La Agència Valenciana de Turisme se inserta en el proyecto español con su proyecto Mediterranew Musix que entra 'en capilla' para convertirse en norma. El Gobierno de España prepara la creación de un clúster de festivales de música
VALENCIA. Han tenido que pasar más de dos décadas para que las instituciones estatales hayan girado sus posturas en torno a la significación económica de los festivales de música. Estructuras locales, provinciales y autonómicas han ido abriéndose por el camino -y ahí, las de la Comunitat Valenciana, han ido actuando con mayor o menor perspicacia-, pero el interés por los ingresos que se generan en torno a la experiencia de la música en directo han acabado por encontrar un marco de interés incontestable: la apuesta de la Administración por mantener al Turismo como motor económico.
El pasado 18 de enero la Asociación de Turismo Musical (Spain Live Music), rodeada de representantes de SGAE, la Federación Española de Hostelería y en una jornada en la que participó el mismo secretario autonómico de Turismo valenciano, Francesc Colomer, anunciaron la sección Fitur Festivales para la principal feria del sector en España. Las cifras el atractivo financiero son incontestables: la música en vivo facturó 194 millones de euros en España en 2015, un 12 % más que en el ejercicio anterior. Un sector que, pese a operar con cifras de asistencia que se miden por decenas de miles en el top 25 de esos certámenes desde hace al menos 20 décadas, "está por explotar".
Así se refirió a los festivales el representante de Spain Live Music, Jaume Segales, en la que fue oficialmente la 1ª Jornada sobre Turismo Musical en España. Colomer destacó en el encuentro de presentación de la marca propia Medieterranew Musix que la valenciana es una de las regiones que más ha avanzado en este ámbito, con la apuesta de la Generalitat en torno al "impulso de turismo de festivales con diferentes iniciativas como elevar a la categoría de Bien de Interés Cultural los grandes festivales en el borrador que ya es un anteproyecto de Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad".
Ese borrador se presenta este mismo jueves a un buen número de técnicos de la Generalitat para que participen y den el visto bueno final a la propuesta. En la reunión, según ha podido saber Valencia Plaza, participarán representantes de medio natural y cambio climático, servicios, espectáculos, obras públicas, puertos, aeropuertos, el Institut Valencià de la Joventut, Presidencia y Abogacía de la Generalitat conocen de primera mano un texto que permite validar y dar una categoría administrativa distinta a los grandes eventos musicales de la Comunitat Valenciana. El texto, que ya ha pasado el filtro de los propios abogados de la Agència Valenciana de Turisme, llegará a lo largo de febrero a otra reunión con festivales y promotores en la que se dará a conocer finalmente en qué se ha convertido esa idea de marco legislativo propio para ellos.
El texto ya prevé los tres campos en los que los festivales deberán demostrar una línea clara de trabajo: promoción de la cultura y la imagen de la Comunitat Valenciana, captación de turismo extranjero y capacidad de integrarse socialmente en la ciudad en la que se desarrollan. Los responsables de la AVT han asegurado a este diario que, en cualquier caso, "la asistencia, una cifra, no tiene por qué ser motivo de exclusión para adherirse al proyecto". Además, las mismas fuentes esperan que este mismo curso, antes de que llegue la temporada de celebración de los mismos, se haya dilucidado una alineación de ese grupo de eventos con las tres capacidades "además del estricto cumplimiento legal. Los compromisos normativos, a todos los niveles y de forma clara y transparente, nunca serían negociables a la hora de estar apoyados por la Generalitat. Podríamos decir que esa rigurosidad se da por supuesto a la hora de incorporarse a un proyecto de la AVT, como no podría ser de otra forma".
Estratégicamente y en palabras de Colomer, la postura de la Generalitat con respecto a los festivales está clara: "es la tierra de las 2.000 bandas de música. Por eso la música la llevamos en el ADN, y eso enlaza con lo que representan los festivales"; "son cultura y turismo, y son un producto importante que debemos impulsar". Festivales que se incluirían en el proyecto Musix, en palabras del secretario autonómico, "si apuestan por la calidad, encadenados a la ciudad, al territorio, al respeto y a la idiosincrasia de lo que somos como pueblo".
