'LA SEÑORA SIEMPRE TIENE LA RAZÓN'

Marikatú, marikayo, marikaél

21/05/2016 - 

En Madrid, apenas hace dos semanas, un buen amigo que ejerce más de abogado que de maricón (aunque es más maricón que abogado) nos anunciaba a los postres que iba a volver a votar al PP. No crean que se va a sentir ofendido si me lee, ya que como todo hombre de mundo tiene el recurso providencial de creerse una excepción. Como todos, está convencido de que determinadas prohibiciones son para todos los demás, excepto para él.

Debe pensar que la sociedad reaccionaria ha disculpado sus preferencias sexuales por haber defendido en un juicio a aquella señora de alcurnia de los cuernos de un celoso marido, o después de haber aconsejado a aquel joven médico católico sorprendido torturando niñas en Tailandia. O que la violencia, así como el endurecimiento de leyes contra el colectivo LGTB, ocurren sólo en el extranjero. Así que su amiga de menú se disculpa así, sonriendo, para evitar entrar en una larga discusión: “¡Menos mal que yo no entiendo de historia!”

Pedro Zerolo Square

Ya sé que enmendar a los imbéciles es como pretender detener el AVE con un esputo, pero ni los ingenuos ni las instituciones dejaremos nunca de intentarlo por si acaso. Para que el despistado ciudadano recuerde algo de nuestra historia reciente, el ayuntamiento de Madrid cambió el pasado sábado el nombre la plaza Vázquez de Mella, en el madrileño barrio de Chueca, por el de la plaza de Pedro Zerolo.

El nombre de Zerolo no sólo resume solitarias adolescencias clandestinas, la voluntad de no querer sentirse despreciados por motivos religioso-genito-urinarios o la lucha general por los derechos sociales: también compendia una forma humana y personal de hacer política luchando por necesidades que un acomodado gay de derechas desprecia únicamente porque su posición se lo permite y el bienestar de los pobres da envidia. Y qué mejor expresión de la cultura del temor y el odio, generada por la ultraderecha católica o musulmana, que aquel obispo que calibró la enfermedad de Pedro Zerolo como un castigo divino. Hay gente a la que le molesta que los demás tengan el derecho a vivir de acuerdo a sus particularidades. Por cierto, los nostálgicos del escritor y político Vázquez de Mella tienen otra calle con su nombre en el distrito Ciudad Lineal donde rendirle loores.

El PP fue el único partido del ayuntamiento que se opuso al homenaje, así que el acto fue presidido por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la portavoz municipal socialista, Purificación Causapié; asistió -ya que estamos en campaña- el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, además del viudo de Zerolo, Jesús Santos, familiares como sus hermanos Conchi, Cristina y Eladio, el presidente del COGAM, Jesús Grande, y el de FELGTB, Jesús Generelo, amigos, y un centenar de ciudadanos.

Carmena habla por el micrófono con una voz como de cuento, o de maestrita republicana; llama a todos por su nombre y cuenta cosas cercanas. Cuando la familia de Zerolo descubre la placa, tapada con la bandera del arco iris, el Coro Voces LGTB, con foulards rosas y azules al cuello, canta el A quién le importa. Está entre la multitud la actriz Marta Higueras,el periodista y soltero de oro Paco Tomás, la actriz Alicia Borrachero, el divertidísimo Javier Noriega alias “La Plástica”, el actor Paco Amor, mi amiga Vampirela, el artista cutre-pop Paco Clavel, el presidente del Congreso Patxi López, la activista y diputada de la Asamblea de Madrid Carla Antoneli, el director de cine Alfonso Albacete, Guillermo Zapata el concejal de aquellos twits tan tristes.

Muchos de los asistentes están emocionados porque recuerdan la tremenda represión que sufrió Madrid, donde el mariconeo era muy fuerte y clandestino. De dar vueltas y vueltas por la misma plaza o de recibir insultos. Incluso la época de Ana Botella, con la trivialización de las peras y las manzanas, fue dramática para los derechos fundamentales.

“Carmena es la nueva Tierno Galván” –se escucha decir- “Las romanas algo han conseguido (con la ley de matrimonio igualitario), y eso que se lo han puesto difícil”. “Claro, con el Vaticano al lado…”. “Ha venido poca gente, será la competencia con el festival de Eurovisión o por Maspalomas”.

