VALENCIA. Nueva película de DC, nuevo tira y afloja entre público y crítica. Los antihéroes de Suicide Squad están demostrándose como uno de los grandes aciertos del verano, barriendo en la taquilla estadounidense e internacional (270 millones). La crítica, sin embargo, se ha mostrado feroz contra la palomitera cinta, que ha sufrido más de un golpe desde su estreno. "Decir que la película se pierde en la trama no es exacto, para ello tendría que tener una trama que poder perder", reza la crítica publicada por The New Yorker. Escrita y dirigida por David Ayer, el popurrí de superhéroes cae, efectivamente en todos y cada uno de los clichés que se suponen en un blockbuster de estar características.
En los primeros diez minutos de proyección resulta más que evidente el nudo y desenlace de la hora y media restante, con unos protagonistas que, pese a ser "los peores héroes de la historia", han sido tan edulcorados que no parecen mucho más oscuros, salvo puntuales excepciones, que otros héroes clásicos marca Hollywood. Será cosa de la Warner que el Escuadrón no ha resultado en la película edgy que todos esperaban, aunque sí puede sentar las bases de un universo con muchas posibilidades por explorar. No es todo malo en Suicide Squad. "La entrada de Harley Quinn es el mejor momento. Después de eso, te puede ir". Al fin una buena crítica. Bueno, casi. Es precisamente la labor de la actriz Margot Robbie lo poco que la periodista Stephanie Zacharek, de la revista TIME, salva de la cinta.
Lo cierto es que el carisma de Quinn se convierte en uno de los elementos centrales sobre los que gira la cinta. Con una constante lucha por introducir elementos humorísticos, en ocasiones demasiado forzados, la interpretación de Robbie se resuelve con aparente facilidad y provoca más de una risa (de las intencionadas) entre el público. Pese a no ser uno de los grandes fichajes, la actriz australiana (El lobo de Wall Street) interpreta uno de los personajes más aplaudidos y se gana a pulso la posibilidad de protagonizar su propio spin-off, quizá acompañada de su demente pareja de baile.
El excesivo e inquietante Joker interpretado por Jared Leto, ganador del Óscar por Dallas Buyers Club, es otra de las piezas clave de la producción. Con uno de los personajes más interesantes y de los que más incógnitas se dejan por resolver, Leto consigue generar dentro de la propia cinta una burbuja que parece ajena al tono general de Escuadrón Suicida. Si Deadshoot (Will Smith), Capitán Boomerang (Jai Courtney) o Killer Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje) parecen dispuestos a renunciar a parte de su esencia por resultar simpaticones y soltar un chiste aquí y allí, el Joker busca situarse fuera de la tónica de la propia película, quizá gritando en silencio por una secuela en la que él sea el protagonista.
El origen para la confección del perverso personaje de DC Comics, anteriormente interpretado por Jack Nicholson o Heath Ledger, ha confesado el propio actor, llega de Marte, un trabajo que sin duda marca la diferencia con el resto de la cuadrilla. "Nos fijamos en David Bowie y no necesariamente en su música, más bien en su clase, su elegancia y su atemporalidad", afirmó Leto, que destacó de Ziggy su capacidad para inspirar "cualquier cosa que puedas hacer desde el punto de vista creativo".
Precisamente por todo lo contrario destaca Viola Davis, que interpreta a la agente del gobierno Amanda Waller. La actriz, nominada al Óscar por Doubt (2009) y The Help (2012), se presenta comedida y justa en un filme donde no caben los minimalismos. En Suicide Squad todo es maxi. Aunque algunas de las interpretaciones salvan una cinta con demasiadas cosas en contra, la trama es previsible antes de zamparse la tercera palomita. Los malos no son tan malos, el amor gana al mal, siempre hay luz en la oscuridad y todo eso. Precisamente, cuando la trama no da más de sí, es el momento de cerrar los ojos y escuchar.
La banda sonora se ha convertido en otro de los aciertos de la película, en su mayoría éxitos reconocidos que ayudan a mantener el ritmo y que, entre tanto personaje y cameo (Batman, Flash...), dan al espectador elementos fácilmente reconocibles para no perderse en el mar de superhéroes. Si El club de la primeras esposas hizo suya You don't own me de Lesley Gore, Herley Quinn hace lo propio con la actual versión de Grace y el rapero G-Eazy. La playlist de Suicide Squad guarda algunas sorpresas más como Black Skinhead de Kanye West, Seven Nation Army de The White Stripes o Without Me de Eminem. Si una de las características de la banda sonora es que busca constantemente la complicidad del espectador, uno de los platos fuertes lo deja para el final, una matanza a ritmo de Bohemian Rhapsody de Queen. "Mama, just killed a man".