Rototom puso el pasado fin de semana el punto y final de actividad a esa terna de seis macrofestivales de música (Arenal Sound, Rototom, FIB, Low Festival, Les Arts y Concerts de Vívers), escogidos por su volumen de clientes e impactos internacionales. Con ese fin de ciclo para ese ariete del establishment de festivales valencianos, con dos de ellos como líderes en asistencia para toda España, el president, Ximo Puig, y el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer,  han aprovechado para avanzar algunas de las ideas que se plasmarán en la nueva Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad.

En esta norma, que se presentará en Les Corts en apenas unas semanas, Puig y Comer apuestan por impulsar "un gran debate" para "cogestionar y que todos los actores del sector se sienten juntos en la mesa y codecidan para robustecer el turismo valenciano, fundamental para el renacimiento de la Comunitat Valenciana", según Puig. Y en esa iniciativa legislativa, los festivales de música tendrán su propia fórmula legal, específica y perfilada, sobre la que Valencia Plaza ha tenido constancia de algunas claves para su punto de partida.

Cómo ve la Generalitat a los festivales y qué estima que necesitan

El Gobierno valenciano estima que los festivales son una "referencia del ocio vacacional veraniego de la Comunitat", pero sobre todo valora su pujanza internacional que ha ido incrementando "desde hace más de 20 años". Como afirman desde la Agència Valenciana de Turisme, "la Comunitat se ha convertido en tierra de festivales quizás debido a la querencia de la sociedad valenciana por la música, el clima mediterráneo que invita a la celebración a cielo abierto o simplemente la evolución natural de los conciertos al aire libre que tanto se ha prodigado en nuestros pueblos y ciudades".

La verdadera atracción en busca de una reindustrialización -con la incorporación de otros agentes del esquilmado sector musical, como promotores y músicos- pasa por afirmar que "los festivales se han convertido en eventos dinamizadores de la actividad comercial, económica y turística". Pero, a partir de su impacto exterior, "en verdaderos promotores de la imagen del destino", por lo que la AVT pasa a tenerlos en una suerte de consideración legislativa especial a partir de la nueva norma. 

Las cinco claves que la ley tratará de resolver para los festivales

"La organización de los mismos está sujeta a la gestión de las diversas administraciones involucradas en garantizar los derechos de los ciudadanos, residentes, turistas y asistentes a dichos eventos lo cual hace que no sea en absoluto sencillo organizar un festival", aceptan desde la AVT. Por eso, tras la citada y primera toma de contacto -a la que asistieron los cinco festivales más importantes de la Comunitat Valenciana, la asociación de promotores que se encarga de Vívers y un responsable de la Universidad de Valencia-, el clúster se repara para afrontar los conflictos que se derivan de los siguientes 5 puntos:

1. La seguridad jurídica de los festivales.

2. La formación del personal que da soporte a los mismos.

3. La generación de trabajo en los destinos que acogen.

4. La sensibilización e integración de la población de acogida en los festivales.

5. La innovación, la comercialización e internacionalización así como la posibilidad de generar acciones de marketing cruzado entre dichos festivales.

Con todo ello, la intención del Consell es la de "proteger a los festivales musicales de ámbito turístico internacional en la futura ley de turismo, ocio y hospitalidad". El Ejecutivo valenciano pretende así la adecuación de estos grandes eventos, a menudo en conflicto por las citadas razones, en una amplia generación de empleo permanente y eventual, en tensión con situaciones de conflicto por consumidores, cuestiones técnicas o artísticas, pero que según la Generalitat son una suerte de Caballo de Troya "para la promoción de nuestra dañada imagen en el territorio nacional e internacional".  

"La inseguridad jurídica", el gran asunto a resolver

Las fuentes de la AVT asumen que la principal reivindicación de estas empresas privadas gira en torno a la "inseguridad jurídica a la que se enfrentan por ser una actividad desconocida". De hecho, destacan que "ese será el principal eje de trabajo a partir de septiembre junto con el de la responsabilidad social corporativa, la integración de la sociedad de acogida, la formación y cualificación de profesionales locales, la generación de puestos de trabajo cualificados, y la adecuación a la normativa de materiales, impacto ambiental, ruido y demás ordenanzas municipales".

Más allá de esta batería de previsiones para las próximas semanas, el Consell destaca la citada marca Musix. Una marca que llegó, como ya fue destacado por este diario hace unos meses, antes del plan de trabajo para la ley y antes de que las reuniones entre los citados agentes pudieran aproximarles a una serie de necesidades de cara a su promoción exterior. La marca ha de servir, eminentemente, para "promocionar los festivales de la Comunitat en los diferentes certámenes feriales, las promociones directas y la visita de profesionales en el marketing de la Comunitat Valenciana como tierra de festivales". La marca está lanzada, pero la normativa y las necesidades en común del clúster se han de resolver. 

Por último, cabe esperar que la normativa sirva en escala para certámenes musicales de tamaño mediano y pequeño, ya que como las fuentes del sector apuntan las diferencias son mínimas y, más allá de los seis grandes acontecimientos, suponen un estadio de actividad económica para el sector.

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