La consellerias de Igualdad y Cultura presentan un heterogéneo proyecto que reitera la futura formación de la mesa dela cultura valenciana, uno de los compromisos de Torrevieja, y presenta un plan de acceso a colectivos desfavorecidos que ya ha superado la fase piloto de la mano del Institut Valencià de la Cultura
VALENCIA. El Plan de Democratización Cultural ya está aquí. Aunque nunca se fue. La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte presentó ayer las líneas que regirán un plan que es, más que un todo homogéneo, un compendio de proyectos independientes, aunque con la misma filosofía y un objetivo común: facilitar el acceso a la cultura. Del listado de iniciativas presentadas algunas son ya existentes, las hay novedosas y otras están en fase de definición. El secretario autonómico de Cultura, Albert Girona; la directora general, Carmen Amoraga, y el secretario autonómico de Inclusión, Alberto Ibáñez, fueron los encargados de presentar algunos de los pilares del marco generado para incluir estas actividades, un plan que cuenta entre sus bazas con el desarrollo del proyecto ‘Entrada solidaria’ o la generación de una Capital de la Cultura Valenciana (CCV), algo que ya hace la Unión Europea o la Generalitat de Catalunya.
A grandes rasgos, la capitalidad cultural tiene como objetivo la visualización, el reconocimiento y la deslocalización de la actividad en el territorio autonómico, una ‘marca’ que recibirá cada año un municipio distinto, ciudad que acogerá como ‘premio’ una exposición, una propuesta escénica y un congreso o encuentro organizado por la Generalitat, cuyo eje central se definirá una vez se seleccione a la ganadora. Con la información enviada o en vistas de ser facilitada a los distintos ayuntamientos de la región, la primera capital será declarada en primavera, con lo que este 2017 se conocerá la elegida y se ejecutarán las actividades en torno a la misma. Además, mediante la Mesa de Turismo Cultural, la Conselleria hará llegar a la Agencia Valenciana de Turismo y el resto de componentes los datos del municipio galardonado, para que también sea incorporado en los paquetes turísticos.
“La concesión del reconocimiento como CCV en un municipio es, por él mismo, un importante aliciente, ya que, como se ha dicho, puede generar actividad económica, participación ciudadana y afirmación de los sectores culturales de ámbito local y comarcal”, indicó Amoraga. Para participar, las corporaciones locales deberán presentar una carta de motivación, un proyecto de actividades de duración anual, un estudio de las infraestructuras culturales disponibles en el municipio y un informe de los gastos que anualmente se dedican a materias culturales, una selección de correrá a cargo de un comité del que forma parte el propio conseller, Vicent Marzà; Girona, Amoraga, los jefes de servicio de sección y representantes de la red de municipios, el Consell Valencià de Cultura, la Agencia Valenciana de Turisme y las universidades públicas.
Los representantes políticos destacaron que “democratización cultural” habla de facilitar acceso y, también, de participación, aunque, si bien, es la Mesa de la Cultura Valenciana (MECUV) una de las cuentas pendientes de la conselleria. Anunciada en el seminario de gobierno de Torrevieja, celebrado el pasado verano y en el que se marcó como uno de los objetivos a cumplir en el semestre, todavía está por definir cuándo llegará, aunque la intención es que sea “lo más rápido posible”. El organismo quiere funcionar como foro de diálogo abierto entre la secretaria autonómica de Cultura y Deporte y los agentes culturales de la sociedad civil, un espacio que se articulará en seis comisiones: de libros, archivos y bibliotecas; de patrimonio, artes plásticas y museos; audiovisual; de música y cultura popular; de artes escénicas y comisión de educación y cultura. Este espacio sirve para oficializar el diálogo entre “lobbies” y administración, una mesa que se reunirá, al menos, dos veces al año. La primera medida que se marca la MECUV será la elaboración de un Estatuto del Artista en la Cultura Valenciana, que Carmen Amoraga espera que esté listo este mismo año.
