Sueños de Sal, grabado en Novelda, es el único largometraje valenciano que se cuela entre la lista de nominados
VALENCIA. El sueño de Novelda, finalmente, pisará la alfombra roja de los Premios Goya. Sueños de sal, film dirigido por Alfredo Navarro, es una de las candidatas a alzarse con la estatuilla a mejor documental, una nominación deseada pero que llega por sorpresa a un equipo que hizo el film con "cuatro gatos" y un equipo técnico mínimo.
Es precisamente de los milagros que trata la cinta. Rodada en la localidad alicantina de Novelda, el documental relata el camino de cuatro vecinos que, a pesar del bofetón que supone la crisis económica, tienen el suficiente arrojo como para emprender el camino para cumplir esos sueños de infancia que uno nunca debe olvidar.
Alejandro, un niño ciego que toca el piano; Irene, una joven con espina bífida que quiere independizarse y tener su propia casa; Simón, un deportista que quiere viajar a Tailandia para perfeccionar el arte marcial que practica, y Mariano, un camionero que, a sus 62 años, quiere aprender a tocar la guitarra, son las historias que, no por particulares dejan de ser universales.
El proyecto, además, tiene un giro solidario, pues sus beneficios serán destinados a Cruz Roja y Cáritas. Ahora quedan, hasta la gala del 6 de febrero, casi dos meses para aprovechar el tirón mediático. Empieza el sueño de Alfredo Navarro.
-Escena del crimen: ¿dónde y con quién estabas al enterarte de la nominación?
-Cada miembro del equipo estaba en su trabajo, yo estaba solo viéndolo en streaming a través de Youtube. Cuando han nombrado la película todo se ha desbordado, el teléfono no paraba de sonar. Era una locura. La primera persona en llamarme, eso si, ha sido mi novia, que es profesora y ha salido corriendo de clase para felicitarme. Todo lo que está pasando alrededor de la cinta es ya un premio, poder darla a conocer.
-¿Es la promoción el dorado?
-Hemos creado la película siendo conscientes de que está hecha en un pueblo pequeño y con gente de aquí, pero siempre hemos tenido la intención de que fuera universal. Aunque hemos ganado algún premio en Estados Unidos por la banda sonora, siempre nos quedaba la espinita de que se quedara en la Comunitat Valenciana, pensábamos que sólo sería un éxito local. Esta nominación nos pone en el mapa, nos abre las puertas a una mayor distribución.
-¿Hasta ahora, dónde se había podido ver Sueños de sal?
-Hicimos un preestreno en Novelda que sí fue un éxito, en el que vinieron más de 5.000 personas. Depués pasamos a las salas oficiales, dos o tres por Alicante, aunque luego paró e hicimos algunos pases en pueblos, siempre dentro de la provincia. Ahora hemos firmado un contrato con Cruz Roja para moverla a nivel nacional. Todo esto, eso sí, es fuera del circuito habitual de la industria. Estamos preparando nuestra participación es festivales pero ha ido todo tan rápido que nos ha desbordado.
-La cinta cuenta la crisis desde la perspectiva de cuatro casos concretos, ¿por qué es importante este documental?
- la idea principal, que parte del productor, era la de mostrar la ilusión en tiempos de crisis, que la gente vea que los sueños se pueden cumplir. El mensaje principal es claro: se puede. Es un película hecha con vecinos de verdad, gente cercana que toca el corazón de la gente y que se enfrenta a la vida con mucho optimismo.
-Una crisis que también toca a tu sector…
- Este es un proyecto muy humilde, se ha hecho con lo mínimo, cuatro gatos. Sólo éramos dos profesionales, yo y Óscar Navarro, el resto era gente del pueblo que nos echaba una manita. Nos sorprende que algo tan humilde haya llegado a los premios Goya. La verdad es que transmite, tiene algo que llega. Está funcionando y, joder, que los miembros de la Academia la haya elegido antes que obras con más presupuesto o mejor técnica quiere decir algo.
Aitana Sánchez-Gijón es la mujer más joven en recibir este premio y la segunda galardonada de menos edad, por detrás de Antonio Banderas, que lo logró con 54 años