La película 'Y en cada lenteja un dios', protagonizada por Luis Moya, Kiko Moya y Alberto Redrado, habla sobre el reencuentro familiar y la vuelta a los orígenes en los productos y las ideas
VALÈNCIA. “Contar una vuelta al origen, al hogar. Hacer un retrato sobre una gran familia vertebrado sobre el profundo amor por la comida y la tierra”, eso es lo busca plasmar el director Miguel Ángel Jiménez en la película Y en cada lenteja un dios, que se presenta en el Festival de Cine de San Sebastián el 24 de septiembre. El filme toma como protagonista al restaurante alicantino L’Escaleta, proyecto de vida de las familias Moya y Redrado, capitaneado hoy por Kiko Moya en cocina y Alberto Redrado en sala.
La historia se narra desde la mirada de Luis Moya Redrado, hermano de Kiko, guionista de profesión y productor de la cinta, quien regresa a Cocentaina (Alicante), para ayudar a sus familiares a escribir un libro sobre la cocina que se elabora en L’Escaleta. El desarrollo de la historia se teje entre la pasión por la gastronomía y la identidad familiar, con el reencuentro de Luis y sus raíces como telón de fondo.
Un viaje gastronómico y emocional que lleva al telespectador hasta el origen de las cosas, de los productos y las ideas que han posibilitado crear un mundo culinario único como es el de L’Escaleta, instaurado en el ADN de ambas familias durante 38 años. A lo largo de los 95 minutos que dura la cinta, se va desgranando la historia de este restaurante y sus protagonistas, con los lugares más increíbles de la Comunitat como escenario.
La cinta ha sido dirigida por Miguel Ángel Jiménez Colmenar, nacido en Madrid en 1979 y cuyo primer corto, titulado 'Las huellas', rodó en 2001 con la ayuda de Aki Kaurismaki. Tras pasar unos años en televisión, fue en el 2007 cuando fundó Kinoskopik con Gorka Gómez entre otros. En su trayectoria constan la dirección del cortometraje de ficción 'Khorosho', los largometrajes 'Ori', 'Chaika' y 'The Night Watchman' y los documentales Días de 'El Abanico', 'Kafenio Kastello' y 'Y en cada lenteja un dios'.
“Pues si cada lenteja puede llegar a ser un dios, cada persona se merece una mirada, un encuadre o un travelling más allá del valor narrativo, testimonial o periodístico de su relato o circunstancia […]. Nos reflejamos en nuestra propia mirada amando al otro solo por ser, empatizando con su realidad, olvidando, espero, el mecanismo que nos hace ser testigo del otro”. Miguel Ángel Jiménez.
Fue en el año 1980 cuando dos matrimonios jóvenes hicieron realidad el sueño de abrir L’Escaleta, situado entonces en un semisótano de Cocentaina (Alicante) y que ocho años más tarde se trasladó a las afueras del municipio. Pasión por la gastronomía y la hostelería que transmitieron a sus hijos, Kiko Moya y Alberto Redrado, primos entre sí, hasta tal punto que, años más tarde, sintieron la necesidad de formar parte de este negocio familiar. Un proyecto de vida que desde el año 2001 ostenta dos estrellas Michelin y tres soles Repsol.
Tras 38 años de andadura, L’Escaleta se reafirma como uno de los restaurantes de alta cocina imprescindibles de nuestro país, donde Kiko Moya maneja con destreza productos de la zona que trata con elegancia y academicismo. Por su parte, Alberto Redrado, jefe de sala y sumiller, sabe transmitir a la perfección la esencia y la sensibilidad que mueven el trabajo del establecimiento.