VALENCIA. La última de las tres jornadas impulsadas por Marc Martí en su sede valenciana de Bonrepós i Mirambell reunieron a los diseñadores Modesto Granados, Mac Diego, Dídac Ballester y al fotógrafo Mario Rabasco. Los cuatro veteranos creadores hablaron por pares y en todas direcciones sobre el diseño, la creación, las llamadas a proyecto impulsadas por los nuevos gobiernos valencianos y hasta de sus cartas de motivación.
El MMeeting Point por el que los días anteriores pasaron otros nombres propios del sector como Mariscal, Sento Llobell, Paco Roca, Nacho Lavernia, Borja García y Luis Calabuig o Rafa Armero, Pepe Gimeno y Pablo Esteve. Estas son lagunas de las frases sobre diseño, creación, interiorismo y otras ideas que se escucharon en la jornada de clausura de estos encuentros sobre pensamiento creativo.
-“La llamada a proyecto está bien, pero es un modelo que se ha de mejorar mucho. Además, se sabe que al final el cliente siempre tiene más peso en la decisión” (MacDiego)
-“En las llamadas a proyecto puedes ver que un diseñador que es de puta madre ha hecho una mierda. Entonces, tienes que repasar la cadena de encargo y si la conoces puedes suponer qué ha fallado” (MacDiego)
-“Con la edad solo tengo más dudas. Hay gente que me pregunta que si hay un diseñador que es el mejor, por qué no se le hacen los encargos [institucionales] a él. Pues a veces tengo dudas de si eso también está bien”. (Modesto Granados)
-“Redactar una carta de motivación es algo que me pone nervioso”. (Modesto Granados)
-“La carta de motivación es como cuando entras en un bar a ligar. Es decir, sabes que lo tienes mal con todos los que hay, pero... bueno, aún te queda la carta de motivación, con la que al menos lo puedes intentar”. (MacDiego)
-“La carta de motivación es un poco el pagafantismo del asunto”. (Modesto Granados)
-“El que no esté contento con sus clientes, que los envíe a Modesto Granados”. (Modesto Granados)
-“Ahora nadie te pide un logo. Te pide una idea que va a llegar a redes sociales, por ejemplo, a otros medios que funcionan. Esto es un reto para todos”. (MacDiego)
-“Los mejores trabajos de mi vida los he hecho cuando mi cliente estaba lo más preparado posible para encargármelo. Sabía lo qué quería”. (MacDiego)
-“¿Habéis visto alguna vez un briefing? A veces pienso que son como los gnomos, que todos sabemos que existen, pero yo no los veo...”. (Modesto Granados)
-“El diseño no cambiará el mundo. Lo cambiarán las personas. O la educación”. (Modesto Granados)
“El diseño es un objeto de autoría compartida, cosa que olvidamos habitualmente. Yo intento ser libre, siempre, pero soy un subproducto de todo lo que he vivido y he visto”. (Mario Rabasco)
“El diseño es un trabajo compartido con muchísima gente”. (Dídac Ballester)
“El diseño es un trabajo más intelectual y menos creativo”. (Dídac Ballester)
-“Hay un sobreuso del diseño gráfico. Un señor que tiene una tienda de reparar calzado no necesita un logo. A veces he pasado por una frutería que parecía una boutique. Cuando me he dado cuenta me he dicho, aquí no entro que me cobran seis euros el kilo”. (Modesto Granados)
“Me considero mucho más técnico que creativo en el proceso de hacer un libro”. (Dídac Ballester)
“Cuando haces una marca funcionas mucho por olor. Luego te pones a medir, sin haberlo hecho antes, y te sorprendes de que las medidas están todas en su sitio”. (Dídac Ballester)
“[Sobre las diferencias entre los diseñadores de la actualidad y los de una era predigital] Solo hay una herramienta de la que nosotros no disponemos: el tiempo”. (Dídac Ballester)
“Antes para hacer un editorial de moda de los años 50 se pasaban dos semanas en los Alpes. Ahora estás dos horas y tienes un producto totalmente diferente. Tenemos unos objetos propios de esta contemporaneidad”. (Mario Rabasco)
“Cuando abordo un proyecto como el diseño de libros, me considero más un coordinador. Me rodeo de gente que hace cosas que me gusta y les dejo actuar. Soy más un gestor”. (Dídac Ballester)
“El cartel de ‘Las Arenas’ [Josep Renau] a veces hasta lo sueño. Hay esa precisión sobre el papel, sobre el color, sobre la contemporaneidad…”. (Mario Rabasco)
“El nivel de precisión al que puede llegar un diseñador cuando es cabal es sorprendente”. (Mario Rabasco)
-“En Valencia hay cinco diseñadores galácticos y luego hay una zona media en la que, oye, no lo hacemos tan mal”. (MacDiego)
“La sociedad evoluciona porque hay gente que rompe los moldes. Los diseñadores tienen que aportar un concepto de provocación”. (MacDiego)
“En la creación hace falta provocar, pellizcarse intelectualmente... Es algo casi filosófico”. (Mario Rabasco)
“Mi trabajo no es nada provocativo y cuando veo trabajos así tengo envidia; tengo ganas de provocar”. (Dídac Ballester)
-“No sé si habéis estado en el bar Jomi de Nazaret. Una de las mesas es una máquina de tacos que ya no funciona. O la bodega Amparín, que tiene pezuñas de jabalí para colgar la chaqueta. El día que llegue un interiorista y se cargue eso, lo matará”. (Modesto Granados)
-“Las reformas de Chicote… ¡siempre empeoran el local! ¿Y los logos que hacen…? ¡Qué logos!” (Modesto Granados)
-“La cafetería Barrachina del Ayuntamiento es ahora un Foster’s Hollywood. Para mí tenía que haber entrado de oficio, o la Generalitat, y comprarlo. ¡Y Aquarium es maravilloso!”. (Modesto Granados)
-“Yo no entro a Starbucks. Mi amigo Juan Martínez –diseñador- me dijo un día que no entra por si le gusta. Es que imagínate que te gusta el Frapuccino y tienes que ir todos los días. Eso es como una hipoteca”. (Modesto Granados)
-“A mí los grafiteros me encantan. Lo que me jode es el arte urbano. Porque tengo la percepción de que son personas que quieren vender obras en galerías de arte, pero empiezan pintando en la calle como una estrategia”. (Modesto Granados)
-“Siempre he tenido miedo de usar mi sentido del humor. Me hacía unas tarjetas muy serias porque creía que era lo que había que hacer. Con el tiempo he ido cambiando eso”. (Modesto Granados)
Pepe Gimeno, Rafa Armero y Pablo Esteve: 26 frases sobre la didáctica del diseño con los clientes
Nacho Lavernia, Borja García y Luis Calabuig: 19 frases sobre creatividad y tres “batallitas”