VALÈNCIA. La cartelera se va animando, y la vuelta a unos datos sanitarios decentes han ido levantando las persianas de las salas de cine, que no pueden ofrecer servicio de aperitivos y refrescos pero sí pueden abrir con un aforo del 50%. La realidad es que, en el pico de la tercera ola, la desmovilización del público hizo cerrar de manera voluntaria a la práctica totalidad de los cines en València. La semana pasada, Kinépolis Valencia, ubicado en el centro comercial Heron City de Paterna y siendo el complejo de cines más grande del área metropolitana, anunció su vuelta a las salas.
Ayer, Yelmo Cines se unía también a la cartera de cines abiertos. Lo hará a partir de los 18 de marzo, además de València, en Madrid, Extremadura, Galicia, País Vasco y Navarra. A estas aperturas, le seguirán las de los cines en Albacete, Asturias, Cataluña, La Rioja, Andalucía (en las áreas en las que las medidas lo permiten), Valladolid y Zaragoza el 19 de marzo. El complejo de Campanar ofrece varios pases en versión original de películas comerciales e independientes.
Los que sí se mantuvieron abiertos fueron Cinesa Bonaire, mantuvo su agenda activa aunque la ciñó a las sesiones de miércoles a domingo. También Ocine Aqua y ABC Park, que han ido ofreciendo los pocos estrenos que ha habido estas semanas. Por su parte Cinestudio D'or también ha mantenido su oferta de reestrenos con un único pase de su doble sesión, debido al toque de queda.
En la otra cara de la moneda están las salas que aún no abrirán. Según han confirmado a este diario, ni Cines Lys ni Babel tienen aún fecha para su reapertura. Por parte de los primeros, la semana que viene evaluarán la situación, aunque no quieren adelantar ninguna decisión.
Los autocines de la Comunitat Valenciana advirtieron la semana pasada que se verán abocados al cierre con el cambio de hora, al anochecer más tarde, dentro del toque de queda actual a las diez de la noche. De hecho, aunque el toque de queda se retrase a las 23 horas, tampoco podrían abrir, ya que cada día anochecerá un minuto más tarde. En este sentido, desde Avecine reclaman un pasaporte cultural que dé un margen de una hora para la vuelta a casa a los asistentes a un espectáculo.