Me encuentro con el comentarista de la TVE por Internet del certamen de la canción europea: “Lo bueno de lo alternativo es que si sale una mamarracha yo lo puedo decir, pero Iñigo en TVE, no”. Otro replica: “Es que lo de Eurovisión es como ir al Jumbo para las maricas de Australia que van como las reinas esas del Carnaval, patrocinadas siempre por un ultramarinos”. Y luego tercia alguien, para rematar: “Pues Pedro Avilés se ha ido a Grecia y ha montado un restaurante en Naxos, que aquí el periodismo no da para comer.” Y lo pongo aquí, disimuladamente, para quien lo quiera investigar.

Mujeres de Chueca

La placa con el nombre de Zerolo descubierta en el centro de la plaza ha sido desmontada y se la han llevado. La pusieron ahí para la ocasión y así evitar atascar el tráfico con la ceremonia,  pero mañana la pondrán en su sitio. Por las calles aledañas pasean varias personajas de despedidas de soltera, de esas que alquilan una Limousine para pasear por la ciudad y, como este vehículo tiene los cristales ahumados y no las ve nadie, acaban borrachas sacando medio cuerpo por la ventanilla para hacerse un selfie.

Por último, veo a Mili Hernández, dueña de Berkana la primera librería especializada en los temas LGTB desde 1993 en España y América Latina, muy cercana la Oscar Wilde Bookshop de Nueva York. Mili empezó con cuatro libros, porque no había más dedicados al tema. Hay que recordar que Chueca lo empezaron las chicas, y que los chicos suelen ser más incultos y menos lectores, por eso hay abogados, jueces y policías maricas que siguen votando al PP. La Historia de la Homosexualidad es la historia de su represión y el propio homosexual, más que nadie, debiera conocerlo, reconocerlo y no fomentarla.

De la plaza a Valencia Plaza

Valencia, Palacio de Congresos. Sexto aniversario de Valencia Plaza y premios. Mil invitados. Finanzas, empresa, cultura e instituciones. Acudo en taxi del brazo de dos grandes de la cultura como Lucas Soler del IVAC y Mayte Ibáñez, de la Nau, y me encuentro de bruces  al histórico y sexy concejal Ramón Vilar; con Aquilino Medina, ex de Teatres; con la exótica Reme Maldonado del late bar “La Edad de Oro” y la influyente productora Eva Vizcarra.

Dentro del recinto están ya todos los políticos y fuerzas vivas, de las que no faltó nadie: el presidentXimo Puig, Enric Morera, president de Les Corts; el delegat del Gobern, Juan Carlos Moragues; la vicepresidenta, Mónica Oltra; el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, o Javier Moliner, president de la Diputación de Castellón.


Todos están como petrificados escuchando el discurso de Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica España, quien hizo un pormenorizado balance empresarial de las innumerables ganancias y actividades que desarrolla con dinero privado su empresa en Internet (con lo caro que es Internet en España, señora), balance extenso que sumió a los asistentes en un ensimismamiento como de cuento de las Mil y una noches: “Estamos en el paraíso de las telecomunicaciones” y “hemos creado lanzaderas de empleo” fueron algunas de sus frases fuertes que aún me rondan en la mente. En la parte de atrás de la sala, seis banderolas enmarcan un escenario en el que comanda el cartel del evento, un 6 con una a minúscula inicial no como indicador cardinal de sexta, sino de aniversario.

El hombre más educado del mundo, el director de Valencia PlazaJavier Alfonso, siempre elegante como recién salido de un capítulo de Retorno a Brideshead, se marcó un discurso en el que aseguraba que no se casaba con nadie, cosa que desmintió su esposa Eugenia cuando vino a arrancarlo del Palacio a última hora con una espátula. Alfonso añadió que VP tiene a los mejores periodistas, a los mejores redactores y, me pareció oír, a los mejores cronistas, porque bien sabemos que no nos lee cualquiera sino lo mejorcito de Valencia. De esto, Miguel Miró, nuestro director general, es testigo.

Una misteriosa Mariola Cubells, de La Rambleta, envuelta en una neblina roja me decía al oído “luego hablamos” pero se sentaba después a partir un piñón con Guillermo Lagardera. “De un fracaso nace un gran éxito”, seguía diciendo inexorable la voz de Kim Faura por los altavoces. Allí estaban Ferrán Belda, así como la eurodiputada –por eso tanto interés en el inglés- Carolina Punset, que aspira a la Cámara Baja. Recuerdo que, entre los innumerables asistentes, había un señor sentado con una pipa de atrezzo y, peinada su melena pelirroja como para un concierto, me pareció ver a Fina Cardona.

