La guerra abierta entre el MuVIM y el IVAM se recrudece

VALÈNCIA. “Las formas son el fondo”. En más de una ocasión repitió esta frase el director del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM), Rafa Company, durante un parlamento extraordinario destinado a tratar ‘la cuestión del IVAM’. Ha dejado de ser un secreto que el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) quiere absorber el museo vecino para convertirlo en subsede de cara a su treinta aniversario, un deseo que ha provocado una guerra que vivió ayer su punto álgido. Tanto Company como el diputado de Cultura y portavoz de Compromís, Xavier Rius, hicieron frente este miércoles a lo que perciben como una amenaza cuya torpe gestión derivó en una insólita rueda de prensa. Sin tener una comunicación oficial del proyecto de la pinacoteca dirigida por José Miguel G. Cortés -que sí lo presentó a la Generalitat Valenciana, siendo esta conocedora del plan de expansión-, fue “a golpes de titular” y por Facebook que los responsables del museo provincial se enteraron de las intenciones de ampliación del IVAM, quienes tras hacerse público han preferido dar la callada por respuesta… en el ámbito offline.

“Por el momento es un proyecto en fase de idea” aunque “supondría un gran cambio para el IVAM y para la ciudad de València”. Esta es la primera y única comunicación del equipo de Cortés al respecto, realizada a través de Facebook y como respuesta a la pregunta de una usuaria. Tras varios días de silencio de unos y otros, la convocatoria del director del MuVIM y el diputado fue ciertamente inusual, quienes en sus discursos criticaron una forma de proceder que ha creado “incertidumbre, preocupación y angustia” entre los trabajadores de la institución museística. “No nos compensa ser deseados de esta manera, no nos compensa ver el Facebook oficial del IVAM haciéndose eco de la OPA", incidió Company. La tensión acumulada en comunicados, entrevistas y publicaciones en Facebook culminó, tal y como ha podido saber este periódico, en la primera llamada telefónica entre los directores del IVAM y el MuVIM desde que se conociera la noticia, un primer contacto que no ha servido para calmar los ánimos en los dos extremos de la calle Guillem de Castro. Más bien lo contrario.

"Para los que estamos vinculados a la institución desde el principio no es ninguna novedad que el MuVIM esté en entredicho, cuestionado o, como ahora, objeto de una opa hostil neoliberal por parte de un museo hermano", sentenció Rafa Company, que recordó una de las frases de Cortés durante una entrevista concedida hace apenas dos semanas a Cultur Plaza, en la que anunció que están “trabajando en un proyecto de ampliación física, que no de construcción”. El proyecto estaba –y está- en fase embrionaria, tanto es así que el 50% de los interlocutores no lo conocía. Error de principiante, pues pocos días después salía a relucir el nombre del MuVIM y, entonces, el IVAM aprovechaba para confirmar por redes el asunto. Con no poca sorna, preguntado por si había hablado con Cortés, Company respondía ayer: “solo he visto Facebook”. Esto, claro, horas antes de que se efectuará la airada llamada –no confundir con la película de Los Javis-.

“¿Negarnos a hablar? Nunca”

"Resulta inconcebible que alguien imagine nuestro futuro sin contar con nosotros. Estoy seguro de que si se nos hubiera ocurrido convertir el IVAM en una subsede del MuVIM, primero se lo habríamos dicho a su responsable político directo o a su director, aunque fuera por cortesía”. Cuestión de formas y fondo, la administración provincial es consciente de que tarde o temprano llegará el momento de la transferencia, siendo este uno de los objetivos del equipo de gobierno, que espera deshacerse del máximo de los servicios dentro de la legalidad. Sin embargo, los plazos del IVAM (que plantea el anuncio en su 30 aniversario), el punto de partida (que prevé cercenar la identidad del MuVIM) y la falta y errores de comunicación podrían acabar con una colaboración que apenas había echado a andar.

"A nadie se le escapa que todo el patrimonio y servicios de la Diputación están sometidos a un estudio para ser transferidos. Absolutamente todos, desde la banderas que cuelgan en la entrada de la Diputación [pero] en este momento no me he sentado a hablar con conselleria de Cultura, ni ninguna otra, de la transferencia de ninguno de los servicios de Cultura", indicó el diputado Xavier Rius, que excepcionalmente acudió a la presentación de la obra Suspiro esmeralda de Cari Roig para dar cuenta de esta cuestión. El de Compromís se mostró firme en su defensa del centro –“no entiendo como gestor y como ciudadano que el MuVIM pueda ser una extensión del IVAM. Y menos ahora"- aunque también matizó en numerosas ocasiones que las negociaciones para la futura transferencia pueden dar resultados que bien podrían incluir al IVAM o a cualquier otra entidad de la administración autonómica, por lo que no quiso pillarse los dedos. Eso sí, cuando lleguen. "¿Negarnos a hablar? Nunca. Pero no puedo hablar de hipótesis y sueños".

Para muestra de la apuesta por el proyecto de Company, el diputado destacó que en la recién aprobada Relación de Puestos de Trabajo (RPT) se han creado dos nuevas plazas (jefe de la unidad de coordinación de exposiciones y jefe de negociado de difusión, eventos y cesión de espacios) y se ha mejorado otras dos. "Lo que está en juego no es la titularidad del museo [...] sino el proyecto del MuVIM como tal. "Evidentemente defenderemos la continuidad de nuestro proyecto, no nos mantendremos en silencio", indicó Rafa Company, que anunció tajante que no sería quien enterrara el proyecto que él mismo inició. Se avecina tormenta.