El seminario "Noves pràctiques poétiques?" por David Trashumante y Begonya Pozo reabre el debate sobre los límites de la poesía, además de repasar la agenda de eventos poéticos en nuestra ciudad
VALENCIA. Quien haya asistido a un recital poético alguna vez sabrá que no se trata únicamente de una lectura de poemas en voz alta, cada vez más presenciamos actuaciones durante las cuales la acción es verbo, y el verbo es sonido, pero también imagen, movimiento, e incluso tecnología. Arte y poesía van de la mano en ese sentido, ofreciendo al espectador un mundo de posibilidades que estimula sus sentidos y materializa los versos que de otro modo quedarían atrapados en el papel, tal vez relegados a una nada desdeñable intimidad.
Partiendo de la importancia de la palabra en las artes escénicas y la función estética del lenguaje hay diversos movimientos dificilmente catalogables. El spoken word es una técnica para llevar textos poéticos a escena, teatralizando con la voz y buscando apoyo en elementos electrónicos que transmitan imágenes. En castellano significa literalmente palabra hablada, y es un término utilizado como una denominación musical para referirse a las obras o interpretaciones que consisten sólo o fundamentalmente en la labor de una persona hablando, creando con su voz. Agustín Fernández Mallo y Eloy Fernández Porta fueron pioneros en experimentar con esta técnica en España. Actualmente está muy extendida su práctica entre los poetas jóvenes, aunque su proliferación es intergeneracional y no está reñida con otras vertientes como la videopoesía, ciberpoesía, poesía electrónica, poesía visual, polipoesía y poesía de la conciencia crítica.
Las relaciones entre la poesía, el arte contemporáneo y el teatro no son algo nuevo, si bien es cierto durante las últimas décadas se ha acentuado la presencia de poesía recitada en voz alta en clubes y bares de forma muy original, rozando los límites de lo performativo. Hay quien lo llama cabaret de poesía o combate de poesía oral y se desplaza desde los antros de Jazz del Chicago de los ochenta hasta un buen número de eventos a nuestro alrededor: El Gran Slam Poetry de Jaén, las noches del Cangrejo Pistolero en Sevilla, el Festival de Perfopoesía en la misma ciudad, las jornadas Perfopoetry en Murcia, el torneo Slam Poetry de Madrid o el Festival de Poesía Escénica de Valencia Vociferio, organizado desde la sala Carme Teatre en distintos espacios de la ciudad anualmente desde 2011, son referentes que dan cuenta de los estrechos y crecientes vínculos del arte y la poesía en las prácticas poéticas.
Vociferio es un festival en el que se reúnen poetas y editores independientes para dar a conocer su trabajo relacionado con modos alternativos de producción, difusión y distribución de la poesía, ya sea a partir de fanzines, lecturas y espectáculos próximos al performance art. Cuando tuvo lugar por primera vez los organizadores del festival en aquel momento, Raúl Lago (Sala Carme Teatre y miembro del colectivo CoRTarcabezas integrado por él y Toño Fernández), Alicia Martínez e Isaac Alonso (El Dorado) y Begonya Pozo (Universitat de València), no podían imaginar la proyección que tendría y trabajaron duro para que pudiese tener una continuidad en el tiempo, tal y como ha sucedido.
Este festival no se nutre de una única cita si no de muchas actividades que van sucediendo a lo largo del año. Su principal objetivo es la reconexión entre la poesía y la calle, entre los editores y los poetas, entre la poesía y las artes tanto plásticas como escénicas. Unas actividades parten del spoken word y la relación entre la música y la poesía, otras de las lecturas públicas, de las acciones poéticas con expresión corporal o la utilización de objetos durante los recitales. Aunque siempre se celebra en verano, durante los meses de junio y julio, el apoyo institucional que recibe es principalmente universitario y algunas de las inquietudes que aborda se trasladan a las aulas en las presentes fechas.
El Aula de Poesía de la Universitat de València, cuya responsable es Begonya Pozo, traductora, poeta y profesora de literatura, fomenta la escritura creativa y la interdisciplinariedad. Desde septiembre de 2015 hasta mayo de 2016 ofrece el seminario "Noves pràctiques poétiques?" impartido en la Facultad de Filología por la propia Pozo junto al poeta y artista multidisciplinar, además de codirector del Festival Vociferio actualmente, David Trashumante (heterónimo de David Moreno Hernández). Con los también poetas Luci Romero y Raúl Lago, Trashumante coordinó el ciclo de poesía oral, spoken word y polipoesía "Preferiría No Vociferar" para la Librería Bartleby de Ruzafa en 2014 y hasta marzo de 2015 las "JA!MUSEU: les jams de poesía del café Museu", entre otras actividades siempre ligadas a sus facetas poética y artística.
"De momento estamos contentos con la marcha del seminario, tenemos unos 25 participantes de media, de un amplio espectro de edades, aunque echamos de menos más alumnos de la facultad, ya que hasta el momento, son mayoría los asistentes que vienen de fuera del entorno universitario", explica David. "Por otra parte, el seminario está provocando tal expectación en la comunidad poética estatal a través de las redes sociales que, gracias al equipo de producción de la Facultad de Filología, en la próxima sesión, que celebraremos el 17 de febrero y que dedicaremos a la Poesía de la Conciencia Crítica, retransmitiremos en streaming", añade remarcando la importancia de la difusión online para que las clases puedan seguirse a distancia, pues todo el mundo está invitado a participar.
En el programa del seminario, disponible en la página web de la Universitat de València, se detalla que "Poesía escénica, polipoesía, ciberpoesía, videopoesía, poesía experimental, spoken word... son subgéneros de la práctica poética marginados por la ortodoxia literaria y sus garantes de la pureza del poema y, por tanto, prácticamente desconocidos a día de hoy dentro de la comunidad poética.Y cuando decimos desconocidas no nos referimos a no conocer de su existencia sino a la falta de interés que las exhibiciones públicas de las mismas suelen suscitar entre el resto de poetas. Además, fruto de esta ignorancia, atendemos en multitud de eventos, encuentros y festivales poéticos a que, en un intento de vender al público aires renovados, con toda ligereza las anuncian y hacen uso de ellas sin rigor alguno. He ahí la necesidad de trabajar con seriedad en una poesía que quiere ser postmoderna, coetánea de su tiempo, pasajera del mismo barco que el resto de las artes, pero que sigue atrapada en la tinta, enrocada en el conservadurismo y los recitales/protocolo".
El seminario viene a arrojar luz, a intentar reconocer, acotar y definir lo experimental, lo emergente, lo vanguardista, para esbozar un panorama claro de lo que está pasando con las prácticas poéticas hoy en día, cuándo se originan, por dónde pasan y hacia dónde se dirigen. En cuanto a su experiencia personal con los alumnos y el seminario en general hasta el momento, David Trashumante concluye: "Estoy muy satisfecho con la experiencia de haber generado un espacio de reflexión en torno al hecho poético, tan contaminado por diversas ortodoxias que rivalizan entre sí y que lo limitan, única y exclusivamente al papel y el verso escrito, y haber podido generar un dispositivo para repensar la poesía como una disciplina artística postmoderna y viva. Seguiremos hasta mayo y, si sigue interesando como hasta ahora seguramente también el próximo curso". Un futuro que se presenta optimista para los encuentros poéticos y que promete propiciar sinergias entre creativos provinientes de distintas disciplinas y ubicaciones.