Javier Jiménez, director de la premiada Lanzadera, esa asesoría, impulsora y financiera de empresas, agradeció su premio a Juan Roig.  El galardón de la Ciencia fue a parar a manos del castellonense Avelino Corma, autor de múltiples investigaciones futuristas premiadas que también agradeció (desde una pantalla como Rajoy pero acompañado por una molécula azul) por la creación de un premio a las Ciencias en tiempos de crisis. Lo recogió en persona su esposa, Luisa Gómez.

Los premios consistían en un cuadro alegórico del pintor de Bonrepós i Mirambell Ximo Amigo, que hizo cada galardón distinto: un teléfono negro para Telefónica, un polímero para el de Ciencia y el otro se me olvidó porque cuando lo dieron me soplaron que estaba ahí la novia de Toni Cantó y resulta que no, que era el reconocido filólogo y catedrático Jaime Siles.

El Presidente del diario, Enrique Lucas, cerró el acto impresionado por la asistencia de amigos de los que no quiso olvidarse y que le han ayudado desde el 2010 a crear esta gran página de información que se renueva tres veces al día. Son los socios, que el tiempo va convirtiendo en amigos y viceversa.

Sentado a mi izquierda con corbata roja y camisa azul, me di cuenta de que estaba el avezado periodista deportivo Paco Lloret, de CVRadioEnrique Lucas añadió en su discurso en ese momento: “Somos valencianos practicantes, ayudando a solucionar problemas”, frase que me caló hondo porque soy de la opinión de que el periodismo que no soluciona acaba formando parte del problema.

Estaba también Sandro Pons, asesor del ausente Ribó; Josep Joan Vidal, subsecretario de Educación, Investigación, Cultura y Deporte. Joan Calabuig, con su encantadora esposa. Los pintores Horacio Silva y Paco Sebastián. El ilustrador y a veces guionista César Sabater; Ismael Chappaz y Juanma Menero, de Espai Tactel; Felipe Garín anterior gerente del Consorcio de Museos, Ximo Clemente, director de Relaciones Informativas y ex jefe de información de este diario. De la formación política Podemos estuvieron Isabel Cosme y Ángela Ballester Montiel; el notario Carlos Pascual cuya hija Andrea se ha casado con Beltrán de los Gómez-Acebo ante la peculiar presencia de Don Juan Carlos de Borbón. Al parecer Beltrán se lió antes con Laura Ponte y tuvo dos hijos con ella, y de ahí todo este contubernio.


Estaban Sara Mansanet, Carlos Madrid y Gabriela Bravo. María José Mira, de las Cortes, Luis Manent, presidente de la Asociación de Abogados de la Generalitat, que se mostró muy cariñoso con su madre. La cronista de fallas Ángeles Hernández; el atractivísimo Carlos González Triviño; José Luis Moreno, el hombre del IVAC, Horacio Silva, Sebastián Nicolau, de la galería Shiras, con la escultora y diseñadora de joyas Laura Barrachina, que están frente al hotel Astoria y cuyos hijos, los Polock, tocaron ayer viernes 20 su música en la Fiesta del Consorcio de Museos en el Centro del Carmen así como ya lo hicieran en el Olympia de París. Por cierto que la hija baila en Marea Danza. No paran.

Hubo más gente interesante: el artista Iban Ramón, Mariángeles Fayos del grupo Olympia Metropolitana, la representante de comunicación de Bromera, Sandra Capsir, el chef Pablo Chirivella, la responsable de comunicación del Mercat Central, Esther Cerveró, el de la cervecera artesanal valenciana Zeta, Guillermo Lagardera, Agnès Noguera con su mirada azul y distante, JoséAntonio Ibars del festival de cortos, Salvia Ferrer de Intramurs, Carlos Madrid director del festival La Cabina, dos becarias que pasaban por ahí, Josep Vidal, Carme Montón, Consellera de Sanitat y muy vinculada al futuro del PSOE nacional como ya le habíamos pronosticado hace muchos años; Salva Boltá del festival de teatro, el muy sugestivo nuevo gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Perez PontJaime Prat,del Instituto de Biomecánica, la encantadora galerista Olga Adelantado, Sara López Branco, esposa de Sergio Adelantado, el abogado de Gómez-Acebo Juan Antonio de Lanzas y… ya me he descontado y no sé por dónde voy, porque no saben cuántísima gente había.