Este escenario anticiparía a los festivales valencianos al clúster que ya se ha empezado a promover desde Spain Live Music para que, a nivel estatal, exista una tipificación legislativa y un apoyo decidido por parte de las estructuras del Gobierno de España para promocionar y explotar las posibilidades turísticas que giran en torno a los grandes acontecimientos de música en vivo.
En Fitur el director de Comunicación Pública y Red Territorial de SGAE, Jesús López, lo dejó claro: el turismo y música "maridan perfectamente para generar crecimiento". Los datos de esta misma entidad apuntan a que casi 22 millones de personas asistieron a eventos de música en vivo en 2015, incluida la actividad en salas de pequeño, mediano y gran formato. Este activo cultural, que ha funcionado tradicionalmente al margen de estrategias de posicionamiento a partir de la vertical del turismo, va camino de convertirse en materia de Estado. El mismo López apuntaló sus valores comunicativos: "la música mejora hasta en un 14 % la imagen de una marca, lo que se puede aplicar a la marca España".
La misma Spain Live Music maneja una hoja de ruta para la creación de esa marca paraguas exterior; su nombre sería Spain Live! Festival Experience, y hasta existe la propuesta de un claim de comunicación 'Come Together. Spain Live!'. El dossier, al que ha tenido acceso este diario, apunta al "crecimiento del turismo vinculado a la música en vivo en todo el mundo. Se trata de uno de los segmentos de mayor dinamismo dentro del mercado turístico". Reino Unido, uno de los modelos a seguir del proyecto, cuenta con 27,7 millones de aficionados que participaron en algún evento de música en directo en 2015, divididos en 24 millones para conciertos y 3,7 millones en festivales de música. 10,4 millones de turistas musicales visitaron el archipiélago durante el mismo periodo. El estudio Wish You Were Here que maneja aquel país asegura que el impacto del último año consolidado es de 4.340 millones de euros y más de 39.000 empleos.
Los datos en torno a ciertos parámetros en España no están tan lejos. Sobre todo si se tiene en cuenta que hasta ahora, la estrategia no ha sido ni decidida ni conjunta, sino independiente por parte de cada uno de los operadores de ese mercado: frente a los 27,7 millones de aficionados que participaron en algún evento de música en directo, España cuenta con casi 22. Frente a los 3,7 netamente adscritos al consumo de festivales, España cuenta con una cifra de 2,8 (siempre según la SGAE). El crecimiento en este caso ha sido de un 1% con respecto a 2014. No es menos interesante destacar que según los datos de la Asociación de Productores Musicales, el 75% de los 194 millones de euros facturados en 2015 por el sector de la música en vivo se generó a partir de programadores privados.
En la jornada celebrada en Fitur, Spain Live Music presentó siete objetivos que resumen en gran medida la hoja de ruta de Spain Live! Festival Experience.
No obstante, la creación de ese clúster todavía está en proceso. Tiene muy en cuenta una serie de puntos de partida conflictivos, tales como "la falta de un interlocutor específico para la promoción de España como destino de turismo de festivales de música", ser una actividad "claramente infrarepresentada en las acciones de promoción internacional" o "la escasa colaboración en la cadena de valor del turismo", entre otras. Entre sus fortalezas sin duda está la posibilidad de contar con la SGAE y la FEHR como miembros del clúster desde su mismo proceso de constitución.
El clúster, que ambiciona tener una personalidad jurídica propia, se prevé con base territorial en España y "la capacidad de relación con la administración pública". Desde la Secretaría de Estado de Turismo, la Secretaría de Estado de Cultura y los organismos de promoción exterior, como podría ser el caso del ICEX, Segittur o el mismo Turespaña. La intención de sus impulsores es la de "integrar a toda la cadena productiva" y relacionarse "con el resto del tejido económico vinculado al turismo y al sector de los festivales de música".
A la espera de su evolución durante los próximos meses, el proyecto quiere "culminar un proceso de integración de diversos agentes del sector [...] procurando sinergias y la gestión de las actuaciones de forma conjunta" y "reforzar la masa crítica de las empresas del sector y la relevancia de las mismas para operar en un mercado donde la competencia internacional es alta y el posicionamiento no acaba de estar definido". Dicho de otra manera, con los datos que SGAE y la APM proporcionan, tratar de hilvanar a cuantos agentes sean posibles para colocar a España en esa liga para la que lleva dos décadas mostrando resortes suficientes para competir entre sus primeros puestos.