Ofertas teatrales navideñas para mini espectadores exigentes

VALENCIA. “Estoy matando el tiempo mientras espero a que la vida me colme de significado y de felicidad”. Tan elocuente sentencia es de Calvin, el niño protagonista de las tiras cómicas dominicales que Bill Watterson estuvo publicando entre 1985 y 1995, aunque bien pudiera espetarla cualquiera de los retacos que desde ayer andan ociosos con el inicio de las vacaciones de Navidad. Niños con una quincena por delante de días largos y masticables como un chicle de fresa, con posibilidad de pompas. Padres con una quincena de días largos y disfrutables con la complicidad de una digna oferta escénica. Porque sí, es posible una programación teatral en estas fechas que no insulte la inteligencia, que no maltrate a los animales, que divierta y estimule bien el intelecto, bien los sentidos de los más pequeños. Y, acabáramos, que entretenga también a sus mayores.

El 25 de diciembre de 1995, Watterson dibujó la última viñeta de Calvin & Hobbes. En dos días hará 20 años que el rubio alérgico a la autoridad extendió su mirada curiosa sobre un paisaje nevado y compartió con su tigre de peluche: "Es un mundo mágico, Hobbes, viejo amigo. ¡Vamos a explorarlo!”. Y eso haremos en este reportaje, con las frases certeras del adorable y fantasioso rufián de seis años como hilo conductor vamos a explorar las tablas y seleccionar media docena de propuestas para mini espectadores exigentes.

“Si la gente se sentará fuera y mirase cada noche a las estrellas, apuesto a que viviría de manera muy diferente”.

Begoña Tena trae a la Sala UltramarVolcán azul los días 2 y 3 de enero. La propuesta es de talante sensorial y está destinada a niños de entre 0 y 4 años. La dramaturga y actriz de Castellón vivió una doble gestación durante su embarazo, la fisiológica y la creativa, que supuso el arranque de su primera pieza para bebés. El trabajo resultante es cercano a la performance y emplea elementos cotidianos para dotarlos de un sentido diferente. Su laboratorio de pruebas fue su propia hija con la que tanteó las reacciones de la primera infancia ante estímulos sonoros, de colores y de movimientos.

 “Elegí un volcán porque parece que sea algo tranquilo. Está en reposo hasta que explota. Y me decanté por el tono azul porque era bonito combinar los elementos del fuego y del agua. Quise jugar con cosas básicas como la tierra y el aire, y darles una imagen poética”, describe la creadora.

En el conjunto cobró mucho peso el espacio sonoro diseñado junto a Joan Mei. El trabajo se extendió durante tres meses de improvisación fonética a partir de la voz. El músico prescindió de instrumentos porque “la voz de Begoña es estupenda, tiene muchos registros, así que era suficiente. Al final, el efecto que hemos conseguido es que lo que canta en escena se confunda con lo grabado”, explica Mei.

Hobbes: "¿Cómo es que jugamos a la guerra y no a la paz?". 
Calvin: "Muy pocos ejemplos".

Teatro Paraíso presenta Nómadas en el Teatre Micalet el próximo 4 de enero. Para la creación de la obra, Premio al mejor vestuario de la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas FETEN 2015, la compañía alavesa estudió de qué manera asimilan los conceptos de tiempo y de espacio los pequeños de entre dos y seis años, y concluyeron que debían servirse de los fundamentos de las matemáticas, la geometría y la arquitectura para la creación de su espacio escénico.

“Las protagonistas son dos nómadas que van explorando el mundo de manera intuitiva y con afán de aventura, como hacen los niños. Ante ellas se encuentra todo un territorio por explorar, sin las pautas y las limitaciones que los adultos vamos adquiriendo con los años. Y en su devenir llegarán a un emplazamiento caótico lleno de sorpresas, la principal, un enorme huevo”, detalla la responsable de comunicación, Irene Basilio.

Para desarrollar la escenografía colaboraron con el taller donostiarra de arquitectura MAUSHAUS. Sus responsables simplificaron las disciplinas científicas y se sirvieron de puntos, volúmenes, planos y líneas para hacer brotar las ciencias de manera natural “en una búsqueda del origen, de lo más sencillo que nos rodea”.