Si la puesta en marcha de la MECUV o la definición de la capital cultural son los futuribles, a medio camino entre lo hecho y lo que queda por hacer si sitúa el tercer bloque del Plan de Democratización Cultural: Entrada Solidaria. Desarrollado por la Secretaria Autonómica de Inclusión en colaboración con el Institut Valencià de la Cultura (IVC), el Consorci de Museus, el IVAM, les Arts o el Museo de Bellas Artes de Valencia, el proyecto busca conectar ciudadanos con riesgo de exclusión social en la oferta cultural a través de la Red de Intervención Social. Este epígrafe, por su amplitud, cuenta tanto con programas existentes, piloto y en proceso de ejecución. Así las cosas, desde el ICV se inició desde junio a noviembre el proyecto piloto Entrada Solidaria con la Dirección General de la Infancia y la Adolescencia, que contó con la participación de 628 espectadores en diferentes acontecimientos culturales como Cinema Jove, Sagunt a Escena, Filmoteca d'Estiu, Festival de Música Antiga i Barroca i el Ballet de la Generalitat Valenciana, que sumaron a final de año el teatro Principal de Castellón, el Auditorio de Castellón y el teatro Arniches de Alicante.
Por su parte, desde el Consorci de Museus se ha iniciado el acceso gratuito en el Centre del Carme, Programas Escolares de Proximidad, Aula D, #grupdelcarme o Empezamos desde 0. Las acciones que se desarrollan desde Les Arts se centran en la jornada de puertas abiertas, las actividades didácticas, aproximaciones a la producción de ópera, precios populares de 4 y 5 euros para funciones familiares y el nuevo descuento MENTOR-NEO. También desde el Instituto Valenciano de Arte Moderno y el Museo de Bellas Artes se han iniciado y ampliado acciones integradas dentro del Plan Valenciano de Democratización Cultural como el proyecto Entenem Les Arts, la colaboración con Amnistía Internacional, ACCEM y CEAR-PV y RAIS, la entrada gratuita para asociaciones o grupos de interés como, por ejemplo, el centro de menores del Cabanyal y, respectivamente, el proyecto experimental para familias con visitas guiadas en fin de semana o la colaboración con la Nau Gran para la creación de cursos de arte.
“No todo es quedar exento de pagar una entrada, también se trata de visibilizar el acceso a la cultura en general. Por ejemplo, no hay nada más democrático que la biblioteca: son gratuitas, el acceso es universal y todas las actividades que ofrecen son gratuitas. A través de este plan se visibilizan todas las actividades que se hacen en todas las bibliotecas públicas valencianas”, indicó Carmen Amoraga. Precisamente, el último de los bloques se centra en la promoción de la actividad cultural en el ámbito educativo, un pilar que lleva por lema 'Mochila cultural'. Así, el plan profundiza en esta relación para buscar "nuevos públicos" a través de la programación cultural en centros educativos y de la asistencia de alumnado a espacios culturales valencianos.
La mochila ha viajado en 2016 tanto por las salas y auditorios que tiene la Generalitat en Alicante, Castellón y Valencia como por aquellos municipios que han querido participar con la presentación de películas, conciertos y espectáculos que fomenten la paz, la igualdad de género, la no discriminación racial, la prevención de la violencia, la promoción de la convivencia, el placer de la reflexión y del saber o el conocimiento de nuestros clásicos. Según Albert Girona, con estas acciones se pretende que la cultura ocupe un "espacio central en la sociedad" como un "derecho fundamental" al mismo nivel que la educación. A su entender, "elnlos últimos 15 años hemos perdido casi dos generaciones para el consumo cultural" que hay que recuperar con "políticas de base".
La Conselleria de Cultura culpa del retraso en las ordinarias al anterior equipo y promete estudiar "mecanismos para reorganizar las ayudas que no hayan salido este ejercicio"