Estuvo, mejorando lo presente, esa belleza que es Raquel Miralles, Jefa de Prensa de Ciudadanos; Eva Ortíz, del PP; Juan Carlos Beneyto, el hermano; el arquitecto Carlos Salazar y la artista Marisol Salanova; la concejala del PSOE Sandra Gómez,  los diseñadores Pedro Gonzáles y Luis Bayer de Oxígeno O2 y la Grande de España Bárbara de Prat y Guerrero, decimoprimera baronesa de Almolda, de la Marina Real,

De lo mejorcito de nuestra empresa e industria: Salvador Navarro; el presidente de la Cámara de Valencia, José Vicente Morata; y el presidente de AVE, Vicente Boluda.José Vicente González, José María Mas y Carlos Bertomeu, tan juntitos hablando de sus cosas que los cazó nuestra fotógrafa Marga Ferrer.

Vino Vicent Marco, el hombre radiofónico del libro “De categoría” y novio de Isabel Puig, presidenta de la Associació Valenciana d'Educadors de Museus, quien harto de que le confundieran con mi amigo el escritor Vicente Marco en la Feria del Libro, se sacó con él una foto y la subió a las redes.

Acabé charlando sobre lo difícil que es dar de cenar a los niños con estas reuniones con la magnética Gabriela Bravo, actual Consejera de Justicia, Gobernación y Reformas Democráticas de la Generalidad Valenciana, que me contó algo de su humilde infancia en Ráfol de Salem. Y me quedan dos nombres que no me resisto a que se queden en el tintero: Vicent Mauri de la Intersindical Valenciana y el director de cine César Sabater.

Quedamos al final el incombustible Abel Guarinos, sin dejar de pensar en el trabajo y recibiendo halagos como si le hubieran dado el premio de Miss Universo, Yago Martos, de Olleros Abogados, Curro -perdón- Juan Francisco Soler, de Garrigues, el notario Carlos Pascual, amigos como el gran periodista Carlos Aimeur, Ana Portaceli, consejera empresarial…

Ausencias Sentidas

Ángela Valero de Palma no pudo venir porque estaba con los diálogos del Fundación Cañada Blanch, en el paraninfo de la Universitat de València con la eco-feminista Yayo Herrero debatiendo sobre los tratados de libre comercio que se nos vienen encima con el periodista Bernand Cassen fundador de ATTAC y director de Le Monde Diplomatique mensual.

Y tampoco pudo acudir Salvador Enguix, querido compañero de La Vanguardia y doctor en Comunicación, porque estaba presentando su libro sobre el discurso político en las redes sociales, escrito en colaboración con la catedrática Beatriz Gallardo. Ambos han analizado el tratamiento de la política en Twitter e Instagram, y han llegado a la conclusión de que las redes sociales sólo permiten un discurso que ellos llaman pseudopolítico. O sea, que de político nada. Es un discurso que se queda en los márgenes de la cuestión política, sin llegar a confluir con la esfera discursiva que de verdad se centra en decisiones para el bien común. Merece la pena leerlo para descubrir la diferencia entre lo que es exhibicionismo y pensamiento. O lo que es periodismo y amarillismo.

Hablando de compañeros, no se perdieron la fiesta ni mi querida fotógrafa Eva Máñez; Xavi Moret, redactor jefe; Eugenio Viñas, con quien estoy estableciendo un vínculo cada vez más hipergámico,  redactor jefe de Cultura; Luis A. Torralba de Economía y Finanzas, Ximo Aguar de Política y sociedad, Estefanía Pastor y Dani Valero de Economía y empresa, Ana Ribas, Carlos Garsán,Almudena Ortuño, Héctor Gómez y Juan Carlos Alarcón, Inma Ripoll o la elegante, se ponga como se ponga, Conchita Lucas.

II La Pasarela de Las Artes

No pude estar esta semana en la II Pasarela de Las Artes en el Palacio de Malferit. Le pregunté a mi amiga Inma Mañes, diseñadora en delicadas sedas pintadas a mano de las que hizo una exhibición de lujo, pero me confesó que estuvo dentro ocupándose de las modelos y que no podría describir lo que sintió la gente. De manera que como las redes están de moda y ya casi no tengo espacio para más, contemplen sus creaciones, y lean los comentarios de quienes disfrutaron del desfile, en su página de Facebook. Todo el mundo coincide que fue el más vistoso y libre de todos y para mí, sin verlo, sé que es una aventura que merece más de un premio.

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