La Generalitat quiere impulsar la nueva València Fashion Week

VALÈNCIA. Después de 17 ediciones, en enero de 2015, la València Fashion Week (VFW) ponía punto y final a su trayectoria, dejando a la ciudad sin su gran evento en el ámbito de la moda. La pasarela tuvo una vida llena de altibajos que acabó por la puerta de atrás. ¿La causa? La falta de solvencia. Dos años después de que bajara la persiana, la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte publicó ayer en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) un concurso para contratar a una empresa que lidere la organización y desarrollo de un programa de actividades relacionadas con el impulso de la moda valenciana, un proyecto valorado en 75.000 euros (sin IVA) con el que promocionar y difundir la labor creativa llevada a cabo “muy especialmente” por los valores emergentes con que cuenta el panorama actual del diseño y la moda, tal y como se indica en el pliego de prescripciones técnicas publicado por la Dirección General de Cultura y Patrimonio.

Si bien la VFW en un primer momento quiso competir con las principales pasarelas del ámbito nacional para después dar un giro hacia la creación de jóvenes talentos, en este caso el espíritu del evento renacería dejando el desfile en un segundo plano, dando un mayor protagonismo a la divulgación y actividades en torno a este sector. La front-row será un tanto diferente este año. De esta forma, se quiere que la empresa organizadora estructure su propuesta en torno a dos pilares. El primero, una exposición de “diseños exclusivos realizados por un número que oscila entre los treinta y cinco y cuarenta diseñadores”, a los que se sumarán “firmas ya consagradas en el sector” en forma de “apoyo explícito” a los jóvenes creadores. Esta exposición deberá tener un carácter itinerante con el fin de que sea exhibida en las tres capitales de provincia de la Comunitat.

De igual manera, las bases establecen la obligatoriedad de establecer una total “paridad por cuanto a los géneros de las creaciones presentes en la muestra” en la que “habrá un número prácticamente equivalente entre las creaciones para hombre y para mujer, sin descartarse, llegado el caso, la inclusión de creaciones pensadas para el público infantil”. De la exposición, cuyas tres sedes no se concretan en el documento publicado por Conselleria de Cultura pero que se prevé tengan lugar entre el cuarto trimestre de 2017 y el primero de 2018, también saldrá un catálogo –con un número no superior a 500 ejemplares- específico para la ocasión, una muestra que supondrá el eje central de un proyecto que también sumará, aunque con una estructura bien distinta, el aspecto show de la València Fashion Week.

Tres desfiles y mesas redondas

Así pues, el segundo pilar del proyecto que quiere impulsar la administración autonómica se materializa con la celebración de tres desfiles, así como tres mesas redondas y un ciclo de conferencias –no superior a tres por cada sede-, en las que participarán “algunos de los más destacados especialistas y expertos en temas de moda, comunicación y organización de eventos sociales y culturales”, reza el pliego. Aunque todavía sin nombre ni lema, el nuevo proyecto con el que la administración quiere impulsar la divulgación del sector de la moda incide, especialmente, tal y como se indica en el pliego de condiciones, en la presencia de diseñadores “emergentes”, tanto en los desfiles como en la exposición que servirá como punto de partida de todo el proyecto. Desde su publicación en el DOCV, el plazo para presentarse al concurso es de quince días naturales.

De alguna manera, este proyecto toma el testigo de la XVII edición de la VFW, que llegaba bajo la dirección de Sales Tatay –que tomaba el relevo de Álex Vidal- para levantar una última edición que llegaba con el objetivo de consolidar su transformación en un "plataforma de la moda joven, emergente y transgresora". En este caso era el Centre del Carme el que se sumaba a la lista de escenarios, como antes el Ágora o Feria Valencia, que habían acogido la cita, una edición de despedida –aunque todavía no se sabía- que quería reflejar esa falta de grandes nombres virando hacía lo joven y generando una nueva sección, 'Proyecta', en la que 23 estudiantes de último año de escuelas de diseño de Valencia, Madrid y Barcelona, podían dar a conocer su trabajo.

Bien es cierto que el nuevo evento que quiere impulsar la Generalitat Valenciana dará más peso a la exposición y las mesas redondas y no tiene las aspiraciones de ser, al menos en un primer momento, un "referente" tanto en el ámbito local, nacional e internacional, como sí quería la VFW. Con un presupuesto de 75.000 euros (que suben a aproximadamente 90.000 euros con IVA), las cifras están bien alejadas de las manejadas en la época dorada de la semana de la moda valenciana, que llegó a contar con más de 400.000 euros. En su último año de vida, la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte aportó 100.000 euros y el Ayuntamiento de València, a través de la concejalía de Juventud, 18.000 euros, un apoyo para las dos ediciones que celebraba por año, con lo que cada una contaba con aproximadamente 60.000 euros de las arcas públicas.