Mediante el juego, la experimentación y la manipulación, el público transforma los materiales, que se convierten en un tipi, un muro, una cascada...

“¡Esta es la diferencia entre el resto del mundo y yo! ¡La felicidad no es suficiente para mí! ¡Yo exijo euforia!”.

Bambalina Teatre presenta Cubs en Las Naves el 26 de diciembre y en el TAMA de Aldaia, el 29. Los asistentes pueden repetir en ambas citas porque cada función es diferente por su condición interactiva. La construcción y el desarrollo del espectáculo dependen de tres miembros del público, a los que se invita a elegir una imagen por cada caja sobre el escenario. Con las nueve imágenes seleccionadas se forma una secuencia visual que tres actores, Ruth Atienza, Álex Cantó y Miguel Seguí, han de desarrollar. Sus herramientas de trabajo son la improvisación, los títeres y el lenguaje gestual. “Estos cubos contienen historias, historias infinitas. Se pueden ver, tocar, ordenar. Pero cuando las lanzas al aire… cualquier cosa puede ocurrir. Y, al abrirse, qué historia saldrá de su interior?”. La respuesta se desarrolla ante los ojos de los espectadores.

 “Creo que soñamos, porque de esta manera no tenemos que estar separados tanto tiempo. Si estamos en los sueños de los demás, podemos jugar juntos toda la noche”.

Circo Gran Fele sube Orinoco al escenario de La Rambleta del 23 de diciembre al 6 de enero. La nueva propuesta de la compañía valenciana, merecedora del Premio Nacional de Circo 2008, versa sobre los sueños y está protagonizada por un pájaro kiwi. Este puente tendido entre la realidad y el mundo onírico se surte de música en directo, números aéreos, acrobacias, alambre, equilibrios, pulsadas, títeres, autómatas, payasos, trucos de magia y robots.

El montaje de la veterana formación, que ya suma 20 años de trayectoria, carece de línea argumental y se ha estructurado como una sucesión de escenas, “que como en un sueño, nos permitirán vivir aventuras surrealistas”, apuntan sus responsables.

“Estamos tan ocupados mirando lo que tenemos por delante, que no dedicamos tiempo a disfrutar donde estamos”.

Maduixa Teatre acerca Dot al Teatro Principal del 26 al 30 de diciembre. El montaje, una amalgama de danza, teatro, artes plásticas y audiovisual, ha sido merecedor del Premio Max 2015 al Mejor Espectáculo Infantil y elegido Mejor Espectáculo de Teatro Infantil de FETEN 2014. Tras las obras previas ras! y Consonant. esta pieza supone la culminación de la compañía de Sueca por encontrar un lenguaje propio.

Los referentes clásicos son una dinámica habitual en la formación. Así, en ras! se inspiraron en Joan Miró, en Consonant, en la poesía visual de Joan Brossa, y en Dot, atraídos por el mundo del arte minimalista, posan sus miradas en el trabajo del artista conceptual norteamericano Sol LeWitt.

“Una máxima en nuestros espectáculos dirigidos al público familiar es que la historia sea mínima para que podamos exprimirla a tope y que nos dé juego en lo plástico, en lo musical y en lo creativo, pero esa narrativa mínima la alimentamos de personajes muy potentes”, apunta el autor y director de la obra, Juan Pablo Mendiola.

De este modo, el punto de partida de la representación es un muro blanco donde los puntos se van uniendo hasta conformar un universo de música y de color.

  “Las nuevas tecnologías son a la generación de los nativos digitales lo que la plastilina fue a la nuestra. El empleo de esta herramienta nos sirve para acercarnos a sus ritmos y a su percepción. Uno ha de ser consciente del lenguaje de la audiencia a la hora de crear sus espectáculos, pero también hacerle ver a los niños que hay otros ritmos que les pueden traer cosas nuevas”, subraya Mendiola.

El empleo de las nuevas tecnologías les ha permitido “inocular el veneno creativo en los niños”, en referencia al acercamiento de disciplinas artísticas minoritarias como la danza y el mundo plástico de Sol a través de Dot.