VALÈNCIA. Hace un año que València dejó de ostentar el título de Capital Mundial del Diseño, un sello otorgado por la World Design Organization (WDO) con el que se desplegó en la ciudad una batería de actividades impulsadas por la asociación creada para tal efecto, la Associació València Capital del Disseny. Lo hizo en colaboración con distintas entidades, en su mayoría públicas, siendo precisamente el Ayuntamiento de València quien asumió la mayor parte del presupuesto de la Capitalidad con una millonaria subvención. Poco antes de que finalizara el 2022 se anunció la creación de la Fundació del Disseny, una entidad privada que aglutinaba a parte de los trabajadores de la asociación y que se impulsaba con el objetivo de asumir el “legado” de la Capitalidad. La gestión del proyecto, sin embargo, está levantando ampollas entre varios profesionales del sector, que se están alejando de la joven organización.
Así, la Fundació del Disseny se ha quedado en los últimos días sin uno de sus grandes aliados, la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV), que tal y como avanzó Las Provincias y ha podido confirmar Culturplaza, ha abandonado la fundación ante el malestar de una parte de sus asociados por la gestión del proyecto, una decisión que pone sobre la mesa la ruptura de una buena parte de la profesión con el proyecto impulsado desde la Capitalidad. Este, sin embargo, no es el único frente abierto de la entidad, que hace meses también vivía el abandono de Víctor Palau como patrono, que hizo público a través de una carta en el medio Gráffica en la que criticaba varios aspectos del proyecto, como el modelo de financiación del mismo.
Según ha podido saber este diario, varias decenas de profesionales del sector están impulsando un texto conjunto, que todavía no se ha hecho público, para expresar su malestar con la gestión de la Fundació del Disseny y el rol que está ocupando en la escena valenciana. Entre las cuestiones que pone sobre la mesa el mencionado texto se incluye lo que califican como competencia desleal por parte de la Fundació, al liderar proyectos que correspondería asumir a empresas del sector; el hecho de que se haya convertido en una suerte de representante colectivo de la profesión, superando a las propias asociaciones existentes, o la dependencia de las ayudas económicas públicas, según reza el escrito.
Cabe destacar que la Fundació se creó con el objetivo de asumir el “legado” de la ya finalizada Capital Mundial del Diseño, un legado que se traducía en dos objetivos clave: coordinar el Consell del Disseny e impulsar el Centro del Diseño. El primero, se llegó a formalizar con el gobierno de Joan Ribó, aunque desde hace meses está desaparecido del mapa. Apenas llegó a presentar un documento de propuestas genéricas y sus redes sociales están inactivas desde antes del verano. Sobre el anunciado Centro del Diseño, ninguna novedad, pues ni siquiera se ha llegado a aterrizar el proyecto. Sobre la financiación con la que echó a andar la Fundació, su director, Xavi Calvo, explicaba hace un año: “Del Ayuntamiento habrá una pequeña partida, pero nosotros también hemos sabido jugar con Capitalidad para ver cómo podíamos continuar con las partidas de legado, que es parte del proyecto. Tenemos ciertos remanentes que permiten que pueda funcionar un equipo mínimo”.
Más allá de los mencionados objetivos, en este primer curso de andadura han desarrollado proyectos como el congreso Fashion for Future, que llevó a Caixafòrum València distintas ponencias en torno al sector de la moda y la sostenibilidad. El proyecto contó con el apoyo económico del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), que concedió a la Fundación una subvención de 134.000 euros para su desarrollo. Por su parte, el Ayuntamiento de València le encargó por importe de 40.000 euros la elaboración de la candidatura de adhesión de la ciudad de València a la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO-Categoría Diseño, que consiguió recientemente. El festival de conferencias Paradís o el impulso de la marca València Design Fest, que aglutina las acciones de distintos eventos de diseño ya existentes como Hábitat o la València Disseny Week, son otras de las acciones que han marcado sus primeros meses de vida.