VALÈNCIA. Allá por 1996 Juan Nava, experto en diseño gráfico y comunicación, comenzó su labor de intentar recopilar todas las letras urbanas de València. Lo hizp con la idea de “conservar y proteger nuestro patrimonio gráfico”, al igual que sucede con los grandes monumentos y esculturas de la ciudad: “los viejos rótulos de València componen el paisaje de nuestra memoria”, aclara. En esta labor de recuperación entra, también, la reelaboración digital de las letras, comprendiendo su “fachada, cromatismo y ruido histórico”, tal y como lo aclara Juan Salvador, comisario de la muestra.
Todo ello se expone hasta el 25 de septiembre en la galería del Tossal, como no puede ser de otra manera: “En este lugar se albergan los restos de la muralla islámica, es una forma de colocar el rótulo en el muro frente a la muralla; arqueología por doble partida”, explica Nava. Comprendiendo rótulos tanto vivos como los rescatados in extremis se muestran varios paneles dobles que muestran las fotografías originales de estos y su versión redibujada por Juan Nava, quien los rescata a través del arte digital: “La conservación de los rótulos no es tarea fácil; la mayoría de ellos son de propiedad privada y su mantenimiento depende de la sensibilidad de cada uno. Redibujarlos es mi aportación”.
El paseo por la exposición comienza comprendiendo el "cómo", a través de una colección de manuales y láminas para rotulación. Una muestra de esta pequeña "Biblia de los artistas del letrero" para conocer su figura. Y a continuación el "qué", los rótulos se exponen entre dos categorías: Rótulos existentes y rótulos perdidos. En paneles dobles se puede ver tanto la fotografía original de estos como la reimaginación de Nava.
La muestra, que lucha contra la modernización, sirve como homenaje a la figura olvidada de los rotulistas, esos “profesionales anónimos y autodidactas” que gracias a su oficio artesanal ponen voz a la ciudad de València: “sus letras adquieren significados llenos de historia, de cultura, de vida”, aclara Salvador. Un paseo casi “arqueológico” por 18 años de la historia de València, a través de pequeñas y grandes señales de todos lose escondites de la ciudad, viejos rótulos que componen el paisaje de la memoria gráfica y que a día de hoy han encontrado su punto de reunión en la galería del Tossal, al menos de forma efímera.