Además del mar, otra de las pasiones de Gloria Gallo era la gastronomía. En Guía Hedonista dejó su huella a través de un puñado de buenos artículos. Este es nuestro pequeño homenaje
Gloria Gallo se adentró en aquellas cocinas menos glamurosas. Las que escapan a los focos y a las reseñas en los medios de comunicación, las cocinas del underground, muchas veces las que más cerca están de la gente. Inició a los lectores en el auténtico ramen chino, paseó por los sabores cubanos de Salsavana y nos descubrió el único bar chileno de Valencia. Además de hacia gastronomías exóticas, la periodista diseccionó con su pluma templos y platos patrios como el puchero del Café Museu y mejoró sustancialmente nuestra existencia con la revelación de esa maravilla del esmorzaret que es Casa Cent Duros, además de desvelar dónde se puede comer en Valencia cachopo asturiano del bueno.
Desde Guía Hedonista sentimos mucho su marcha. Nos quedamos con las preciosas palabras que su madre Magdalena le dedicó el pasado 20 de julio cuando Gloria nos dejó.
"Podemos llorar, cerrar la mente, sentir el vacío y dar la espalda a la vida. O podemos hacer lo que a ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir viviendo. Gloria, allá donde estés, brillarás y siempre, siempre, serás nuestra luz." #aporlavidasiempre
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