VALÈNCIA. Plastic Murs muere para volver diferente. Un borrón y cuenta nueva, que se hará efectivo a finales de julio. Antes, han preparado una "última exposición" colectiva System Failure, que completa una visión sobre el futuro que ya se presentó en la anterior muestra, 5 Years. "Solo cuatro meses después de celebrar su quinto aniversario, Plastic Murs anuncia la que será nuestra última exposición, al menos de manera temporal", explican desde la galería. La realidad es que, según ha explicado Vicente Torres a este diario, se trata de un pequeño parón para poner a punto el nuevo proyecto, que mantendrá la misma estructura que la actual, aunque con un nuevo espíritu.
En septiembre, el local de la calle Dénia se transformará para ampliar su proyecto. Lo hará con un nuevo nombre y el catálogo de artistas renovado: dejan atrás la especialización en arte urbano para albergar a "artistas emergentes" (ninguno pasará de los 32 años) de pintura contemporánea. "La programación y la actividad va a ser diferente, estamos muy ilusionados", ha comentado Torres. Así, tanto 5 Years como esta próxima inauguración son una mirada al futuro del mismo proyecto, una manera de transición hacia lo que será la nueva marca.
System Failure
Philip Gerald, Katelyn Ong, Max Rumbol, Marta Galindo, Evgen Copy, Tarmac y Nadia Fedivforman forman parte de una nueva generación de artistas que muestran una nueva visión de la pintura contemporánea. Influenciados por la era digital y los enfoques cada vez más amplios de las artes plásticas, estos artistas retratan nuevas formas de expresión y maneras en las que la cultura popular, Internet y las relaciones sociales se representan no solo estéticamente sino conceptualmente dentro del arte contemporáneo.
Evgen Čopi (Koper, Eslovenia 1994), tiene como hilo conductor de sus proyectos más recientes la crítica social de la sociedad de consumo contemporánea. Evgen encuentra su inspiración en la vida urbana y en las situaciones cotidianas absurdas, que tiende a deformar utilizando diversas técnicas y colores vivos.
El trabajo de Katelyn Ong (Los Ángeles, EE. UU. 1994) presenta a personajes femeninos y sus sentimientos no catárticos. Muestran nerviosismo por cuestiones de identidad, clase social, glamour y género. En algunas obras, un ventilador plegable oculta la ira o unos ojos cansados analizan un libro titulado Feos Sentimientos; mientras que en sus obras recientes, los colores se arremolinan formando manos humanas pero con formas extrañas, agarrando delicadamente unos prismáticos que no se encuentran del todo con nuestra propia mirada. Estas imágenes están inspiradas en dibujos animados, pero deliberadamente silencian el humor para exponer lo que oculta.
La práctica de Marta Galindo García (Puerto de Santa María, España 1993) investiga la sobresaturación de imágenes digitales, la estética trash cibernética y el perfil del prosumidor. Emplea el humor y la ironía como estrategia ante las problemáticas contemporáneas y la anárquica yuxtaposición de información del medio digital. Su trabajo traslada lo digital al formato físico, interrumpe la cadena de imágenes de la web para dar relieve y evidenciar las dinámicas de la cultura-red.
Max Rumbol (Buckinghamshire, Reino Unido 1997) se interesa principalmente en los paisajes y la tradición británica, y combina elementos del mundo natural y los tropos de la cultura británica para crear sorprendentes composiciones digitales que luego se reinventan como pinturas o esculturas. Estas obras generalmente se construyen usando una mezcla de pintura y elementos de relieve cortados con láser, para crear objetos que se encuentran en algún lugar entre esculturas y pinturas.
Nadia Fediv (Chicago, EE. UU. 1997) pinta personajes con las piernas y brazos peludos que representan su pasado en la vida. Nadia se siente constantemente incomoda, tímida, introvertida y aislada del mundo. Su trabajo se centra en combinaciones de colores, perspectiva y formas. Muchas de las piezas que pinta cuentan una historia de su pasado que luego derivan a otra. Pero parte del trabajo tiene la intención de ser colorido, infantil y lúdico. La mayoría de sus piezas parten del subconsciente, produciendo obras que nunca antes había visto.
Las obras de Philip Gerald (Dublín, Irlanda, 1992) comprenden una presentación temática provocativa con pintura ingenua,en la que recoge obras históricas de arte con medios modernos utilizando Microsoft Paint. Examina y cuestiona temas recurrentes como la sexualidad, la sociedad de consumo y la autoevaluación en la actualidad. Las imágenes pintadas sutilmente representan figuras y escenarios incrustados en imágenes de humor y ansiedad.
El trabajo de Tarmac / Niccolo Binda (Milan, Italy 1996) explora nociones como nostalgia, branding, consumismo y la manera en que formamos conexiones con ellas y comenzamos codiciar o fetichizar artefactos culturales. Las piezas cuestionan cómo un símbolo o un logotipo pueden alcanzar un estado de culto y cómo las personas se relacionan con la marca. Mediante el uso de símbolos vagamente reconocibles y procesos de fabricación industrial, las obras logran un tipo de resonancia similar al de una marca popular o un juguete icónico para niños.