ALICANTE. La validez de una voz femenina como narradora de lo neutro o lo que significa lo mismo, una mujer no narra solo para mujeres. Así lo plasma en su ópera prima Laura Andreu (Torrevieja, 1997), que se ha estrenado en la literatura con Mi Bárbara (Contraluz Editorial, 2024), un título que hace referencia al nombre de la protagonista de la novela y un posesivo para verla en tercera persona, pese a que se cuenta en primera. "Está narrada por la propia Bárbara, aunque el epílogo lo narra otro personaje, que es el que utiliza ese apelativo", adentra la escritora en la historia.
La torrevejense ha adelantado que en esta novela enclavada en la guerra civil "no se está contando una historia de mujeres o centrándose en un ámbito de la vida de las mujeres, sino que se está contando la guerra, la cual vivieron tanto hombres como mujeres". Y ha insistido en que la "creencia" de que los hombres hacen literatura universal y las mujeres, literatura de mujeres "es algo que estamos superando, pero que muchas veces se sigue conservando el prejuicio".
Sobre el argumento de Mi Bárbara, Andreu ha adelantado que la protagonista es una médica "que no quiso la guerra y que luchó". En concreto, se ubica cuando el conflicto bélico ya estaba avanzado, en 1917, y que también presenta amor y el negocio de las azucareras. Además se ubica en Granada, donde la escritora vivió durante su época universitaria y de la cual fue conociendo su historia y una serie de episodios "que están muy poco narrados; la guerra de la ciudad casi no se conoce", ha expresado.
En la novela también aparece un Federico García Lorca, que "tenía que estar, porque no se puede entender la Granada de ese momento o la guerra en Granada sin la presencia de Federico. Y ya no la guerra, sino el panorama cultural", ha argumentado la autora. "Yo he intentado ser rigurosa, porque quería ser lo más respetuosa posible con la realidad", ha apuntado, señalando que, dentro de ese rigor, el Lorca de la novela es la "representación" que hace la escritora del archiconocido personaje. Para poder desarrollar al poeta y dramaturgo, ha asegurado que se ha nutrido de documentación sobre su figura que, "por suerte", hay una ingente cantidad debido al hispanista Ian Gibson, "quien supo recabar una cantidad de datos que me parece sorprendente, por la profundidad a la que llegó el historiador", ha reconocido.
La novela también tiene un punto de "homenaje" a las víctimas sin importar el bando, un tema que no ha estado exento de polémica en España. "La novela de por sí es polémica", ha resumido su autora, por el tema y la manera de tratarlo, "con una visión crítica de la guerra, no con un bando concreto, no con unos hechos concretos...", ha manifestado. Esta forma de "resolver" diferencias políticas "puede picar, independientemente del bando", ha reconocido la torrevejense.
Sin embargo, además de los lectores, la novela la han leído familiares y amigos de Andreu con perspectivas ideológicas "completamente distintas" y, "al margen de que me quieren -lo que suaviza un poco la valoración-", han podido adentrarse en ella, lo que significa que "es accesible". Y ha añadido que, junto al homenaje a las víctimas, también lo es para aquellas personas que sufrieron la guerra, "que no la quisieron y que no quisieron luchar, no porque les diese igual, sino simplemente porque entendían que la forma de defender sus ideas no era la guerra".